Hablan la directora y los actores de "Cinco días sin Nora"

Mariana Chenillo
Mariana Chenillo
Ganadora en los festivales de Morelia y Guanajuato, "Cinco días sin Nora" se estrena este viernes en 36 salas de la ciudad de México y el Área Metropolitana. El film cuenta con las actuaciones de Cecilia Suárez, Ari Brickman, Verónica Langer, Juan Carlos Colombo, Enrique Arreola, Max Kerlow y Juan Pablo de Medina. También actúan Marina de Tavira y Fernando Luján, "protagonista absoluto" de la historia, según su directora Mariana Chenillo. Correcamara.com platicó con los tres sobre los temas abordados en la cinta como los reencuentros, las reconciliaciones, la religión, las tradiciones y la muerte.

- ¿De qué trata "Cinco días sin Nora"?
MARIANA CHENILLO: Es sobre un hombre llamado José (Fernando Luján) que tiene que hacerse cargo del cadáver de su exmujer Nora, la cual antes de suicidarse ideó un plan para que él hiciera exacto lo que ella quiere, y él no quiere hacerlo. Me di permiso de contextualizar la película lo cual no pasa muchas veces en el cine mexicano, yo me permití hablar de algo muy particular que es una familia que pertenece a la cultura judía; sin embargo José es ateo, lo que genera muchas contradicciones, y surgen cosas con las que tiene que luchar pero que operarán un cambio en él.

- ¿Hay una crítica a la religión judía en la película?
MCH: No, lo que vemos es el punto de vista de José, lo que permite otro nivel de lectura en la película. Pero también vemos la tradición judía de la muerte, todos los rituales judíos alrededor de la ceremonia de la muerte son muy sabios y están dirigidos a los que se quedan, hacia lo que pasa con los vivos. La esencia de la película es como esta familia va a seguir a partir de la muerte de Nora.

MARINA DE TAVIRA: La película toca el punto de que la religión es mucho más que la fe: también tiene que ver con la familia, con la comunidad, con las relaciones sociales y uno se relaciona a través de los ritos, el rito es una fiesta y la muerte también es una fiesta, dolorosa pero fiesta al fin y al cabo. No creo que esté criticando una u otra religión, más bien hay una redimensión de las tradiciones y un entendimiento de los personajes. Las ceremonias marcan un final y un principio, José reniega cualquier tipo de rito pero eventualmente acepta porque es lo único que le va a permitir continuar.

FERNANDO LUJÁN: Simple y sencillamente José intenta defenderse del problema que le está dejando Nora y goza en cierta forma fregando al rabino por ejemplo, son sus pequeñas venganzas hacia ella. Él es un rebelde, está convencido de que ni en la religión católica ni en la judía ni en otra hay otro ser afuera, considera que cuando te mueres, te mueres y que el tiempo que tengas aquí es el único que tendrás.

- ¿De dónde surge la historia de "Cinco días sin Nora"?
MCH: Partí de una historia parcialmente familiar de mis abuelos y para darle sentido la convertí en una ficción, la exageré, le di un giro a unos eventos; la realidad no la entendemos, la ficción sí. Yo tomé esa sensación de reencuentro, reconciliación y en el proceso de síntesis traté que eso le sucediera al personaje de José, traté de arriesgarme porque es una historia familiar y tiene un toque cultural.

- En la película se hablan de temas fuertes y profundos como el suicidio por un lado y las relaciones interpersonales, por otro. ¿Por qué darle toques de comedia al relato?
MCH: Porque la comedia permite hablar de cosas profundas y dolorosas de manera muy abierta y directa, sin que el espectador se tenga que proteger de algo muy pesado.

- Fernando ¿Cómo se logra este equilibrio entre el tono dramático y el de comedia que vemos en "Cinco días sin Nora"?
FL: El personaje está bien delineado desde el guión, cuando tienes un texto bien hecho y bien escrito, lo único que uno tiene que hacer es seguirlo y no mentirlo de ninguna manera, pero esa es una labor conjunta entre el actor y el director, él no tiene que permitir que uno se vaya por otro lado.

MCH: Yo tuve el privilegio de trabajar en mi primera película con un actor como Fernando Luján que ha hecho más de cien películas y algo que me maravilló y me hizo aprender mucho sobre puesta en cámara fue la limpieza escénica con la que Fernando actúa; es transparente, ves lo que estás pensando y sabes que no necesitas nada más sino dejarlo fluir, que transite por las situaciones. Cuando uno tiene un actor de ese tamaño sólo tiene que poner los elementos para generar el humor y tener el rigor para que esos elementos estén a la altura de su actuación.

- Marina, su personaje, Nora, tiene catorce intentos de suicidio ¿qué te hizo aceptar el papel?
MT: Porque estaba entretejido en medio de una historia hermosísima, hay algo muy bonito en la melancolía con la Nora que se conecta con el mundo. Construimos mucho al personaje a partir de las fotografías, que al ser vistas por José, marcan los momentos de cambio en él.

- ¿Cómo es abordado el tema de la muerte en la película?
MCH: Es un rasgo profundamente mexicano, que tampoco es una sola cultura, está hecha de muchas otras, cada pueblo que la constituye ha puesto parte de sus tradiciones. El humor con el que nosotros vemos la muerte es algo que nos caracteriza, lo usamos para entender las cosas dolorosas que nos pasan y que en el caso de la película permite que al haber un cadáver en la casa, la atención no esté centrada en él sino en cómo cada uno de los personajes va digiriendo lo que pasó.

FL: Algo que para mí es muy simbólico es que el suicidio es un cambio, muchas veces matas algo para crear algo nuevo, entonces las película es un suicidio para el personaje de José, suicida algunos aspectos de su vida para encontrar o revivir otros.