Crítica: "Alacrán enamorado", contra racismo, ética del boxeo
Por Eduardo Larrocha
Casualidad, evocación, Solís fue ministro sindical de Franco, cuyo nombre resuena en "Alacrán enamorado" y bautiza al personaje de Javier Bardem, charlatán indeseable y líder de una banda neonazi. Ya supimos por NOTICINE.com en abril del año pasado que el actor aparcaba al villano de "Skyfall" para incorporarse a este rodaje en España. El guión de la película tiene como sustento la novela homónima de su hermano Carlos, quien además de ser co-guionista encarna el contrapunto de Solís: Carlomonte, exboxeador, alcohólico y fracasado, que se sostiene en pie gracias a una dignidad por encima de lo común.
Pero el protagonista de "Alacrán enamorado" no es ninguno de los hermanos Bardem sino Alex González. El actor da vida a Julián un hijo de la violencia doméstica integrado en la secta de Solís que encuentra en el boxeo y en el amor de una mulata un nuevo sentido a su existencia. Por indicaciones del director, Javier Bardem ha resumido en su personaje todos los referentes del racismo "Jean Marie le Pen, o las palizas que reciben los inmigrantes en los autobuses de Grecia".
Sobre la ética que a su personaje imprime Carlomonte, el entrenador que asignan a Julián en el gimnasio, Carlos Bardem ha explicado que "lo importante no es las veces que te tiran, sino las que te levantas" y para ello propone vaciarse del odio racista que lleva a la banda de neonazis a dar bestiales y cobardes palizas a emigrantes de distintos colores y culturas.
En la presentación en Madrid antes del estreno, el director Santiago A. Zannou ha explicado que, de paso, su película pretende cambiar la imagen violenta que tiene el boxeo en nuestro país, para presentarla como un camino de redención de un personaje perdido en los infiernos de la xenofobia. El propio Zannou es hijo de un inmigrante africano a quien dedicó el documental "La puerta del no retorno".
Con "Alacrán enamorado", Zannou da un salto cualitativo en su brillante carrera. Desde la prometedora y precaria "El truco del manco", en la que trabajó con actores de la calle, se lanza en esta producción de envergadura a dirigir grandes actores que dejan fascinado al espectador con la fuerza y solidez de sus interpretaciones. Por si nos queda duda sobre el sentido que ha querido imprimir a las imágenes de "Alacrán enamorado" añade el director "Más que violenta, me gustaría que se entendiera que es una película visceral".
Con detractores y aficionados, el género del boxeo tiene obras maestras sobre todo en el cine americano, especialmente la mítica "Toro Salvaje" de Scorsesse o la versión femenina del boxeador en "Million dolar baby" de Clint Eastwood. Hay muchas más, pero estas me gustan mucho. En España, Daniel Cebrián estrenó la poco vista "Segundo asalto" en la que Alex González encarno de forma impecable a su primer boxeador. Sobre grupos racistas ahí está "Camada negra", de Manuel Gutiérrez Aragón y "Taxi", de Carlos Saura, por citar las más conocidas de ambos géneros.
Seamos o no aficionados al género, esta producción netamente española es una de las grandes de esta temporada y consolida a director y protagonista y, por si alguien tuviera dudas, añade calado a los hermanos Bardem. También es destacable el papel de Luis, Miguel Angel Silvestre, el "skinhead" que pretende poner trabas a los nuevos derroteros profesionales y éticos de Julián. Por ponerle alguna pega, ya que nada es perfecto, considero que la historia de amor es lo que peor funciona por la interpretación de Judith Diakate de Alyssa y lo explícito de una relación que resulta obvia y previsible desde el primer encuentro. En todo caso estamos ante un estreno potente del cine español que no está para que le den muchos golpes ni con guantes de boxeo ni con bates de "skin heads".