Danny Trejo "regala" su última película y ofrece trabajo en la siguiente
El popular "malo" de las películas de Robert Rodríguez y Tarantino, Danny Trejo, y su socio, director y guionista en "Vengeance", Gil Medina, acudieron al último American Film Market con la intención de encontrar distribuidor para su cinta de acción, que habían producido ellos mismos. No lo lograron, y al volver a casa con las manos vacías y la película bajo el brazo sin nadie que la lanzara... idearon un sistema alternativo de distribución y crearon la "Vengeance army".
¿Que de qué se trata? Es un grupo juvenil de apoyo, respaldado por las redes sociales de internet y su propia web (www.vengeancearmy.com) en el que se brinda la oportunidad de trabajar en la próxima película que Trejo y Medina realicen. Ya sea como actores (con lineas de diálogo, nada de figuración...), ayudantes de realización o producción o cualquier otra labor técnica. Para lograrlo, basta con ser "campeones" en el peculiar sistema de autodistribución de la película.
"Vengeance" ha sido editada en DVD y se vende -ellos dicen "regala"- por correo a cambio de 5,99 dólares, cantidad correspondiente a gastos de envío y manipulación del disco. Según Variety llevan colocadas ya más de 70.000 copias y 40.000 personas se han movilizado para conseguir pedidos que les permitan estar en la futura película del protagonista de "Machete".
Según ha explicado el ex delincuente y actor, se trata de devolver a sus "fans" el cariño que ha recibido de ellos después de 180 películas en apenas dos décadas y media de carrera. "Todas las cosas buenas que me han ocurrido en la vida han sido consecuencia de intentos de ayudar a alguien", afirma Trejo, que ahora espera ayudar a jóvenes a empezar una carrera en el cine.
Con una cara marcada de arrugas, ojos pequeños e inquietantes, duros rasgos indígenas y un cuerpo horneado en el gimnasio, Trejo se ha hecho un tipo perfectamente identificable para los amantes del género de acción, aunque Robert Rodríguez, de quien es primo segundo, que contó con él desde sus inicios tras la cámara, ha colaborado poderosamente en esa fama.
Daniel Trejo, nacido hace 65 años en un barrio de emigrantes mexicanos en Los Angeles, no sólo tiene "cara de malo". En realidad lo fue. Durante más de una decena de años visitó asiduamente cárceles y comisarías. Fue drogadicto juvenil y delincuente. En la cárcel se entretuvo entrenándose como boxeador, y a su salida empezó a ayudar a jóvenes con problemas a dejar las drogas y no repetir sus malas experiencias.
Precisamente cuando uno de ellos, que había participado antes con él en un programa de rehabilitación, le pidió ayuda desde el rodaje de una película en la que estaba trabajando, la vida de Trejo se transformó por completo. Fue en 1985, mientras se filmaba "El tren del infierno", y al verlo por el set, el realizador Andrei Konchalovsky le ofreció un papel de criminal que sería el primero de una larguísima serie de pequeñas apariciones.
¿Que de qué se trata? Es un grupo juvenil de apoyo, respaldado por las redes sociales de internet y su propia web (www.vengeancearmy.com) en el que se brinda la oportunidad de trabajar en la próxima película que Trejo y Medina realicen. Ya sea como actores (con lineas de diálogo, nada de figuración...), ayudantes de realización o producción o cualquier otra labor técnica. Para lograrlo, basta con ser "campeones" en el peculiar sistema de autodistribución de la película.
"Vengeance" ha sido editada en DVD y se vende -ellos dicen "regala"- por correo a cambio de 5,99 dólares, cantidad correspondiente a gastos de envío y manipulación del disco. Según Variety llevan colocadas ya más de 70.000 copias y 40.000 personas se han movilizado para conseguir pedidos que les permitan estar en la futura película del protagonista de "Machete".
Según ha explicado el ex delincuente y actor, se trata de devolver a sus "fans" el cariño que ha recibido de ellos después de 180 películas en apenas dos décadas y media de carrera. "Todas las cosas buenas que me han ocurrido en la vida han sido consecuencia de intentos de ayudar a alguien", afirma Trejo, que ahora espera ayudar a jóvenes a empezar una carrera en el cine.
Con una cara marcada de arrugas, ojos pequeños e inquietantes, duros rasgos indígenas y un cuerpo horneado en el gimnasio, Trejo se ha hecho un tipo perfectamente identificable para los amantes del género de acción, aunque Robert Rodríguez, de quien es primo segundo, que contó con él desde sus inicios tras la cámara, ha colaborado poderosamente en esa fama.
Daniel Trejo, nacido hace 65 años en un barrio de emigrantes mexicanos en Los Angeles, no sólo tiene "cara de malo". En realidad lo fue. Durante más de una decena de años visitó asiduamente cárceles y comisarías. Fue drogadicto juvenil y delincuente. En la cárcel se entretuvo entrenándose como boxeador, y a su salida empezó a ayudar a jóvenes con problemas a dejar las drogas y no repetir sus malas experiencias.
Precisamente cuando uno de ellos, que había participado antes con él en un programa de rehabilitación, le pidió ayuda desde el rodaje de una película en la que estaba trabajando, la vida de Trejo se transformó por completo. Fue en 1985, mientras se filmaba "El tren del infierno", y al verlo por el set, el realizador Andrei Konchalovsky le ofreció un papel de criminal que sería el primero de una larguísima serie de pequeñas apariciones.