Hablamos con Fernando León de Aranoa sobre "A perfect day": "Quise trabajar menos y fiarme más de mi instinto"

León de Aranoa con Benicio del Toro y Mélanie Thierry (A.Sanmartín)
El director, guionista y productor Fernando León de Aranoa está más que satisfecho por la acogida, el pasado fin de semana, de su nueva película -la primera en inglés en su carrera- en la sección Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes. El ganador de un Goya a la mejor dirección novel por "Familia", presentó "A perfect day", rodada en diversos emplazamientos de la provincia andaluza de Granada (Kosovo en la ficción), adaptación de la novela "Dejarse llover", de Paula Farias. Hablamos en exclusiva con el cineasta español sobre este film que cuenta las peripecias de unos cooperantes en la guerra de los Balcanes.

- ¿Qué nos cuenta en esta película?
“Un día perfecto” habla de un pequeño grupo de cooperantes, de trabajadores humanitarios que están en una zona de conflicto, y están tratando de resolver un problema que forma parte de su rutina, en este caso, sacar un cadáver de un pozo que alguien ha lanzado allí para corromper el agua, y la población no pueda beber. Esa es la tarea que tienen, y algo que debería ser en apariencia simple, por la situación completamente desquiciada del conflicto bélico, hace que sea prácticamente imposible resolverlo. La película habla de su rutina, de su día a día, de la dificultad de hacer tareas como esa, y también creo que habla de ese contexto bélico en el que la primera víctima es la razón y el sentido común. He intentado contar la historia con humor porque creo que el humor forma parte también de su rutina, necesitan poner distancia sobre el drama cotidiano que viven, y hacer una película con mucha energía, con mucho brío, que es lo que yo veo en ellos, esa fuerza de salir de un problema enfrentando el siguiente, y esa es un poco la base de su rutina.

- ¿Cómo llegó usted a la novela y qué le sedujo de ella?
Me hablaron de la novela por primera vez precisamente haciendo un trabajo documental para Médicos Sin Fronteras en Uganda, y un encargado, nuestro jefe de seguridad allí, me habló de la novela, me contó el argumento, el punto de partida, y me interesó mucho. Me atrajo también porque al final es un buen pretexto para trascenderlo y hablar de lo que es la locura de una situación como esa. La leí y me interesó mucho también el sentido del humor de Paula Farias, la escritora, y también su sentido de lo absurdo. Entonces me puse a trabajar sobre ella, y al hacerlo también tiré un poco de mis propias experiencias, habiendo acompañado algunas veces a trabajadores humanitarios en el terreno, y en esa mezcla de la novela y de lo que yo he vivido alguna vez con ellos, sale el guión.

- ¿Esta es la cinta más arriesgada de su carrera? Nunca habia tenido un elenco tan potente y una probable difusión internacional tan amplia por estar hecha en inglés...
Yo diría que sí, pero en términos narrativos quizá. La cinta mantiene muchas claves que tienen que ver con películas anteriores mías, estoy convencido, es una película muy coral, en la que el diálogo pesa mucho, a mi me gusta  mucho dialogar, escribiendo a veces me acordaba de “Los lunes al sol”, de esas situaciones corales donde hay mucho humor y mucho drama también, esa mezcla permanece. Pero es verdad que me apetecía trabajar de una forma diferente, de una forma un poquito más intuitiva, un poco como ellos, como lo que te contaba, quería que eso se contagiara con la película, hacer una cinta menos medida, menos exacta, menos reflexiva, y que tuviera un brío y una fuerza que es lo que yo veo en el tema que estábamos tratando. Para ello tuve que hacer el ejercicio también de romper un poco mis dinámicas de trabajo, ensayar menos, planificar menos, trabajar menos, y fiarme más en el rodaje de mi instinto.

- Le decía que posiblemente será su película más difundida, por usar el inglés...
Sin duda es así, es verdad que en principio las películas hechas en inglés tienen más mercado, es algo que será bueno para la película. Pero también es verdad que rodarla en inglés tiene que ver con que es el idioma natural de la película, es un grupo de cooperantes internacionales en una zona de conflicto, así que por fuerza tenía que rodarse en inglés, pero bueno, es cierto, seguro que esa parte también es importante, no era el objetivo, pero quizá ayude.

- ¿Considera que "A perfect day" marcará un punto de inflexión en su carrera o puede que regrese a un cine mas intimista?
Quién sabe (se ríe), no lo sé, la verdad es que en cada momento necesito hacer una cosa, de hecho, esta película tiene algo de reacción en ese sentido a la anterior, “Amador” era una película muy pequeña, muy despojada, muy desnuda, muy difícil también, pero era más arriesgada que ésta en ese sentido, y es verdad que tiene algo de reacción a aquella historia, de hacer algo completamente distinto, donde yo pudiera liberar más a los actores etc. Entonces, en la siguiente quién sabe, la verdad es que me gustan las dos maneras de trabajar, pero ésta ha sido para mi más un reto, y un aprendizaje también.


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