El cine español prepara su "Grindhouse", "Doble Sesión"
El concepto no demasiado exitoso de Tarantino y Robert Rodríguez "Grindhouse" y lo que representaba, no sólo era familiar al espectador norteamericano. La "Sesión continua" o "programa doble" (dos películas de reestreno por el precio de una entrada normal) aunque ya haya desaparecido de los cines españoles, fue familiar a varias generaciones de cinéfagos. Ahora, dos cortometrajistas, Rubén Arnaiz y Enrique Diego, pretenden recuperarlo con "Doble Sesión", que no es sino dos mediometrajes independientes que pretende distribuir conjuntamente.
La primera de las dos historias se titula "Ríos revueltos", lleva en pre-producción desde el pasado mes de mayo y su rodaje comenzará el 11 de Septiembre a las órdenes de Enrique Diego, también autor del guión. Es una historia de amistad y de venganza. Dos amigos, polos opuestos, que acabarán enfrentados en un contexto salvaje y desolador. En un mundo futuro post-apocalíptico, el callado “Largo” y el hablador “Candolini” vagan sin rumbo por los desiertos caminos de las ciudades destruidas. No tienen futuro, ambiciones, ni mucho menos objetivos. Pero un acontecimiento inesperado dará un giro a sus vidas, y su relación se convertirá en un juego de ratón y gato de imprevisibles consecuencias.
La segunda, "Orden y caos", está aún en fase preliminar. Esta vez son cuatro sus protagonistas. Sandra y Eleanor viajan por una carretera perdida a un concierto con la intención de recuperar una amistad perdida. En el viaje conocen a una pareja, Durán y Vania, que les sacaran de varios problemas que irán surgiendo durante el trayecto. Aunque quizá no de todos, puesto que los cuatro llegarán a un extraño pueblo donde nada es lo que parece y lo que parece no es lo que es.
"Es un proyecto ambicioso por su planteamiento, inédito en España, puesto que es el primer film dividido en dos historias distintas, sin relación entre ellas y porque, al igual que muchos otros (cada vez más) cuenta con un presupuesto totalmente privado, sin subvenciones públicas", explica Rubén Arnaiz, productor de ambos mediometrajes y guionista y director del segundo.
"El proyecto -añade- surgió de un cúmulo de maravillosos acontecimientos. Primero con "Orden y caos", que iba a ser mi siguiente cortometraje. Una road-movie de horror. El guión iba a tener una densidad demasiado grande: demasiado corto para ser un largo y demasiado largo para ser un corto, así que decidí dejarlo aparcado. Después surgió el proyecto de cortometraje "Ríos revueltos", de Enrique Diego (con el que había trabajado en el aún inédito corto de sci-fi "RS-1281"), y que es un western post-apocalíptico. Luego, recordando el proyecto "Grindhouse" de Tarantino-Rodriguez me vino una idea a la cabeza. ¿Por qué no hacer nuestro propio Grindhouse?".
"No podría decir que nuestra idea -concluye- sea resucitar la tradición del "programa doble", si no más bien rendir un homenaje a nuestra propia cultura así como divertirnos haciendo dos historias que, juntas o por separado, nos apasionan. Además, jugamos con ventaja pues en nuestro caso son 'mediometrajes' (de entre 40 y 60 minutos) que juntas tendrán una duración estándar (90-100 minutos) por lo que será... ¡imposible aburrirse!".
La primera de las dos historias se titula "Ríos revueltos", lleva en pre-producción desde el pasado mes de mayo y su rodaje comenzará el 11 de Septiembre a las órdenes de Enrique Diego, también autor del guión. Es una historia de amistad y de venganza. Dos amigos, polos opuestos, que acabarán enfrentados en un contexto salvaje y desolador. En un mundo futuro post-apocalíptico, el callado “Largo” y el hablador “Candolini” vagan sin rumbo por los desiertos caminos de las ciudades destruidas. No tienen futuro, ambiciones, ni mucho menos objetivos. Pero un acontecimiento inesperado dará un giro a sus vidas, y su relación se convertirá en un juego de ratón y gato de imprevisibles consecuencias.
La segunda, "Orden y caos", está aún en fase preliminar. Esta vez son cuatro sus protagonistas. Sandra y Eleanor viajan por una carretera perdida a un concierto con la intención de recuperar una amistad perdida. En el viaje conocen a una pareja, Durán y Vania, que les sacaran de varios problemas que irán surgiendo durante el trayecto. Aunque quizá no de todos, puesto que los cuatro llegarán a un extraño pueblo donde nada es lo que parece y lo que parece no es lo que es.
"Es un proyecto ambicioso por su planteamiento, inédito en España, puesto que es el primer film dividido en dos historias distintas, sin relación entre ellas y porque, al igual que muchos otros (cada vez más) cuenta con un presupuesto totalmente privado, sin subvenciones públicas", explica Rubén Arnaiz, productor de ambos mediometrajes y guionista y director del segundo.
"El proyecto -añade- surgió de un cúmulo de maravillosos acontecimientos. Primero con "Orden y caos", que iba a ser mi siguiente cortometraje. Una road-movie de horror. El guión iba a tener una densidad demasiado grande: demasiado corto para ser un largo y demasiado largo para ser un corto, así que decidí dejarlo aparcado. Después surgió el proyecto de cortometraje "Ríos revueltos", de Enrique Diego (con el que había trabajado en el aún inédito corto de sci-fi "RS-1281"), y que es un western post-apocalíptico. Luego, recordando el proyecto "Grindhouse" de Tarantino-Rodriguez me vino una idea a la cabeza. ¿Por qué no hacer nuestro propio Grindhouse?".
"No podría decir que nuestra idea -concluye- sea resucitar la tradición del "programa doble", si no más bien rendir un homenaje a nuestra propia cultura así como divertirnos haciendo dos historias que, juntas o por separado, nos apasionan. Además, jugamos con ventaja pues en nuestro caso son 'mediometrajes' (de entre 40 y 60 minutos) que juntas tendrán una duración estándar (90-100 minutos) por lo que será... ¡imposible aburrirse!".