Un irregular Wong Kar-Wai abrió tibiamente el 60 Festival de Cannes

por © E.E. (Cannes)-NOTICINE.com
Weisz, lo mejor
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Escenas del filmWeisz, lo mejor16-V-07

Irregular y más bien decepcionante, aunque hubo diplomáticos aplausos, "My blueberry nights" no fue capaz de evitar la "maldición inaugural" de los últimos años en Cannes: cintas muy bien acompañadas (por directores y estrellas de renombre) pero a la postre por debajo de sus expectativas. Y ciertamente con Wong Kar-Wai, el idolatrado maestro oriental de "Deseando amar / In the mood for love" tras la cámara y en su primera incursión en Estados Unidos (aunque, aviso a navegantes: los coproductores son franceses y chinos), con cuatro figuras de primer nivel, la cantante Norah Jones debutando en cine, Jude Law, Rachel Weisz y Natalie Portman, el interés era más que notable ante esta cinta que en sesión de gala se proyectó tras la ceremonia presentada por la preciosa Diane Kruger.

Así comenzaba la 60 edición del más famoso y mediático festival del mundo, donde el cine latino ocupa puestos más bien secundarios, excepción hecha del mexicana Reygadas que -¡oh sorpresa!- tiene coproductores franceses y por ello opta a la Palma de Oro junto a otros 21 títulos.

Y es que este festival continúa siendo el gran escaparate del cine francés, ya sea el hablado en su idioma y hecho por sus profesionales y el que productores franceses ayudan a financiar en otros idiomas y con cineastas o figuras de los más diversos orígenes, como esta "My blueberry nights", para la que la palabra más recurrente en el comentario de la prensa este miércoles fue "irregular".

El film, que parte del momento en que una chica (Jones) es abandonada telefónicamente por su novio, lo que le provoca una huída por diferentes lugares de Estados Unidos que va generando una "road movie" con la llegada de otro par de historias dentro de la misma película, carece de la intensidad sentimental que tuviera "Deseando amar", y aunque la historia intermedia -esteralizada por David Strathairn y una espléndida Rachel Weisz en plan mujer fatal- es la que se lleva la mejor parte, su antecente -la parte en que Norah Jones, que mantiene el tipo pese a su bisoñez, es abandonada- y la última, donde a la pobre Natalie Portman le toca lo peor, están bastante por debajo.

Además, a Wong Kar-Wai, que sigue apoyándose en la música como respaldo inevitable, le pierde una cierta imaginería "video-clipera" que tampoco ayuda a mantener el conjunto en un tono agradable. Sin duda de la mano de los actores con los que ha contado -el "malo" Tim Roth también es otro secundario- a esta coproducción chino-fancesa se le van a abrir mercados que no tuvieron sus precedentes films, pero al coste de perder a parte de sus previos incondicionales.

La ceremonia inaugural, a la que asistieron entre los invitados junto a Kar-Wai, Law y Jones, Gong Li, Juliette Binoche, Luc Besson, David Lynch, el nonagenario portugués Manoel de Oliveira, y los miembros del jurado Maggie Cheung, Toni Collette, Sarah Polley, Michel Piccoli y el escritor turco Orhan Pamuk, presididos todos por el realizador Stephen Frears, fue todo un auto-homenaje a este rentable evento que pretende combinar autoría y negocio. "Celebramos 60 años de gracia, felicidad, de flechazos y decepciones, 60 años de Palmas de Oro esperadas, envidiadas, admiradas"... dijo Diane Kruger, ataviada con un elegante vestido rosa claro.