Blanca Suárez y Javier Pereira protagonizan una historia de amor que se convierte en pesadilla
Chico y chica se conocen en una discoteca, se gustan y pasan la noche juntos; pero al día siguiente ninguno de los dos parece ser el mismo. Esa es una breve síntesis de “Stockholm”, película de Caballo Films que comenzará a rodarse en noviembre con Blanca Suárez y Javier Pereira como protagonistas.
“Es una historia de amor que se convierte en pesadilla”, adelanta en diálogo con NOTICINE.com, Rodrigo Sorogoyen, quien debutó en cine codirigiendo "8 citas", y ahora es uno de los realizadores de "Stockholm”. Detalla: “Es una historia de amor dividida en dos partes. Una primera en la que todo es mágico, en la que todo sale sobre ruedas, y una segunda donde de la noche a la mañana –literalmente- todo se convierte en una pesadilla. Esas dos personas que se conocen en una noche no parecen ser quienes prometían ser”.
Con guión de Sorogoyen e Isabel Peña, una colaboración necesaria para abordar con acierto lo femenino y lo masculino, se trata de una producción absolutamente independiente que financia la productora Caballo Films, donde se implementa esa forma más romántica de hacer cine “con complicidad y con amigos”, pero que es también consecuencia de la realidad de una industria donde las ayudas son “pocas y se dan a los mismos”.
Explica que una de las dificultades para los nuevos directores es que a la hora de busca financiación, se aseguran que el dinero que se otorga recaiga en "directores o directoras que hayan hecho cosas solventes, entonces esas subvenciones evitan que gente nueva haga sus películas". Además de ello, "también está la crisis económica, que hace que los productores e inversores se arriesguen con productos que cuanto más comerciales sean, mejor, y si la comercialidad anula la calidad, lo original o lo innovador da igual. Obviamente siguen habiendo películas comerciales y buenas, pero lo principal es que los actores salgan en televisión y el final sea feliz, por así decirlo”.
Con un rodaje ajustado de 12 días en unas pocas localizaciones, esta experiencia será diametralmente opuesta a su debut en la más industrial “8 citas” –un film del que dice que le “gusta pero no es el tipo de película que aspiro hacer”- y la concreción de un nuevo largometraje tras ver trunco el proyecto previo en el que trabajaba, “25”, la historia de un triángulo amoroso conformado por Pereira, Olivia Molina y Verónica Echegui, que “no salió porque es una película intimista sobre el amor y las pelis de ese estilo no salen”.
“Stockholm” estaría terminada para enero y a partir de allí comenzará el camino de festivales y búsqueda de distribución, donde es conciente que su carta fuerte es la presencia de Suárez, actriz en franco ascenso que intervino en la cinta más reciente de Pedro Almodóvar, “La piel que habito”.
Sin embargo, también se entusiasma con el espacio que ha ganado el cine independiente, que en buena medida es posible gracias a la democratización de la producción como consecuencia del avance tecnológico: “Cada vez se están haciendo más películas de este estilo y creo que ese es el futuro. Gracias a los avances tecnológicos cualquiera puede hacer una película. Creo que a partir de ahora va a haber dos vías: la estándar con subvenciones y esta independiente. Empieza a tener un mercado este tipo de películas”.
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“Es una historia de amor que se convierte en pesadilla”, adelanta en diálogo con NOTICINE.com, Rodrigo Sorogoyen, quien debutó en cine codirigiendo "8 citas", y ahora es uno de los realizadores de "Stockholm”. Detalla: “Es una historia de amor dividida en dos partes. Una primera en la que todo es mágico, en la que todo sale sobre ruedas, y una segunda donde de la noche a la mañana –literalmente- todo se convierte en una pesadilla. Esas dos personas que se conocen en una noche no parecen ser quienes prometían ser”.
Con guión de Sorogoyen e Isabel Peña, una colaboración necesaria para abordar con acierto lo femenino y lo masculino, se trata de una producción absolutamente independiente que financia la productora Caballo Films, donde se implementa esa forma más romántica de hacer cine “con complicidad y con amigos”, pero que es también consecuencia de la realidad de una industria donde las ayudas son “pocas y se dan a los mismos”.
Explica que una de las dificultades para los nuevos directores es que a la hora de busca financiación, se aseguran que el dinero que se otorga recaiga en "directores o directoras que hayan hecho cosas solventes, entonces esas subvenciones evitan que gente nueva haga sus películas". Además de ello, "también está la crisis económica, que hace que los productores e inversores se arriesguen con productos que cuanto más comerciales sean, mejor, y si la comercialidad anula la calidad, lo original o lo innovador da igual. Obviamente siguen habiendo películas comerciales y buenas, pero lo principal es que los actores salgan en televisión y el final sea feliz, por así decirlo”.
Con un rodaje ajustado de 12 días en unas pocas localizaciones, esta experiencia será diametralmente opuesta a su debut en la más industrial “8 citas” –un film del que dice que le “gusta pero no es el tipo de película que aspiro hacer”- y la concreción de un nuevo largometraje tras ver trunco el proyecto previo en el que trabajaba, “25”, la historia de un triángulo amoroso conformado por Pereira, Olivia Molina y Verónica Echegui, que “no salió porque es una película intimista sobre el amor y las pelis de ese estilo no salen”.
“Stockholm” estaría terminada para enero y a partir de allí comenzará el camino de festivales y búsqueda de distribución, donde es conciente que su carta fuerte es la presencia de Suárez, actriz en franco ascenso que intervino en la cinta más reciente de Pedro Almodóvar, “La piel que habito”.
Sin embargo, también se entusiasma con el espacio que ha ganado el cine independiente, que en buena medida es posible gracias a la democratización de la producción como consecuencia del avance tecnológico: “Cada vez se están haciendo más películas de este estilo y creo que ese es el futuro. Gracias a los avances tecnológicos cualquiera puede hacer una película. Creo que a partir de ahora va a haber dos vías: la estándar con subvenciones y esta independiente. Empieza a tener un mercado este tipo de películas”.
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