Entrevista con Alejandro Gerber, ante el estreno de "Vaho"
Cuenta el Popol Vuh que luego de que los dioses crearon al hombre y se dieron cuenta que era perfecto se sintieron amenazados, por lo que decidieron soplarle un vaho a los ojos para que su visión y su entendimiento quedaran limitados y no pudiera darse cuenta de cómo eran las cosas en realidad. Esta idea del vapor que enceguece a las personas es retomada por Alejandro Gerber en "Vaho", su primer largometraje, que llega a las pantallas grandes mexicanas este viernes con diez copias después de haber obtenido una Mención Especial en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia. CorreCamara.com conversó con el director sobre esta historia de amistad, tragedia, injusticia y mucha sed…
- Su película puede verse como un homenaje a Iztapalapa ¿por qué le interesó ubicar la historia de su película ahí?
Cuando estaba escribiendo el guión de la película, trabajaba en Iztapalapa y en mis recorridos quedé fascinado muchos de sus lugares, tienen ciertas cosas hermosas y mágicas; empecé a rascar en su historia y quedé encantado con ella. Creo que para entender al Distrito Federal hay que entender la historia de esta delegación que fue la última que se urbanizó, que a finales de los 50 todavía era agrícola y rural; por ejemplo, la representación de la Pasión que se hace en el Cerro de la Estrella no es otra cosa que una fiesta patronal que la urbe deglutió y convirtió en una cosa masiva y mediática. Por eso quise hacer un retrato de la convivencia social en Iztapalapa; tenía muy claro a los tres personajes, sus perfiles y que tenían un pasado en común, lo demás se fue agregando en base a la realidad.
- En otros de sus guiones ("Viento aparte") al igual que en "Vaho", sus protagonistas son jóvenes que viven en un contexto de violencia y de relaciones familiares fallidas ¿Hay una razón especial por abordar estos temas?
Me interesa hablar del momento en cuando uno es joven porque en esta etapa en la que te estás formando como individuo, los sucesos te marcan y terminan definiéndote, señalando hacia donde vas. Acerca de la familia creo que el cine tiene el deber de hacer un retrato social, sobre todo en un país como México, en un momento como el que estamos atravesando. Y considero que la violencia es una forma de comunicación eminentemente humana, dice muchas cosas, cuando el lenguaje se acaba empieza la violencia y eso habla de nuestras limitaciones como seres humanos; tiene que ver con el tema de la película y con el vaho que ciega a los hombres.
- Una secuencia de su película recuerda al linchamiento de policías en la delegación Tláhuac ocurrido en 2004…
Es una referencia ineludible, fue un evento mediático que nos obligó a incorporar la palabra linchamiento y lo que involucra a nuestro vocabulario; quise mostrar el fenómeno social que implica y el hecho de que la sociedad, ante la ausencia de autoridad, decide tomar la justicia por sus propias manos de una manera ciega, sin averiguar si realmente está siendo justa o duplicando la injusticia.
- En "Vaho" vemos a muchas caras nuevas junto a rostros conocidos del cine mexicano como Marta Aura, Asur Zagada y Humberto Yañez…
La selección de los actores respondía a un criterio de realismo, buscamos a los protagonistas (Roberto Mares, Aldo Estuardo y Francisco Godínez) que se pudieran identificar con una zona de la ciudad y que además tuvieran el pulso de las cosas; un actor de televisión no entendería los sucesos que cuenta la película de la forma en que ellos lo hicieron simplemente porque está más aislado de la realidad y vive en la circunstancia ilusoria que provoca la fama.
- ¿Cómo lee el hecho de que su película, a diferencia de muchas mexicanas, se estrenó relativamente pronto pero, al igual que muchas, lo hace con un número pequeño de copias?
Es importante estrenar las películas pronto, es peligroso enlatarlas porque las películas envejecen y uno también en relación a ellas; es importante cerrar ese tipo de procesos y entregarle tu obra al público, en ese sentido es un logro estrenarla. Pero es cierto que lo hacemos en la misma circunstancias que el 90 por ciento de las películas mexicanas, en una situación no muy favorable, luchando contra los criterios de las exhibidoras que marginan al cine mexicano y que coartan las posibilidades que tiene de competir, de por sí limitadas, por el poder de mercadotecnia del cine hollywoodense. Faltan muchos espacios que conquistar y una batalla grande que dar para conseguir una exhibición digna de nuestro cine, que haga que el espectador encuentre fácilmente estas películas en cartelera.
- ¿En qué etapa se encuentra su siguiente proyecto, "Viento aparte"?
En la parte de desarrollo, yo creo que el siguiente año empezaremos a buscar financiamiento, es donde el asunto se pone azaroso.
- Su película puede verse como un homenaje a Iztapalapa ¿por qué le interesó ubicar la historia de su película ahí?
Cuando estaba escribiendo el guión de la película, trabajaba en Iztapalapa y en mis recorridos quedé fascinado muchos de sus lugares, tienen ciertas cosas hermosas y mágicas; empecé a rascar en su historia y quedé encantado con ella. Creo que para entender al Distrito Federal hay que entender la historia de esta delegación que fue la última que se urbanizó, que a finales de los 50 todavía era agrícola y rural; por ejemplo, la representación de la Pasión que se hace en el Cerro de la Estrella no es otra cosa que una fiesta patronal que la urbe deglutió y convirtió en una cosa masiva y mediática. Por eso quise hacer un retrato de la convivencia social en Iztapalapa; tenía muy claro a los tres personajes, sus perfiles y que tenían un pasado en común, lo demás se fue agregando en base a la realidad.
- En otros de sus guiones ("Viento aparte") al igual que en "Vaho", sus protagonistas son jóvenes que viven en un contexto de violencia y de relaciones familiares fallidas ¿Hay una razón especial por abordar estos temas?
Me interesa hablar del momento en cuando uno es joven porque en esta etapa en la que te estás formando como individuo, los sucesos te marcan y terminan definiéndote, señalando hacia donde vas. Acerca de la familia creo que el cine tiene el deber de hacer un retrato social, sobre todo en un país como México, en un momento como el que estamos atravesando. Y considero que la violencia es una forma de comunicación eminentemente humana, dice muchas cosas, cuando el lenguaje se acaba empieza la violencia y eso habla de nuestras limitaciones como seres humanos; tiene que ver con el tema de la película y con el vaho que ciega a los hombres.
- Una secuencia de su película recuerda al linchamiento de policías en la delegación Tláhuac ocurrido en 2004…
Es una referencia ineludible, fue un evento mediático que nos obligó a incorporar la palabra linchamiento y lo que involucra a nuestro vocabulario; quise mostrar el fenómeno social que implica y el hecho de que la sociedad, ante la ausencia de autoridad, decide tomar la justicia por sus propias manos de una manera ciega, sin averiguar si realmente está siendo justa o duplicando la injusticia.
- En "Vaho" vemos a muchas caras nuevas junto a rostros conocidos del cine mexicano como Marta Aura, Asur Zagada y Humberto Yañez…
La selección de los actores respondía a un criterio de realismo, buscamos a los protagonistas (Roberto Mares, Aldo Estuardo y Francisco Godínez) que se pudieran identificar con una zona de la ciudad y que además tuvieran el pulso de las cosas; un actor de televisión no entendería los sucesos que cuenta la película de la forma en que ellos lo hicieron simplemente porque está más aislado de la realidad y vive en la circunstancia ilusoria que provoca la fama.
- ¿Cómo lee el hecho de que su película, a diferencia de muchas mexicanas, se estrenó relativamente pronto pero, al igual que muchas, lo hace con un número pequeño de copias?
Es importante estrenar las películas pronto, es peligroso enlatarlas porque las películas envejecen y uno también en relación a ellas; es importante cerrar ese tipo de procesos y entregarle tu obra al público, en ese sentido es un logro estrenarla. Pero es cierto que lo hacemos en la misma circunstancias que el 90 por ciento de las películas mexicanas, en una situación no muy favorable, luchando contra los criterios de las exhibidoras que marginan al cine mexicano y que coartan las posibilidades que tiene de competir, de por sí limitadas, por el poder de mercadotecnia del cine hollywoodense. Faltan muchos espacios que conquistar y una batalla grande que dar para conseguir una exhibición digna de nuestro cine, que haga que el espectador encuentre fácilmente estas películas en cartelera.
- ¿En qué etapa se encuentra su siguiente proyecto, "Viento aparte"?
En la parte de desarrollo, yo creo que el siguiente año empezaremos a buscar financiamiento, es donde el asunto se pone azaroso.