Entrevista con Benicio del Toro en Cannes: "En la vida son importantes los fracasos"
Aplausos y elogios recibió "Un día perfecto / A Perfect Day", única película española seleccionada este año en Cannes, en el marco de la Quincena de Realizadores. Bajo la dirección de Fernando León de Aranoa, cuenta con un reparto de lo más internacional, liderado por el actor puertorriqueño Benicio Del Toro, toda una estrella en Hollywood. Del Toro esta en la Riviera Francesa para defender, también, "Sicario", thriller contra el narcotráfico en Mexico, dirigido por el canadiense Denis Villeneuve. "Valía la pena resaltar el valor y el esfuerzo de estos trabajadores humanitarios", señala el actor sobre la primera de las cintas, en esta entrevista exclusiva con NOTICINE.com, en la terraza panorámica del Hotel Marriott, en la Croisette.
- Estos trabajadores humanitarios de "A Perfect Day", como el que usted interpreta, entregan sus vidas por una causa ¿Cree que sea una especie de escape existencial?
Quizás para algunos sí. Pero esto puede suceder con cualquier tipo de trabajo que realices. Hay quienes satisfacen sus vidas contrabandeando drogas o dedicándose a las fiestas y al alcohol. Pero ayudar a la gente, cuya vida depende de ti, es fantástico, en el lugar correcto. Tu estas allí salvando a personas que ni conoces remotamente, con entrega total. ¡Eso es un don!
- ¿Se imagina usted haciendo eso en la vida real?
Si, podría pensarlo. Pero no se si sea apto. Se necesita de una personalidad muy particular.
- La historia tiene su lado oscuro, pero con toques de humor. Sus diálogos son vibrantes y hacen reír, incluso en momentos muy emotivos...
Es un cuento sencillo, tratado con profundidad y sentido del humor. Es verdad. Hay una dosis de humor, pero el fruto que lleva dentro, su esencia, es el horror de la guerra. Por eso, hay que mantener siempre el balance. Sin humor seria muy duro sobrevivir a estas experiencias tan dolorosas. Tienen que encontrarlo incluso en medio de sus frustraciones para seguir adelante. Sí, es trabajo, pero hay que reírse.
- ¿Se trata de un reconocimiento a estos trabajadores humanitarios?
En algún modo si. Sus anécdotas son muy interesantes. Leemos sus libros, pero no vemos sus rostros, ni conocemos sus nombres. Son muy entregados, con tanto desprendimiento, sin esperar nada a cambio. Es muy honorable lo que ellos hacen. Es una pena que no haya mas películas sobre estos cooperantes. Son historias muy refrescantes. En cambio, nos bombardean con las de "drug dealers". Quizá lo heroico sea el simple hecho de estar en ese lugar, en medio de la guerra, aunque las cosas no siempre salgan como uno espera y se sufran fracasos. Pero, en el fondo, esa es la vida. Creo que son importantes los fracasos. El éxito lo alcanzas cuando aprendes de ellos.
- ¿Cómo fue el trabajo previo al rodaje para preparar su personaje?
Conversé con muchos trabajadores de la ONG. Leí mucho sobre los Balcanes. Toda la amplia investigación que hicimos me llevo a entender mejor la realidad de la desintegración de la antigua Yugoslavia. Aprendí mucho mas de lo que pude captar a través de los medios en la década de los 90.
- En ese entonces quizá usted tarareaba "Mambrú se fue la guerra"...
Sí (risas). La cantaba de pequeño. Pero creía que Mambru era solo un soldado puertorriqueño que iba a la guerra. Luego descubrí que era una canción francesa dedicada a un general británico llamado Mambrú, en la que se decía que había muerto en la guerra. Pero no fue así. Nunca murió, al igual que mi Mambrú, quien afortunadamente logra regresar a casa, dejando atrás el horror de la posguerra de Bosnia, que recrea el film. ¡Enhorabuena!
- Ya para terminar, ¿qué me cuenta de su otra película en el festival este año, "Sicario"? Se la ha comparado con "Traffic", en la que usted también actuó...
Pienso que son acercamientos distintos a un mismo tema. A mí "Traffic" me parece más idealista y menos cruda, sobre todo desde el punto de vista de mi persona, que en aquella película es alguien que intenta mantener un camino recto en un mundo inmoral: La cosa cambia en "Sicario", donde soy un colombiano que ha sufrido en su propia carne en la guerra del narcotráfico y ha optado por usar la violencia en la lucha contra la violencia. También le pasa igual al de Josh (Brolin). Ese camino peligroso que han asumido no puede generar más que más violencia.
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- Estos trabajadores humanitarios de "A Perfect Day", como el que usted interpreta, entregan sus vidas por una causa ¿Cree que sea una especie de escape existencial?
Quizás para algunos sí. Pero esto puede suceder con cualquier tipo de trabajo que realices. Hay quienes satisfacen sus vidas contrabandeando drogas o dedicándose a las fiestas y al alcohol. Pero ayudar a la gente, cuya vida depende de ti, es fantástico, en el lugar correcto. Tu estas allí salvando a personas que ni conoces remotamente, con entrega total. ¡Eso es un don!
- ¿Se imagina usted haciendo eso en la vida real?
Si, podría pensarlo. Pero no se si sea apto. Se necesita de una personalidad muy particular.
- La historia tiene su lado oscuro, pero con toques de humor. Sus diálogos son vibrantes y hacen reír, incluso en momentos muy emotivos...
Es un cuento sencillo, tratado con profundidad y sentido del humor. Es verdad. Hay una dosis de humor, pero el fruto que lleva dentro, su esencia, es el horror de la guerra. Por eso, hay que mantener siempre el balance. Sin humor seria muy duro sobrevivir a estas experiencias tan dolorosas. Tienen que encontrarlo incluso en medio de sus frustraciones para seguir adelante. Sí, es trabajo, pero hay que reírse.
- ¿Se trata de un reconocimiento a estos trabajadores humanitarios?
En algún modo si. Sus anécdotas son muy interesantes. Leemos sus libros, pero no vemos sus rostros, ni conocemos sus nombres. Son muy entregados, con tanto desprendimiento, sin esperar nada a cambio. Es muy honorable lo que ellos hacen. Es una pena que no haya mas películas sobre estos cooperantes. Son historias muy refrescantes. En cambio, nos bombardean con las de "drug dealers". Quizá lo heroico sea el simple hecho de estar en ese lugar, en medio de la guerra, aunque las cosas no siempre salgan como uno espera y se sufran fracasos. Pero, en el fondo, esa es la vida. Creo que son importantes los fracasos. El éxito lo alcanzas cuando aprendes de ellos.
- ¿Cómo fue el trabajo previo al rodaje para preparar su personaje?
Conversé con muchos trabajadores de la ONG. Leí mucho sobre los Balcanes. Toda la amplia investigación que hicimos me llevo a entender mejor la realidad de la desintegración de la antigua Yugoslavia. Aprendí mucho mas de lo que pude captar a través de los medios en la década de los 90.
- En ese entonces quizá usted tarareaba "Mambrú se fue la guerra"...
Sí (risas). La cantaba de pequeño. Pero creía que Mambru era solo un soldado puertorriqueño que iba a la guerra. Luego descubrí que era una canción francesa dedicada a un general británico llamado Mambrú, en la que se decía que había muerto en la guerra. Pero no fue así. Nunca murió, al igual que mi Mambrú, quien afortunadamente logra regresar a casa, dejando atrás el horror de la posguerra de Bosnia, que recrea el film. ¡Enhorabuena!
- Ya para terminar, ¿qué me cuenta de su otra película en el festival este año, "Sicario"? Se la ha comparado con "Traffic", en la que usted también actuó...
Pienso que son acercamientos distintos a un mismo tema. A mí "Traffic" me parece más idealista y menos cruda, sobre todo desde el punto de vista de mi persona, que en aquella película es alguien que intenta mantener un camino recto en un mundo inmoral: La cosa cambia en "Sicario", donde soy un colombiano que ha sufrido en su propia carne en la guerra del narcotráfico y ha optado por usar la violencia en la lucha contra la violencia. También le pasa igual al de Josh (Brolin). Ese camino peligroso que han asumido no puede generar más que más violencia.
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