Critica: "Matrimonio", entre el amor, el tedio y la incomunicación

'Matrimonio'


Por Edurne Sarriegui

El  próximo jueves, con la llegada del otoño al hemisferio sur, se estrena en la Argentina la producción nacional "Matrimonio", de Carlos Jaureguialzo  con guión de Marcela Silva y Nasute, y dos grandes figuras de la actuación al frente, Cecilia Roth y Darío Grandinetti.  Se trata de su segundo largometraje después de "Tres Pájaros", realizada en 2002. Es un film interesante, fácil de ver, que se hace más entretenido a medida que avanza la trama.

"Matrimonio" muestra un día en la pareja de Molly (Roth) y Esteban (Grandinetti). No esperen acción. Llevan casados más de 23 años y están viviendo un momento de crisis. No hay un gran conflicto ni un problema destacable entre ambos, se trata más bien de las diferentes maneras de ver y vivir la relación entre el hombre y la mujer. Esteban es publicista y Molly compositora. Tienen una hija que vive y estudia en el extranjero y  planea sobre ellos la sombra y el miedo a la infidelidad. Están juntos pero los dos se sienten solos ante sus más íntimas inquietudes.

La casa vacía, las preocupaciones propias del trabajo, los contratiempos del devenir cotidiano marcan las distancias entre ambos. Pareciera que el problema en definitiva es la falta de comunicación, una barrera que una vez instalada se vuelve inamovible. Aparentemente, les resulta más fácil hablar de sus tensiones y reproches con terceras personas que entre ellos mismos.

El relato se desarrolla en dos partes bien definidas: la primera cuenta el día de Esteban y la segunda el de Molly. En algunos momentos se hacen evidentes las distintas maneras de ver las cosas entre ambos, en otros se destacan las coincidencias. Los desencuentros se producen durante todo el día a través de llamadas telefónicas sin contestar y cruces en un Buenos Aires invernal y laberíntico. Hay un tercer momento, el final del día, que los une de nuevo y ante un hecho movilizador parece desdibujarse un poco ese límite que marca las soledades de cada uno.

El film tiene un tono intimista y alejado del drama, pero el uso tal vez excesivo de la voz en "off" de los protagonistas para expresar sus pensamientos (incluso en la sesión de terapia de él) juega un poco en contra del dinamismo  del mismo, especialmente en la primera mitad. El planteamiento de este tema puede resultar interesante a algunas personas curiosas por saber qué pasa en una pareja después de tanto tiempo. Vale como instantánea de un día en esa pareja, sabiendo que hay muchos días, muchas parejas e infinitas posibilidades.