Daniel de la Vega habla sobre su comedia negra "Hermanos de sangre"
El realizador argentino Daniel de la Vega, tras dos cintas de terror producidas en inglés, ha puesto algo de gracia a la sangre en la comedia negra "Hermanos de sangre", que esta semana se estreno en las salas australes. "Nunca hice comedia, entiendo muy poco del género, pero me interesó mucho el proyecto porque cuenta una historia que me toca un poco en lo personal, la de un gordito que se siente miserable porque no puede conquistar sus sueños y está enamorado de alguien a quien no puede conseguir", dice De la Vega, quien dirigió un guión de Nicanor Loreti, Germán Bal y Martín Blonson.
Después de "Devorador de sueños" ("Jennifer`s Shadow") y "Death knows your name", filmadas en inglés, el cineasta argentino lanza su primer largo en español, premiado en Mar del Plata. Protagonizado por Alejandro Parrilla, Sergio Boris, Jimena Anganuzzi, Carlos Perciavale y Viviana Sacone, "Hermanos de sangre" narra la historia de Matías, un joven que vive sus sueños como inalcanzables, y Nicolás, su mejor amigo, quien será quien se enfrente al entorno social que mina sus aspiraciones. Nicolás tiene la firme certeza de que Matías merece una vida mejor y, a partir de esta convicción, se desatarán una serie de situaciones extremas, que conducirán a que Matías alcance su felicidad, lo quiera o no.
Para De la Vega, "Hermanos de sangre" tiene "una oscuridad con la cual podía identificarme y aferrarme. Es una comedia negra con momentos de acción, un híbrido muy especial que habla sobre el desprecio social que sufre una persona que se siente excluida y no es aceptada por nadie, por la forma en que encara el mundo. Básicamente es una película sobre el camino de aprendizaje de alguien que comienza a entender la vida, a enfrentar el mundo y a vivir mejor. La gran ironía es que la persona que lo ayuda a lograrlo no es un Yoda, sino un demonio. Pero al final no importa, porque es su único amigo y es quien le enseñó a ser lo que es".
El cineasta especializado en el género de terror considera que precisamente por su elección de género se vio obligado a asumir proyectos en inglés, para poder resultar rentables gracias a mercados foráneos, antes de lograr filmar en español. "Es el síntoma de un problema, porque muchos directores de género fantástico tuvimos que hacer películas en inglés para poder llegar a hacerlas en castellano. Creo que éramos inverosímiles y ahora nos volvimos más creíbles e incluso nos dan crédito".
Avanza De la Vega que en cartera tiene "Necrofobia", un "thriller" sobrenatural. "Las películas de terror son básicamente una mirada oscura, perversa, pesimista, que cumplen la función de maltratar al espectador, hacerlo sentir mal, para que cuando termine de verlas tome conciencia de que está vivo. Entonces, por oposición, se siente más tranquilo", concluye el realizador argentino.
Después de "Devorador de sueños" ("Jennifer`s Shadow") y "Death knows your name", filmadas en inglés, el cineasta argentino lanza su primer largo en español, premiado en Mar del Plata. Protagonizado por Alejandro Parrilla, Sergio Boris, Jimena Anganuzzi, Carlos Perciavale y Viviana Sacone, "Hermanos de sangre" narra la historia de Matías, un joven que vive sus sueños como inalcanzables, y Nicolás, su mejor amigo, quien será quien se enfrente al entorno social que mina sus aspiraciones. Nicolás tiene la firme certeza de que Matías merece una vida mejor y, a partir de esta convicción, se desatarán una serie de situaciones extremas, que conducirán a que Matías alcance su felicidad, lo quiera o no.
Para De la Vega, "Hermanos de sangre" tiene "una oscuridad con la cual podía identificarme y aferrarme. Es una comedia negra con momentos de acción, un híbrido muy especial que habla sobre el desprecio social que sufre una persona que se siente excluida y no es aceptada por nadie, por la forma en que encara el mundo. Básicamente es una película sobre el camino de aprendizaje de alguien que comienza a entender la vida, a enfrentar el mundo y a vivir mejor. La gran ironía es que la persona que lo ayuda a lograrlo no es un Yoda, sino un demonio. Pero al final no importa, porque es su único amigo y es quien le enseñó a ser lo que es".
El cineasta especializado en el género de terror considera que precisamente por su elección de género se vio obligado a asumir proyectos en inglés, para poder resultar rentables gracias a mercados foráneos, antes de lograr filmar en español. "Es el síntoma de un problema, porque muchos directores de género fantástico tuvimos que hacer películas en inglés para poder llegar a hacerlas en castellano. Creo que éramos inverosímiles y ahora nos volvimos más creíbles e incluso nos dan crédito".
Avanza De la Vega que en cartera tiene "Necrofobia", un "thriller" sobrenatural. "Las películas de terror son básicamente una mirada oscura, perversa, pesimista, que cumplen la función de maltratar al espectador, hacerlo sentir mal, para que cuando termine de verlas tome conciencia de que está vivo. Entonces, por oposición, se siente más tranquilo", concluye el realizador argentino.