Recta final para la Mostra con un triste balance italiano

por © E.E. (Venecia)-NOTICINE.com-Fotos: AP/Reuters
Adrià y Victor, como hermanos
Adrià y Victor, como hermanos
Rembrant y GreenawayAdrià y Victor, como hermanos6-IX-07

Lo ha dicho Rodrigo Díaz, director del Festival de Trieste y asesor -al que no debe escuchar demasiado- del director Marco Müller: "Hay poco cine latino en la Mostra". El certamen italiano en cambio tiene tres films nacionales en la competencia, dos de los cuales se han presentado en esta recta final, con lamentables resultados. Todos los festivales son "caseros". Es inevitable, pero mientras el cine francés puede tener mejor o peor cosecha pero es el más diverso y abundante de Europa, y el alemán es capaz de regalarnos últimamente un puñado de grandes títulos... en Italia no hay nada de eso.

Ni siquiera la presencia de la diva francesa Fanny Ardant, quien calentó el ambiente en jornadas previas con unas comentadísimas -y criticadísimas aquí- declaraciones en las que
hablaba demasiado bien de Renato Curcio, el fundador de las Brigadas Rojas, ha logrado captar una buena receptividad para "L'ora di punta", de Vincenzo Marra, un "thriller" dramático sobre un joven policía ambicioso, "trepa" y corrupto.

Sí es de reconocer que la propia prensa italiana no barre para casa y es la primera en dar palos a sus representantes. Lo han hecho con esta cinta -en la que sólo las interpretaciones evitan el naufragio- y lo hicieron también con "Il dolce e l'amaro", de Andrea Porporati, que aunque sigue en la línea autocrítica de la sociedad italiana (aquí se trata de un mafioso de segunda división), tampoco aporta nada de interés. La sequía de ideas es lamentable en un cine italiano que se repite más que unos espaguetis al ajillo. No olvidemos que la tercera italiana en discordia, "Nessuna qualita agli eroi" de Paolo Franchi, claramente molestó e indignó a más de uno, por su recurso fácil al sexo como formula de epatar a un espectador totalmente ajeno a lo que se contaba.

Habrá quien piense que Italia (como suele ocurrir en España con San Sebastián y los grandes realizadores nacionales) reserva sus mejores armas para el mercado externo, pero podemos asegurarles que poco brillo suelen tener en estos últimos años sus embajadas en Cannes o Berlín.

En competencia este jueves estuvo también el británico Peter Greenaway, que como Guerín la víspera, da a la selección oficial otra de esas guindas "autorales" que el espectador medio es incapaz de apreciar en su aburrimiento, pero que lucen mucho en un certamen que necesita lavar sus pecados de sometimiento a Hollywood.

Pintor él mismo, Greenaway se fija esta vez en su colega Rembrandt en "Nightwatching", que toma título del cuadro homónimo del artista holandés. Aquí hay cierta trama, cuando Rembrandt descubre un asesinato y deja indicios en su pintura, lo que acaba causándole la ruina. El estilo opulento, rico hasta el mínimo detalle en fotografía, dirección artística, música... del británico es de sobra conocido, y en este sentido "Nightwatching" ofrece valores estéticos notables, que la hacen más soportable... un rato, pero al final hay indigestión.

Por otro lado, entre las actividades y secciones paralelas, dos cineastas españoles, Adrià García y Víctor Maldonado, han presentado este jueves al aire libre en la Arena del Campo San Polo de la ciudad de los canales, su film de animación "Nocturna", sobre un niño que se atreve a enfrentar sus miedos haciéndose cómplice de la noche.

Como decíamos al principio, Rodrigo Díaz ha lanzado un dardo mojado en miel sobre su actual jefe, Marco Müller, asumiendo que el cine latino está injustamente menospreciado en Venecia, aunque la culpa no sea del director que acaba este año su cuatrienio contractual. El chileno asesor de la Mostra y director él mismo de un festival especializado, el de Trieste, ha dicho a EFE que "hay una ausencia de una lectura del mundo y la función del cine en las relaciones internacionales". Para Díaz, "por muchos años, hablar de cine de América Latina era hablar de cine comprometido, como si la historia se hubiese quedado pegada. Por eso es más fácil que acá selecciones un film de este tipo antes que una comedia o un thriller. Y es un fastidio, en América Latina se produce de todo".

En opinión del espacialista chileno, San Sebastián es la principal esperanza latina: "Lamentablemente, se ha derrumbado el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva y San Sebastián ha tenido que asumir un papel que no era el suyo".