Rubén Blades confiesa admiración por su personaje en "Cristiada", el presidente Calles

Blades, caracterizado como el presidente Calles
Blades, caracterizado como el presidente Calles
Toda una clase de historia de México ofreció el músico, actor, abogado y político panameño Rubén Blades, al compartir con varios medios de comunicación su experiencia al interpretar el papel del Presidente Plutarco Elías Calles en la producción mexico-americana "Cristiada", dirigida por Dean Wright y protagonizada por Andy García y Eva Longoria. La película, que actualmente está finalizando su rodaje, narrará el conflicto civil que tuvo lugar de 1926 a 1929 en México entre el gobierno revolucionario y civiles católicos que se opusieron a la Constitución laicista que limitaba los poderes de la Iglesia.   

- Interpreta a un personaje clave en la vida de México, el Presidente Calles; en su faceta política, ¿qué relevancia tiene para usted esta figura?
Enfoquemos el tema desde la perspectiva de ese momento, más allá de lo que ocurrió después. Es importante señalar el aporte de Calles al declarar en un discurso, inmediatamente después de la muerte del presidente Obregón, que México tenía que pasar de ser una nación de caudillos a una nación de leyes. Fue muy importante la creación del partido (PNR, que luego se convertiría en el PRI), y ayudó a darle un viso de normalidad a la continuidad constitucional de México, con argumentos políticos y no con argumentos personales. Desde mi perspectiva, este es un momento de suma importancia en la historia de México.   

- ¿Qué le hizo aceptar el papel?
Uno acepta estos trabajos primero porque estás desempleado, pero también deben ser participaciones dignas. Yo he rechazado más papeles de los que he hecho. En algunas películas grandes me ofrecían interpretar a narcotraficantes de drogas, pero en la forma más estereotipada posible, y eso no me gusta. En este caso me intrigó mucho la posibilidad de trabajar con Andy García, que es mi amigo desde hace muchos años y no habíamos hecho nada juntos. Y también el proyecto significaba un reto para mi: cómo hacer que Calles pudiera ser planteado en el contexto de este libreto, con toda su complejidad; tratar el asunto, dada la importancia de Calles, con la mayor seriedad posible para que los espectadores puedan tener elementos de juicio para apreciar la dimensión del tema. A mi no me interesaba mostrar una historia en donde hay un héroe y un villano, el asunto es mucho más complejo y para mi personaje sugerí algunos cambios.   

- ¿Qué cambios?

En algunos de mis parlamentos añadí cosas para que se comprendiera mejor a su persona y el momento que enfrentaba. Mucha gente dice que Calles era un tipo anticlerical que odiaba a la Iglesia y eso no era cierto, incluso sus hijas fueron a escuelas de monjas. Lo que pasa es que en esos momentos, el Gobierno mexicano se veía retado por una autoridad que venía de otro lugar. Y en términos históricos, la Iglesia había ocupado en muchos casos una posición a favor de grupos que no necesariamente estaban apoyando movimientos como el de la Revolución. En medio de todo eso estaba el interés de Estados Unidos por los yacimientos petroleros, esto creaba una situación muy peligrosa.   

- ¿Qué investigación hizo para construir su personaje?
No pretendí entender toda su persona y hacer una especie de docudrama, pero una cosa que me dolió mucho fue no haber hallado registros de su voz aunque había leído que tenía una voz un poco ronca. Hay quienes dicen que Calles era un tipo taciturno, muy callado, que no hablaba. Yo le decía al director que si empezaba a ponerme muy gritón, me parara porque este señor no era un tipo de gritos, era un observador. La razón por la que el presidente Álvaro Obregón no gustaba de Calles fue que nunca lo pudo leer. Calles era un tipo muy hábil en términos de observación y no entregaba mucho, no era un tipo de abracitos y cosas así. Hay cosas que agregué, como el hecho de que Calles fuera acusado de ser bolchevique, porque en México se instala la primera Embajada de la Unión Soviética en el mundo, y es él quien crea el salario mínimo y organiza a los sindicatos. Calles es uno de los pocos, si no es que el único de los participantes del periodo revolucionario, que muere en su casa de Cuernavaca en la década de los 40, ahí es donde pasa sus últimos cinco años de vida después de regresar del exilio en San Diego, California. En ese tiempo fue adquiriendo un tono más conservador frente a las cosas. Es importante decir respecto al tema del conflicto cristero que Calles no creó las leyes anticlericales, pero si las aplicó, y que el cierre de las iglesias no lo ordenó él, sino el Vaticano.  También, que mucha gente que se opuso a él no eran católicos sino masones. De hecho, el héroe de la película Enrique Gorostieta (Andy García), tiene una complejidad enorme porque él se vuelve líder de los cristeros pero no cree en Dios, era masón de grado 33, y cobraba por su trabajo contra Calles.   

- ¿A qué conclusión llega en torno a Plutarco Elías Calles?

Yo creo que Calles realmente tenía amor por su país y que todo lo que hizo fue con la intención de garantizar un México fuerte y soberano y una población que pudiese tener un acceso a sus propias posibilidades y a las posibilidades reales del país, en eso fue muy honesto. Calles le dijo a su familia que cuando él fuera presidente iban a vivir en el mismo lugar y tener a los mismos amigos, y eso a mí se me hace muy revelador.

- ¿Platicó con familiares de Calles?   
No, no pude pero antes de llegar aquí vi el documental ‘El general’, que hizo su nieta Natalia Almada.

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