Entrevista exclusiva con Julieta Zylberberg: "De la rigidez y el orden surge la necesidad de saltarse las reglas"
Revelada en su adolescencia por "La niña santa", de Lucía Martel, hace seis años, la argentina Julieta Zylberberg logra uno de los más importantes papeles de su vida en "La mirada invisible", la cinta de Diego Lerman en la que interpreta a una profesora convertida en "mirona" durante los estrictos tiempos de la Dictadura Militar. Esta porteña nacida el 4 de marzo de 1983 había intervenido previamente en las películas "Géminis", "Cara de queso" y "Tres minutos". Dialogamos con ella en vísperas de que la cinta participe en el Festival de La Habana.
- Háblenos de su personaje...
María Teresa es una preceptora que empieza a trabajar en el Colegio Nacional Buenos Aires en el año 82, y el personaje ingresa como una especie de extranjera en todo ese mundo, y con cierto grado de ingenuidad acerca de lo que está ocurriendo politica y socialmente en el país, es decir la Dictadura. Es un personaje muy recto, muy obediente hacia el comienzo, y también se le ve con un goce en el ejercicio del poder, pero a medida que avanza la película se va inclinando más hacia su lado instintivo y le afloran sus sentimientos, unas represiones sexuales que no puede controlar.
- Tiene que ser especialmente complicado interpretar un papel como este en el que casi todo hay que expresarlo con el gesto y las miradas.
Fue en algún punto un desafío y algo en lo que hubo mucho trabajo previo, porque era un personaje que lleva la línea de la historia y está continuamente en todas las escenas. A través de su mirada se relata la historia de la película. Así que sí, era necesario que se leyera en la cara todo lo que ella piensa, porque es muy activa mentalmente y nunca deja de pensar, de observar, de sentir, y todo se tenía que traslucir. Fue apasionante hacer ese trabajo.
- ¿Cómo lo preparó?
Antes de comenzar el rodaje hicimos con Diego un trabajo muy puntilloso sobre el guión, el cual dividíamos por días y analizabamos cómo estaba el personaje en cada momento de la trama respecto de su jefe, de los alumnos... en que estadío emocional y mental se encontraba en cada escena. Así que yo tenía el guión continuamente conmigo para volver y recordar la escena anterior, de donde venía, hacia donde iba... Fue complicado, porque a veces la misma escena incluso la filmamos en distintos lugares, parte en estudio, parte en un escenario real, y requería mucha concentración para no perder ningún detalle. Era muy importante, porque esta es una película de detalles y era decisivo que todo estuviera presente a la hora de filmarlo.
- Tuvo que representar una dificultad suplementaria no haber conocido la época...
Nací en el año 83, ya en la Democracia. Fuí a un colegio parecido al de "La mirada invisibe", pero en una época diferente de la del momento histórico de la película. Las referencis que utilicé vinieron mucho del ensayo, del trabajo y la investigación que hanian hecho Diego y la directora de arte. Todo, el peinado, el maquillaje, la ropa... me sirvó un momtón para componer el personaje, porque es tan distante y distinta a mí que fue como una conjuncion de todas las areas que hicieron que la película tuviese esa unidad. Bueno, también pregunté a amigos que habían ido en ese momento al Nacional de Buenos Aires para que me contaran desde su perspectiva de alumnos. Pero también el personaje actua como una extranjera en ese mundo, y esa era una dimensión importante. Empieza la película justo cuando ella inicia su labor allá.
- ¿Puede interpretarse como un moraleja de la película que la represión finalmente es incapaz de contener las pulsiones humanas?
No se si moraleja, no se cómo decirlo... Lo que intenta contar es que ese desvío de la misión, ese corrimiento de las reglas y esconderse en el baño surge de la aplicación a ultranza de esa ridiculez, de ese orden loco, de esa rigidez en la cual nadie tiene un margen de movimiento. Creo que es desde ahí de donde aparece esta necesidad de saltarse las reglas.
- Se hace mucho cine en la Argentina. ¿Crée que las condiciones son buenas para rodar?
No hay demasiada facilidad, pero sí mucha producción y muchos directores que están filmando con recursos o sin ellos. Es un momento muy prolífico, pero no es fácil para nada, sino siempre trabajoso. A mi particularmente me va muy bien y trabajo en televisión, teatro y cine indistintamente. Ahora, por ejemplo, estoy en la tele, pero voy alternando. Hago cosas muy distintas. Trabajo mucho en comedias y me seduce aquel personaje y aquel proyecto que me implique un desafío y algo distinto para mi carrera y mi formación como actriz
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