Crítica: "A la Mala", una comedia romántica llena de clichés

La pareja Ochmann-Derbez, dentro y fuera de la pantalla


Por Georgina Espinosa Gaubeca

"A la Mala" (2014), recién llegada a las salas de México y Estados Unidos, es una comedia romántica mexicana, protagonizada por Aislinn Derbez (hija de Eugenio Derbez) y por Mauricio Ochmann, su pareja fuera de la pantalla. Se trata del tercer largometraje de Pedro Pablo Ibarra, (conocido como Pitipol), todos del mismo género, pues sus trabajos anteriores fueron "El cielo en tu mirada" (2012) y "Amor a Primera Visa / Pulling Strings" (2013).

La estructura se ajusta a la exitosa fórmula narrativa "chico conoce a chica" con la que se elaboran la mayoría de las comedias del tipo. Es por ello que, desde el inicio de la cinta, el espectador ya imagina el argumento y puede predecir su final, pues es una historia que le han contado muchas veces, bajo circunstancias y personajes diferentes. Sin embargo, debe haber cierto placer en el cumplimiento de las expectativas con ese gusto humano por los finales felices, una suerte de satisfacción después de que los personajes superan ciertas dificultades en el clima de la narración.

Mala (por María Laura) es una actriz frustrada y desencantada de la industria, porque no obtiene buenos papeles. Su amiga le ofrece un rol para ser interpretado en la vida real: seducir a su pareja para descubrir si accede con facilidad a la infidelidad. De este modo, Mala cobra popularidad entre las mujeres, quienes la contratan para desenmascarar la verdadera personalidad de sus novios. Es así que surge la premisa: "todos son iguales y son unos cabrones". El conflicto nace cuando una productora ofrece a Mala un papel protagónico en una serie, a cambio de conquistar a su expareja para romperle el corazón. Ella acepta con tal de obtener el trabajo que tanto desea y, obviamente, terminará enamorada de este hombre, quien resultará diferente a todos los demás. Mala deberá elegir entre el amor o el papel de sus sueños.

Lamentablemente el guión es muy flojo, y los diálogos sumamente elementales y superficiales. Los personajes están construidos con poca profundidad y con base en estereotipos que sin duda polarizan aún más a nuestra sociedad. Sus personalidades son el resultado de una serie de clichés mexicanos con los que popularmente se suele clasificar a las personas: el empresario rico y guapo; los publicistas con ideas alocadas; la actriz fracasada que vive "bohemia"; la mujer exitosa pero desalmada, entre otros. Personajes que sólo pertenecen a la esfera social más alta de México.

Para quienes vieron la gran comedia romántica "Notting Hill" (1999), podrán notar que "A la Mala" tomó muchos aspectos de la película, como al personaje chistoso de Spike, al que incluso caracterizan de la misma manera, despeinado y mal vestido. Para hacerlo más obvio, la cinta recrea la misma escena en la que Spike baja del coche y dirige el tráfico para que la actriz recupere a su amado a tiempo. Es una clara reminiscencia de  "Notting Hill", pero no como un homenaje, sino como un plagio muy desafortunado.

"A la Mala" acierta en algunos chistes que logran hacer reír a la audiencia, y en la inclusión de Eugenio Derbez en una breve escena. Sin embargo, el film fomenta y refuerza valores muy cuestionables como el culto al dinero y a la belleza, y el comportamiento machista del hombre mexicano, a pesar de que la bondad, la honestidad y el altruismo triunfan en la historia. Es decir, su forma de abordar la temática es superficial y frívola. En pocas palabras, se percibe la misma confección que la de nuestras telenovelas, por lo que "A la Mala" no se recomienda para personas que gustan del buen cine mexicano.

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