Florence Jaugey, directora de "La Yuma": "Era un deber devolver a los nicaraguenses el reflejo de su realidad"
Francesa afincada en Nicaragua desde hace más de dos décadas, Florence Jaugey ha realizado "La Yuma", primer film nicaraguense en casi 20 años, que ahora pasea por diferentes festivales del mundo. Esta historia sobre una joven que escapa de su situación gracias al boxeo es -afirma en declaraciones exclusivas a NOTICINE.com en Miami, donde concursa en el apartado iberoamericano- sólo una excusa para reflejar la realidad de un país "que había perdido el reflejo de su propia imagen".
- ¿Cuál es el origen de su película?
Empecé a escribir este guión en el 98, con un fondo del Festival de Rotterdam, y por aquel entonces todavía no se había hecho ninguna película sobre una chica boxeadora. Cuando lo terminé empezaron a salir las tres o cuatro películas sobre el mismo tema que conocemos, mientras yo estaba desesperadamente buscando el dinero para poner en marcha la producción. Pero la idea fundamental no es una historia sobre el boxeo. Este es un pretexto para la muchacha, para salir adelante, salir del barrio y exteriorizar toda esa energía que podría ser negativa. La idea me vino de todas las experiencias que tuve a lo largo de 20 años haciendo documentales en todo el país, en todos los barrios... Conocí muchas situaciones y muchas gentes. Los nicaraguenses son muy expresivos, comparten mucho. Entonces, vi muchas cosas, me contaron muchas cosas... Y en esta película, sencillamente no he inventado nada. Junté historias de las que tuve conocimiento como documentalista.
- Tienes que ser difícil desde un punto de vista industrial poner un marcha un proyecto así en un país tan pequeño y con tan escasa tradición fílmica como Nicaragua...
No se hizo con un planteamiento industrial, sino como una necesidad de reflejar a un país que ha perdido en cierta forma su identidad a través de la proyección al exterior, porque no hay cine, no hay televisión... ninguna producción que refleje la realidad nicaraguense, ni para dentro ni para fuera. Entonces la gente ha perdido el reflejo de su propia imagen, Considero un deber devolvérselo. Por eso la película está totalmente anclada en la realidad de Nicaragua en el siglo XXI y refleja la vivencia diaria de la gente. Obviamente, ahora la película está hecha, luchamos diez años para hacerla y tenemos que pensar en un futuro y quizás en rentabilizar, recuperar o comercializar... En el mercado nacional únicamente hay 21 salas de cine, así que sólo allí no vamos a poder amortizar la película cuando se estrene en mayo, aunque confiamos en que sea un gran éxito porque la gente tiene unas ansias de ver la película que son totalmente comprensibles. En cuanto al exterior, por eso estamos viajando de festival en festival... Venimos de Cartagena, ahora estamos en Miami, luego en Guadalajara... para ver como la lanzamos en el mercado internacional. De cara a futuras producciones es otro lío, pienso que si no hay voluntad política de un país para desarrollar la producción artística en general... no se puede. Esta película se hizo sólo con fondos extranjeros y nacionales de empresas privadas. Es tiempo y ojalá que con esta películas hagamos entender al gobierno que tiene que dictar leyes de cinematografía, crear un instituto... y mecanismos que favorezcan la existencia de un cine nacional en Nicaragua.
- ¿Es muy diferente la acogida a "La Yuma" en Europa o en América Latina?
Me ha llamado mucho la atención que la acogida ha sido muy buena por el público en festivales de países muy diferentes. Primero la lanzamos en Alemania, en el Festival de Mannheim, y fue muy increible la acogida, cuando la copia ni siquiera estaba subtitulada en alemán, sino en inglés... En Cuba fue maravilloso. La gente participó totalmente en el debate sobre la película, en Francia también, aquí fue muy lindo en el cine de la Pequeña Habana, donde había muchos nicaraguenses entre el público. Es una película que le llega muy bien a la gente porque aunque muestra una realidad que es muy dura tiene bastante emoción, una pizca de esperanza y algo de humor, que llegan al corazón del público. Salen del cine viendo una realidad difícil pero quizás abiertos a un futuro algo esperanzador...
- ¿Cuál es el origen de su película?
Empecé a escribir este guión en el 98, con un fondo del Festival de Rotterdam, y por aquel entonces todavía no se había hecho ninguna película sobre una chica boxeadora. Cuando lo terminé empezaron a salir las tres o cuatro películas sobre el mismo tema que conocemos, mientras yo estaba desesperadamente buscando el dinero para poner en marcha la producción. Pero la idea fundamental no es una historia sobre el boxeo. Este es un pretexto para la muchacha, para salir adelante, salir del barrio y exteriorizar toda esa energía que podría ser negativa. La idea me vino de todas las experiencias que tuve a lo largo de 20 años haciendo documentales en todo el país, en todos los barrios... Conocí muchas situaciones y muchas gentes. Los nicaraguenses son muy expresivos, comparten mucho. Entonces, vi muchas cosas, me contaron muchas cosas... Y en esta película, sencillamente no he inventado nada. Junté historias de las que tuve conocimiento como documentalista.
- Tienes que ser difícil desde un punto de vista industrial poner un marcha un proyecto así en un país tan pequeño y con tan escasa tradición fílmica como Nicaragua...
No se hizo con un planteamiento industrial, sino como una necesidad de reflejar a un país que ha perdido en cierta forma su identidad a través de la proyección al exterior, porque no hay cine, no hay televisión... ninguna producción que refleje la realidad nicaraguense, ni para dentro ni para fuera. Entonces la gente ha perdido el reflejo de su propia imagen, Considero un deber devolvérselo. Por eso la película está totalmente anclada en la realidad de Nicaragua en el siglo XXI y refleja la vivencia diaria de la gente. Obviamente, ahora la película está hecha, luchamos diez años para hacerla y tenemos que pensar en un futuro y quizás en rentabilizar, recuperar o comercializar... En el mercado nacional únicamente hay 21 salas de cine, así que sólo allí no vamos a poder amortizar la película cuando se estrene en mayo, aunque confiamos en que sea un gran éxito porque la gente tiene unas ansias de ver la película que son totalmente comprensibles. En cuanto al exterior, por eso estamos viajando de festival en festival... Venimos de Cartagena, ahora estamos en Miami, luego en Guadalajara... para ver como la lanzamos en el mercado internacional. De cara a futuras producciones es otro lío, pienso que si no hay voluntad política de un país para desarrollar la producción artística en general... no se puede. Esta película se hizo sólo con fondos extranjeros y nacionales de empresas privadas. Es tiempo y ojalá que con esta películas hagamos entender al gobierno que tiene que dictar leyes de cinematografía, crear un instituto... y mecanismos que favorezcan la existencia de un cine nacional en Nicaragua.
- ¿Es muy diferente la acogida a "La Yuma" en Europa o en América Latina?
Me ha llamado mucho la atención que la acogida ha sido muy buena por el público en festivales de países muy diferentes. Primero la lanzamos en Alemania, en el Festival de Mannheim, y fue muy increible la acogida, cuando la copia ni siquiera estaba subtitulada en alemán, sino en inglés... En Cuba fue maravilloso. La gente participó totalmente en el debate sobre la película, en Francia también, aquí fue muy lindo en el cine de la Pequeña Habana, donde había muchos nicaraguenses entre el público. Es una película que le llega muy bien a la gente porque aunque muestra una realidad que es muy dura tiene bastante emoción, una pizca de esperanza y algo de humor, que llegan al corazón del público. Salen del cine viendo una realidad difícil pero quizás abiertos a un futuro algo esperanzador...