Andy García considera que "Cristiada" habla de "la libertad absoluta que buscan los seres humanos"
El actor cubanoamericano Andy García y sus colegas Eva Longoria y Eduardo Verástegui ya filman en Durango "Cristiada", cinta sobre la rebelión catolica contra el poder civil resultante de la Revolución mexicana, que bajo la dirección de Dean Wright reune a talentos de ambos lados de la frontera, en la que se dice es la producción mexicana más cara de la historia, con un costo de 110 millones de pesos (8,5 millones de dólares). La filmación tiene al estado de Durango como principal locación, y significará para éste una derrama económica de 25 millones de pesos. 4000 personas trabajarán como extras.
En conversación con periodistas locales, García compartió su satisfacción por encontrarse de nuevo en México. "Es un placer estar aquí con ustedes, México me trae buenos recuerdos, pues desde joven acompañé a mi padre como su asistente, cuando él era un promotor de ventas y continuamente visitaba Quintana Roo", recordó el actor y realizador habanero.
El protagonista de "El padrino III" interpreta en "Cristiada" al militar ultracatólico regiomontano Enrique Gorostieta y Velarde, quien se levantó en armas contra sus ex compañeros de la Revolución para defender los privilegios y prerrogativas de la Iglesia Católicia, cuyo poder había quedado muy limitado como consecuencia de la laicista Constitución de 1910.
Andy García considera que el film que actualmente interpreta "es sumamente importante para nosotros, porque habla de uno de los temas básicos y necesarios del mundo, como es el de la libertad absoluta del ser humano, y así celebramos algo que muchas veces se ha pagado con la muerte".
El conocido actor de Hollywood recordó igualmente su relación con este país a través de su amistad "con actores y técnicos con los que he trabajado en producciones estadounidenses, y con los que he tenido una gran amistad".
El primer claquetazo del film se dio, como no podría ser de otra manera dado el tema en la calle Constitución, frente a la puerta lateral poniente de la Catedral. Asistieron además de García y los también actores Longoria y el productor mexicano de la cinta, Pablo José Barroso Barroso y el director Dean Wright, así como el gobernador del estado, Ismael Hernández Deras. En Durango están felices por recibir una producción tan ambiciosa, que aparte de dejar in situ 19 millones de dólares, significará 7000 empleos. Luego el rodaje se trasladará a Puebla y San Luis Potosí.
"Cristiada", con guión de Michael Love, se situa en tiempos de la Guerra Cristera, que se desarrolló a finales de los años 20 en México entre el gobierno revolucionario y sectores populares instigados por la Iglesia católica que se oponían a la pérdida de prerrogativas del clero tras la Constitución de 1910. El conflicto civil duró oficialmente tres años, entre 1926 y 1929, y recibió su nombre del grito de las fuerzas rebeldes ("Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe"), integradas en su mayoría por campesinos iletrados arengados por religiosos y terratenientes. Durante el mismo, murieron cerca de un cuarto de millón de personas, se desarrollaron episodios de gran crueldad por ambas partes, y terminó sin una victoria clara de ningún bando. La Constitución fue mantenida, aunque el recorte de derechos contra la Iglesia se suavizó. Con la intermediación del embajador norteamericano, se llegó a un acuerdo de paz que muchos alzados consideraron una traición de parte de los dignatarios eclesiásticos locales.
En conversación con periodistas locales, García compartió su satisfacción por encontrarse de nuevo en México. "Es un placer estar aquí con ustedes, México me trae buenos recuerdos, pues desde joven acompañé a mi padre como su asistente, cuando él era un promotor de ventas y continuamente visitaba Quintana Roo", recordó el actor y realizador habanero.
El protagonista de "El padrino III" interpreta en "Cristiada" al militar ultracatólico regiomontano Enrique Gorostieta y Velarde, quien se levantó en armas contra sus ex compañeros de la Revolución para defender los privilegios y prerrogativas de la Iglesia Católicia, cuyo poder había quedado muy limitado como consecuencia de la laicista Constitución de 1910.
Andy García considera que el film que actualmente interpreta "es sumamente importante para nosotros, porque habla de uno de los temas básicos y necesarios del mundo, como es el de la libertad absoluta del ser humano, y así celebramos algo que muchas veces se ha pagado con la muerte".
El conocido actor de Hollywood recordó igualmente su relación con este país a través de su amistad "con actores y técnicos con los que he trabajado en producciones estadounidenses, y con los que he tenido una gran amistad".
El primer claquetazo del film se dio, como no podría ser de otra manera dado el tema en la calle Constitución, frente a la puerta lateral poniente de la Catedral. Asistieron además de García y los también actores Longoria y el productor mexicano de la cinta, Pablo José Barroso Barroso y el director Dean Wright, así como el gobernador del estado, Ismael Hernández Deras. En Durango están felices por recibir una producción tan ambiciosa, que aparte de dejar in situ 19 millones de dólares, significará 7000 empleos. Luego el rodaje se trasladará a Puebla y San Luis Potosí.
"Cristiada", con guión de Michael Love, se situa en tiempos de la Guerra Cristera, que se desarrolló a finales de los años 20 en México entre el gobierno revolucionario y sectores populares instigados por la Iglesia católica que se oponían a la pérdida de prerrogativas del clero tras la Constitución de 1910. El conflicto civil duró oficialmente tres años, entre 1926 y 1929, y recibió su nombre del grito de las fuerzas rebeldes ("Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe"), integradas en su mayoría por campesinos iletrados arengados por religiosos y terratenientes. Durante el mismo, murieron cerca de un cuarto de millón de personas, se desarrollaron episodios de gran crueldad por ambas partes, y terminó sin una victoria clara de ningún bando. La Constitución fue mantenida, aunque el recorte de derechos contra la Iglesia se suavizó. Con la intermediación del embajador norteamericano, se llegó a un acuerdo de paz que muchos alzados consideraron una traición de parte de los dignatarios eclesiásticos locales.