Lydia Bosch estrena su regreso a la gran pantalla, el thriller de terror “La Hermandad”
Tras 13 años alejada del cine, la actriz catalana Lydia Bosch, que se hizo popular en televisión, vuelve a la gran pantalla española este fin de semana, y lo hace de la mano de una cinta de terror, “La Hermandad”, de Julio Martí, filmada en los ahora prácticamente cerrados estudios de la Ciudad de la Luz, en Alicante. Su ultima incursión en el mundo del cine fue de la mano de José Luis Garci, en “You're the one/ Una historia de entonces” en el año 2000.
Lydia dará vida a Sara, una famosa escritora de novelas de misterio que sufre un accidente de tráfico y acaba recluida en un recóndito monasterio en compañía de los nueve monjes que lo habitan, sin ningún contacto con el exterior, esto es, sin luz, agua corriente ni teléfono, asediada por el oscuro secreto que esconden las milenarias piedras del recinto.
En esa fría y silenciosa oscuridad, apartados de la sociedad vive “La Hermandad” una rama de monjes benedictinos que cumplen estrictamente unos rígidos votos de pobreza y obediencia. Ellos se ocuparan de Sara, en su lenta recuperación tras ese accidente, la cual no tardará en percibir que algo extraño esconden esos muros, manchas en el techo, llantos de niños, y criptas escondidas llamarán su atención.
Sobre su papel, la propia Lydia comentaba que sentía que le había caído del cielo, al ser algo diferente a lo que tenia acostumbrado al publico que ha seguido su trayectoria artística, en esta ocasión predomina la contención de gestos y los primeros planos, en lugar de la tendencia a la mueca propia de estas producciones. El suyo es un personaje cargado de un bagaje personal enfrentándose a una situación extraña que escapa de su control.
Una historia de terror y misterio que sorprenderá al espectador con un final alejado de lo habitual, es lo que nos ofrece o eso es lo que nos quiere transmitir su director Julio Martí, habituado a dirigir teatro, en está, su opera prima, un thriller psicológico con una historia dramática de fondo.
El propio director afirmaba la importancia de la música en este tipo de historias, culpable de causar el ambiente y predisponer al espectador a vivir intensamente la trama, por lo que el encargado de la banda sonora ha sido Arnau Bataller, compositor valenciano afincado en Barcelona, que a pesar de su juventud, tiene en su curriculum "Pulseras Rojas" o "La Herencia Valdemar".
La producción de este thriller contó con un presupuesto de 3,7 millones de euros (650 000 de ayudas de la Generalitat Valenciana) y se rodó en dos de los platós de la Ciudad de la luz, en Alicante. Por su parte, los exteriores del monasterio se filmaron durante un par de semanas en el monasterio de Santes Creus de Tarragona.
Lydia dará vida a Sara, una famosa escritora de novelas de misterio que sufre un accidente de tráfico y acaba recluida en un recóndito monasterio en compañía de los nueve monjes que lo habitan, sin ningún contacto con el exterior, esto es, sin luz, agua corriente ni teléfono, asediada por el oscuro secreto que esconden las milenarias piedras del recinto.
En esa fría y silenciosa oscuridad, apartados de la sociedad vive “La Hermandad” una rama de monjes benedictinos que cumplen estrictamente unos rígidos votos de pobreza y obediencia. Ellos se ocuparan de Sara, en su lenta recuperación tras ese accidente, la cual no tardará en percibir que algo extraño esconden esos muros, manchas en el techo, llantos de niños, y criptas escondidas llamarán su atención.
Sobre su papel, la propia Lydia comentaba que sentía que le había caído del cielo, al ser algo diferente a lo que tenia acostumbrado al publico que ha seguido su trayectoria artística, en esta ocasión predomina la contención de gestos y los primeros planos, en lugar de la tendencia a la mueca propia de estas producciones. El suyo es un personaje cargado de un bagaje personal enfrentándose a una situación extraña que escapa de su control.
Una historia de terror y misterio que sorprenderá al espectador con un final alejado de lo habitual, es lo que nos ofrece o eso es lo que nos quiere transmitir su director Julio Martí, habituado a dirigir teatro, en está, su opera prima, un thriller psicológico con una historia dramática de fondo.
El propio director afirmaba la importancia de la música en este tipo de historias, culpable de causar el ambiente y predisponer al espectador a vivir intensamente la trama, por lo que el encargado de la banda sonora ha sido Arnau Bataller, compositor valenciano afincado en Barcelona, que a pesar de su juventud, tiene en su curriculum "Pulseras Rojas" o "La Herencia Valdemar".
La producción de este thriller contó con un presupuesto de 3,7 millones de euros (650 000 de ayudas de la Generalitat Valenciana) y se rodó en dos de los platós de la Ciudad de la luz, en Alicante. Por su parte, los exteriores del monasterio se filmaron durante un par de semanas en el monasterio de Santes Creus de Tarragona.