Felipe Cazals: "Filmo en mi cabeza dos películas al día"
- por © Redacción (México)-NOTICINE.com
El tan veterano como prestigioso cineasta mexicano Felipe Cazals, estrena a los 75 años, en el marco del Festival de Guadalajara, su nueva película, "Ciudadano Buelna", y asegura que tiene en el cine tan interiorizado que mentalmente se pasa los días rodando películas: "Yo filmaría todo el día todo. No necesariamente una película sino filmaría todo. Yo me filmo en la cabeza dos películas al día, antes eran cinco o seis cuando era más joven; no necesariamente perfectamente hiladas, no necesariamente con un final, pero sí estructuradas, con cualquier pretexto voy inventando", afirma.
"Ciudadano Buelna", una producción de 60 millones de pesos mexicanos, aportados mayormente por los Estudios Churubusco y la Universidad Autónoma de Sinaloa, refleja la historia de Rafael Buelna Tenorio, quien a los 19 años dejó los libros para tomar las armas y unirse a la Revolución mexicana. Se trata de un episodio, el tercero, de una saga de historias completamente independientes pero con una base histórica, iniciada por "Las vueltas del Citrillo", a la que siguió "Chicogrande". "Me siento muy comprometido con esa parte de la historia de hace 100 años, porque es un tema vigente, por eso decidí hacer Ciudadano Buelna, por ser un tema oportuno", dice Cazals, quien ha tenido como protagonistas a Sebastián Zurita, su veterano cómplice Damián Alcázar, Marimar Vega, Gustavo Sánchez Parra, Tenoch Huerta, Dagoberto Gama y Enoc Leaño.
El proceso de creación es lo que más apasiona al cineasta, que asegura que "levantar cualquier proyecto es muy rudo y severo. No necesariamente todo el mundo tiene la misma resistencia, hay que sacrificar otras cosas para continuar aquí en el cine". Sin embargo, su compromiso es no solo ilustrar con imágenes lo que dicen los libros de historia, sino "no aceptar la verdad oficial nunca por principio. Indagar, buscar, averiguar. Yo creo que el cine está mucho más cerca del periodismo que de la literatura, mucho más cerca del periodismo que de la poesía. El cine busca referentes de contexto que puedan ser sujetos a discusión, que puedan ser sujetos a análisis".
Felipe Cazals se asume como un cineasta comprometido y con un punto de vista crítico con la historia, porque como él dice si no se reflexiona en ella se está condenado a repetir los mismos errores. "Yo hice películas alimenticias, de las cuáles no me arrepiento. Mi profesión es mi profesión y he tratado de hacer lo mejor posible mi trabajo, por eso tener un punto crítico sobre lo que se hace y lo que se vive se vuelve un ejercicio indispensable. Vivo del cine y como de esto", detalla el tres veces ganador del Premio Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, premiado también con el Nacional de Ciencias y Artes en el campo de Bellas Artes en 1997, el Mayahuel de Plata del Festival Internacional de Cine de Guadalajara por su trayectoria en 2004, y la Medalla salvador Toscano en 2004, entre otros reconocimientos.
Tras presentar esta su película número 42, Cazals rinde tributo a quienes le antecedieron, "mi admiración sin límite por el cine que me precedió y por el cine que sigo viendo como espectador. Yo no veo cine como director, lo veo como espectador".
"Ciudadano Buelna", una producción de 60 millones de pesos mexicanos, aportados mayormente por los Estudios Churubusco y la Universidad Autónoma de Sinaloa, refleja la historia de Rafael Buelna Tenorio, quien a los 19 años dejó los libros para tomar las armas y unirse a la Revolución mexicana. Se trata de un episodio, el tercero, de una saga de historias completamente independientes pero con una base histórica, iniciada por "Las vueltas del Citrillo", a la que siguió "Chicogrande". "Me siento muy comprometido con esa parte de la historia de hace 100 años, porque es un tema vigente, por eso decidí hacer Ciudadano Buelna, por ser un tema oportuno", dice Cazals, quien ha tenido como protagonistas a Sebastián Zurita, su veterano cómplice Damián Alcázar, Marimar Vega, Gustavo Sánchez Parra, Tenoch Huerta, Dagoberto Gama y Enoc Leaño.
El proceso de creación es lo que más apasiona al cineasta, que asegura que "levantar cualquier proyecto es muy rudo y severo. No necesariamente todo el mundo tiene la misma resistencia, hay que sacrificar otras cosas para continuar aquí en el cine". Sin embargo, su compromiso es no solo ilustrar con imágenes lo que dicen los libros de historia, sino "no aceptar la verdad oficial nunca por principio. Indagar, buscar, averiguar. Yo creo que el cine está mucho más cerca del periodismo que de la literatura, mucho más cerca del periodismo que de la poesía. El cine busca referentes de contexto que puedan ser sujetos a discusión, que puedan ser sujetos a análisis".
Felipe Cazals se asume como un cineasta comprometido y con un punto de vista crítico con la historia, porque como él dice si no se reflexiona en ella se está condenado a repetir los mismos errores. "Yo hice películas alimenticias, de las cuáles no me arrepiento. Mi profesión es mi profesión y he tratado de hacer lo mejor posible mi trabajo, por eso tener un punto crítico sobre lo que se hace y lo que se vive se vuelve un ejercicio indispensable. Vivo del cine y como de esto", detalla el tres veces ganador del Premio Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, premiado también con el Nacional de Ciencias y Artes en el campo de Bellas Artes en 1997, el Mayahuel de Plata del Festival Internacional de Cine de Guadalajara por su trayectoria en 2004, y la Medalla salvador Toscano en 2004, entre otros reconocimientos.
Tras presentar esta su película número 42, Cazals rinde tributo a quienes le antecedieron, "mi admiración sin límite por el cine que me precedió y por el cine que sigo viendo como espectador. Yo no veo cine como director, lo veo como espectador".