Natalia Smirnoff se reinventa con "Rompecabezas"
La argentina Natalia Smirnoff, profesional del cine tras la cámara, como asistente en realización, producción y casting, estuvo en películas tan señaladas como "Garage Olimpo", "La ciénaga", "Herencia", "El sueño de Valentín" o "Cama adentro", ha dado el paso de sentarse a escribir un guión y luego realizar su opera prima, "Rompecabezas", que compitió en la pasada Berlinale y recientemente se exhibió en el BAFICI porteño, para estrenarse finalmente este jueves en la Argentina.
La que algunos llaman "heredera de Lucrecia Martel", directora con la que ha colaborado en todos sus proyectos, contó con tres sólidos actores, María Onetto, Arturo Goetz y Gabriel Goity, al servicio de un film minimalista sobre la particular "liberación" de una mujer madura a partir de sus habilidades montando puzzles.
"Es una pelicula -explica Smirnoff a NOTICINE.com- que cuenta una historia simple, sencilla, que sigue el punto de vista de una ama de casa de 50 años, que está empezando a vislumbrar una crisis porque sus hijos están por irse de casa, lo que se llama el síndrome del "nido vacío", aunque no está aún del todo en ello, y le regalan un puzzle, un rompecabezas, y descubre que tiene un don, que es genial armando algo... Entonces se lanza a explorar eso. Por primera vez en su vida más que dedicar su tiempo a los demás, a su familia, con la que si bien es feliz tal vez le dedique demasiada energía, empieza a hacer algo por y para ella misma. Conoce a un millonario que impresionado por su don la quiere llevar como pareja al campeonato del mundo en Alemania, y empiezan a entrenar juntos, para ese torneo".
Sobre el origen de su guión, la cineasta argentina cree que obedece a una maduración de su propia vida y su experiencia en el cine: "Yo llevaba tiempo en este mundo, como asistente de dirección y en casting, y estaba en un momento nuevo para mí porque acababa de ser madre. La maternidad me había hecho plantearme una serie de preguntas y nuevas cuestiones. Antes tuve otras vidas... Estudié ingeniería de sistemas y trabajé como periodista, en una revista de televisión y cable para la cual tuve que viajar por diferentes países del mundo. Me preguntaba sobre la gente que quizás tiene un don muy grande pero no lo descubre, nunca vive todas las posibilidades que tiene. El pasar por una crisis te permite un gran cambio, una depresión o volverte loca, como cuando una ama de casa se queda sin hijos porque se van, y su función principal va a cambiar. Así, mi protagonista asume el cambio, el juego, descubrir ese don y vivir una pasión".
Aunque en Berlín la cinta tuvo buena acogida no logró entrar en el palmarés. Honores aparte, sí logró otro fundamental objetivo: consolidar sus ventas internacionales. "Me pareció que entendieron y disfrutaron la historia. Allí se vendió a un montón de países, en Europa y Asía inclusive, y se espera también en Estados Unidos. Así que muy bien, es como un milagro, no se puede pedir más...", resume Natalia Smirnoff.
La que algunos llaman "heredera de Lucrecia Martel", directora con la que ha colaborado en todos sus proyectos, contó con tres sólidos actores, María Onetto, Arturo Goetz y Gabriel Goity, al servicio de un film minimalista sobre la particular "liberación" de una mujer madura a partir de sus habilidades montando puzzles.
"Es una pelicula -explica Smirnoff a NOTICINE.com- que cuenta una historia simple, sencilla, que sigue el punto de vista de una ama de casa de 50 años, que está empezando a vislumbrar una crisis porque sus hijos están por irse de casa, lo que se llama el síndrome del "nido vacío", aunque no está aún del todo en ello, y le regalan un puzzle, un rompecabezas, y descubre que tiene un don, que es genial armando algo... Entonces se lanza a explorar eso. Por primera vez en su vida más que dedicar su tiempo a los demás, a su familia, con la que si bien es feliz tal vez le dedique demasiada energía, empieza a hacer algo por y para ella misma. Conoce a un millonario que impresionado por su don la quiere llevar como pareja al campeonato del mundo en Alemania, y empiezan a entrenar juntos, para ese torneo".
Sobre el origen de su guión, la cineasta argentina cree que obedece a una maduración de su propia vida y su experiencia en el cine: "Yo llevaba tiempo en este mundo, como asistente de dirección y en casting, y estaba en un momento nuevo para mí porque acababa de ser madre. La maternidad me había hecho plantearme una serie de preguntas y nuevas cuestiones. Antes tuve otras vidas... Estudié ingeniería de sistemas y trabajé como periodista, en una revista de televisión y cable para la cual tuve que viajar por diferentes países del mundo. Me preguntaba sobre la gente que quizás tiene un don muy grande pero no lo descubre, nunca vive todas las posibilidades que tiene. El pasar por una crisis te permite un gran cambio, una depresión o volverte loca, como cuando una ama de casa se queda sin hijos porque se van, y su función principal va a cambiar. Así, mi protagonista asume el cambio, el juego, descubrir ese don y vivir una pasión".
Aunque en Berlín la cinta tuvo buena acogida no logró entrar en el palmarés. Honores aparte, sí logró otro fundamental objetivo: consolidar sus ventas internacionales. "Me pareció que entendieron y disfrutaron la historia. Allí se vendió a un montón de países, en Europa y Asía inclusive, y se espera también en Estados Unidos. Así que muy bien, es como un milagro, no se puede pedir más...", resume Natalia Smirnoff.
REPORTAJE EXCLUSIVO SOBRE "ROMPECABEZAS"