"Memoria de mis putas tristes", un rodaje de película que levantó chispas
Hay de vez en cuando películas cuya gestación incluso supera en interés a la propia historia que cuentan o a su resultado. Dirigida por Henning Carlsen, "Memoria de mis putas tristes", adaptación de la obra breve de García Márquez, coproducida por Dinamarca, México y España, ha corrido una suerte parecida a la mayor parte de las películas basadas en la obra del Nobel colombiano -no ha estado a la altura del original literario-, pero, sobre todo, generó una controversia más que importante en México, con implicaciones políticas y sociales.
En "Memoria de mis putas tristes" se narra la historia de "El Sabio", un más que vivido columnista de un periódico de provincias, que ha pasado toda su vida soltero, pagando a toda mujer con la que tiene encuentros sexuales. Cercano ya a los 90 años, el Sabio decide celebrarlo a lo grande, dándose un buen regalo, una noche de locura amorosa con una jovencita virgen (en la obra original es una adolescente menor de edad). Es así como conoce a "Delgadina" que hará que el anciano experimente un nuevo sentimiento: El Amor.
Carlsen, coautor del guión junto al francés Jean-Claude Carrière, iniciaba su carrera rodando clandestinamente en Sudáfrica "Dilemma" (1962) y los problemas volvieron a surgir al enfrentarse al rodaje de esta película, que el propio García Márquez le sugirió llevar a la gran pantalla. Fue una producción llena de altibajos y polémica sobre la popular novela de Gabriel García Márquez aún antes de comenzar a rodarse ni un solo fotograma.
La cinta que debía filmarse en Puebla, México, durante 2009 se paralizó debido a que la financiación de la gobernación del estado fue retirada alegando "incitación a la corrupción de menores" , después de que una ONG, sin conocer los detalles de la película (y que no había ninguna menor implicada) organizó una campaña en contra. Fue la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, la que anunció una demanda judicial contra los responsables del film y las autoridades estatales por apoyar esta producción, incluyendo al Colombiano escritor Gabriel García Márquez, al cual acusaban de intentar lavar sus pecados, por los antecedentes escandalosos que lo acusaban en un caso de pederastia, escándalo parecido que salpicaba a Mario Marín, en ese momento gobernador del estado, sospechoso de estar involucrado en la protección de un empresario acusado de pederastia.
Ricardo del Río, portavoz de la producción del proyecto, se quejó así en la época: "están censurando una obra fílmica antes de que se haga, sin conocer ni el guión ni la visión del director", aventurando la dificultad que tendría la película para salir adelante, y calificando de golpe mortal este hecho.
Desde la ONG aseguraban que el film podría hacer mucho más daño que la novela, ya que esta última quedaba supeditada al interés de los lectores, mientras que la obra cinematográfica tendría mucho más alcance, y un público potencial más amplio, y se podía entender como una apología de la prostitución infantil y la corrupción de menores, a pesar de como argumentan los productores de la película, en ningún momento se hace referencia a la edad del personaje en la película. Por entonces iban a ser la cubano-española Ana de Armas y el mexicano Damián Alcazar los protagonistas
Finalmente el gobierno de la Puebla cedió a la presión y retiró el apoyo económico a la producción, teniendo está el primer parón de importancia, para este rodaje que se estimaba en un presupuesto de 7 millones de dólares.
Tras estos primero problemas la película termino de rodarse en semiclandestinidad en el estado de Campeche en octubre de 2010, bajo el nombre falso "Memorias del Sabio", con una postproducción final de 4 meses, y bastantes cambios en los actores protagonistas. Esta fue una de las medidas estratégicas que se vieron obligados a tomar para no llamar la atención, se apresuraba a contar Leo Villarreal, otro de los productores: "No queríamos volver a tener una mala experiencia".
Volviendo a ajustar el presupuesto, y renegociando los derechos con García Márquez, se bajo el presupuesto a unos 4,5 millones de dólares. Ana de Armas y Hector Alterio (con quien se hablo en un momento dado) se caían del proyecto, y entraban Emilio Echevarría (como "El Sabio") y Paola Medina en el papel de la muchacha (actriz que ya había pasado de lejos los 25 años cuando rodó), junto a Olivia y Angela Molina, madre e hija en la realidad, que interpretarían al mismo personaje en diferentes edades, y Luis Miguel Lombana, Diego Zinker, Alejandra Barros, Evangelina Martínez y Evangelina Sosa. Geraldine Chaplin que se había involucrado desde un primer momento en el proyecto, no dudo en apoyarlo en todo su proceso, ella interpretaría a Rosa Cabarcas, la dueña del burdel.
Tras la polémica y un rodaje semi clandestino pudo presentarse en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (marzo de 2012), así como posteriormente estrenarse comercialmente en México, donde pasó mucho más desapercibida que antes de su polémica filmación, y fue vendida a varios países. Este viernes ha llegado a las salas españolas.
En "Memoria de mis putas tristes" se narra la historia de "El Sabio", un más que vivido columnista de un periódico de provincias, que ha pasado toda su vida soltero, pagando a toda mujer con la que tiene encuentros sexuales. Cercano ya a los 90 años, el Sabio decide celebrarlo a lo grande, dándose un buen regalo, una noche de locura amorosa con una jovencita virgen (en la obra original es una adolescente menor de edad). Es así como conoce a "Delgadina" que hará que el anciano experimente un nuevo sentimiento: El Amor.
Carlsen, coautor del guión junto al francés Jean-Claude Carrière, iniciaba su carrera rodando clandestinamente en Sudáfrica "Dilemma" (1962) y los problemas volvieron a surgir al enfrentarse al rodaje de esta película, que el propio García Márquez le sugirió llevar a la gran pantalla. Fue una producción llena de altibajos y polémica sobre la popular novela de Gabriel García Márquez aún antes de comenzar a rodarse ni un solo fotograma.
La cinta que debía filmarse en Puebla, México, durante 2009 se paralizó debido a que la financiación de la gobernación del estado fue retirada alegando "incitación a la corrupción de menores" , después de que una ONG, sin conocer los detalles de la película (y que no había ninguna menor implicada) organizó una campaña en contra. Fue la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, la que anunció una demanda judicial contra los responsables del film y las autoridades estatales por apoyar esta producción, incluyendo al Colombiano escritor Gabriel García Márquez, al cual acusaban de intentar lavar sus pecados, por los antecedentes escandalosos que lo acusaban en un caso de pederastia, escándalo parecido que salpicaba a Mario Marín, en ese momento gobernador del estado, sospechoso de estar involucrado en la protección de un empresario acusado de pederastia.
Ricardo del Río, portavoz de la producción del proyecto, se quejó así en la época: "están censurando una obra fílmica antes de que se haga, sin conocer ni el guión ni la visión del director", aventurando la dificultad que tendría la película para salir adelante, y calificando de golpe mortal este hecho.
Desde la ONG aseguraban que el film podría hacer mucho más daño que la novela, ya que esta última quedaba supeditada al interés de los lectores, mientras que la obra cinematográfica tendría mucho más alcance, y un público potencial más amplio, y se podía entender como una apología de la prostitución infantil y la corrupción de menores, a pesar de como argumentan los productores de la película, en ningún momento se hace referencia a la edad del personaje en la película. Por entonces iban a ser la cubano-española Ana de Armas y el mexicano Damián Alcazar los protagonistas
Finalmente el gobierno de la Puebla cedió a la presión y retiró el apoyo económico a la producción, teniendo está el primer parón de importancia, para este rodaje que se estimaba en un presupuesto de 7 millones de dólares.
Tras estos primero problemas la película termino de rodarse en semiclandestinidad en el estado de Campeche en octubre de 2010, bajo el nombre falso "Memorias del Sabio", con una postproducción final de 4 meses, y bastantes cambios en los actores protagonistas. Esta fue una de las medidas estratégicas que se vieron obligados a tomar para no llamar la atención, se apresuraba a contar Leo Villarreal, otro de los productores: "No queríamos volver a tener una mala experiencia".
Volviendo a ajustar el presupuesto, y renegociando los derechos con García Márquez, se bajo el presupuesto a unos 4,5 millones de dólares. Ana de Armas y Hector Alterio (con quien se hablo en un momento dado) se caían del proyecto, y entraban Emilio Echevarría (como "El Sabio") y Paola Medina en el papel de la muchacha (actriz que ya había pasado de lejos los 25 años cuando rodó), junto a Olivia y Angela Molina, madre e hija en la realidad, que interpretarían al mismo personaje en diferentes edades, y Luis Miguel Lombana, Diego Zinker, Alejandra Barros, Evangelina Martínez y Evangelina Sosa. Geraldine Chaplin que se había involucrado desde un primer momento en el proyecto, no dudo en apoyarlo en todo su proceso, ella interpretaría a Rosa Cabarcas, la dueña del burdel.
Tras la polémica y un rodaje semi clandestino pudo presentarse en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (marzo de 2012), así como posteriormente estrenarse comercialmente en México, donde pasó mucho más desapercibida que antes de su polémica filmación, y fue vendida a varios países. Este viernes ha llegado a las salas españolas.