Hablamos con Antonio Hernández sobre el estreno de "Matar el tiempo"
El director y guionista Antonio Hernández estrena esta semana en salas comerciales españolas el thriller tecnológico "Matar el tiempo", su primer trabajo para la gran pantalla tras el fracaso -del que sería injusto considerarle responsable- "Capitán Trueno" (2011). El veterano cineasta español conversó con NOTICINE.com acerca de la película, que fue previamente presentada el mes pasado en el Festival de Málaga y sus expectativas ante la confrontación con el público.
- ¿Es un atrevimiento hacer un thriller de estilo americano en España?
Estados Unidos no es el dueño del género. Lo principal es que tu manera de trabajar te permita hacer aquello con lo que has soñado, aquello que has diseñado. Bueno, “Matar el tiempo” podrían haberla hecho los americanos, probablemente la habrían hecho. Pero, por qué no la vamos hacer nosotros. Ahí está la demostración, ahí está en la pantalla. Todos los que hemos participado en ella somos españoles, incluidos los americanos que están en la película, que llevan ya viviendo aquí 30 años y pertenecen a esta pequeña familia del cine español. Siempre me han dicho ese piropo, un halago, una cosa que es en el fondo medio insulto medio halago: 'Esta película no parece española'. Española es, ya digo, todos los que la hemos hecho somos españoles. Tú tienes la obligación como autor de escribir la tipología social y humana de un americano y debes hacerlo bien. Tiene ese tono americano porque el protagonista es americano.
- La película tiene momentos graciosos pero inmediatamente pasa de lo gracioso al suspense ¿En cual de esos dos géneros la podemos etiquetar?
Yo creo que es una película más dramática -evidentemente- que cómica. Lo que pasa es que lo dramático siempre ha tenido un punto de nerviosismo. Creo que las risas que produce la película en el cine son nerviosas. No son de comedia, son de tensión. Dentro de la pantalla nadie se ríe, no hay chiste. Lo que hay es tensión, y es tremendo, porque tú crees que algo que no va a pasar pasa, y la reacción del que la está viendo, que es de terror, te resulta cómica.
- Usted ha dicho que "Matar el tiempo" es como un rompecabezas donde todas las piezas están encajadas caprichosamente, ¿A la hora de elegir el elenco utilizó esa misma estrategia?
No, fue mucho más pasional. Hay cosas muy intelectualizadas dentro del trabajo del cine, como es la puesta en escena, los colores, eliges qué trama va a tener, el croma que vas a utilizar, qué calle vas a poner fuera para que no moleste... Todo es muy pasional y pasión es lo que uno siente cuando decide elegir este plano en vez de este, a este actor en vez de este otro y decidir qué interpretación se hace. Por ejemplo, para mí que Luisa Martin empezara de espalda, que no se le vea la cara, me parecía que pertenecía a ese mundo del reality donde tú no eliges los encuadres. En cine sucede lo contrario, y aquí quería dar la impresión de que lo que ocurre sucede quieras tu o no.
- ¿Qué expectativas tiene ante el estreno de la película?
Que la gente la vea, yo prefiero la calidad de público a la cantidad.
- ¿Cree que pasar por el festival de Málaga les ayudó de alguna forma?
En cuanto a promoción sí, no soy de los que piensan en festivales cuando hago un trabajo, pues si no ganas allí mucha gente cree que la película no es buena y tal, pero en cuanto al contacto con los medios y la promoción eso sí ayuda, porque los medios hablan de tu película aunque no haya ganado en el festival.
- Hay quien dice que en España hoy en día la única forma de llevar al público a las salas es tener el apoyo de un canal de TV, mejor privado. ¿Qué opina usted?
Yo soy de los que opinaba en su momento, y lo sigo pensando, que esa relación directa no era buena. El hecho de obligar a las televisiones a invertir una parte de sus beneficios en el cine, era mejor que el Estado impusiera un coste, una prima por el hecho de operar como canal de TV, y luego por otro lado que el Estado protegiera lo que quisiera, la arquitectura, el cine, la pintura... para que no hubiera una relación directa, para que no sucediera en lo que íbamos a caer y así ha ocurrido: Que son las televisoras las que producen fundamentalmente el cine ahora con los criterios televisivos. Eso es bueno y es malo, porque por un lado el cine independiente desaparece, puesto que los parámetros de una televisora privada son meramente económicos, recuperar el dinero invertido, y están en unas leyes de mercado casi opuestas a lo que es un cine de autor, que es el que a mí más me gusta, el cine que no busca taquilla. Esta película solo la he podido hacer porque realmente Televisión Española (TVE), a la que le agradezco enormente que apoye casi todas mis películas, ha tenido una intervención es mínima, de apoyo absoluto como fue el caso. A ellos les gusta el guión, como fue el caso, si creen en tu criterio, por tu background e historial. TVE se limita constantemente a ayudar a que tú puedas construir esa película sin intervencionismo sin imposiciones de ningún tipo y permitiéndote a ti que obres en libertad, y eso es fabuloso.
-¿Cómo ve la realidad del cine español y los nuevos cambios legislativos para que las ayudas oficiales sean previas?
Creo que nos queda un camino muy largo por andar y debiéramos andarlo muy rápido, porque llevamos hablando de ello durante mucho tiempo, y yo espero que ante el nuevo escenario político que esperemos que siga cuajando, se de una situación de defender, no de atacar como hasta ahora, los criterios artísticos y culturales del cine español. ¿Por qué no imitamos la ley del cine francés que es fabulosa? Esto lo llevo oyendo yo desde las conversaciones de Salamanca en el año 1960. Hay una manera de legislar el cine más inteligente y con mucho más futuro, hagámosla ya.
- Usted ha estado alejado del cine desde el fracaso comercial de “Capitán Trueno”, un proyecto ajeno que heredó. ¿Aprendió algo de aquella experiencia?
Si, "El Capitán Trueno" es una película en la que teníamos un productor de lo más insensato, pero el resto del equipo luchamos contra la nada para lograr construir algo. Estaba muy bien rodada, muy bien fotografiada, pero tuvo la mala suerte de estar rodeada de esa especie de mal de ojo. Antes de que rodáramos Twitter ya estaba lleno de críticas a la película... Antes de dar motor... Pero yo estoy muy satisfecho con el trabajo.
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- ¿Es un atrevimiento hacer un thriller de estilo americano en España?
Estados Unidos no es el dueño del género. Lo principal es que tu manera de trabajar te permita hacer aquello con lo que has soñado, aquello que has diseñado. Bueno, “Matar el tiempo” podrían haberla hecho los americanos, probablemente la habrían hecho. Pero, por qué no la vamos hacer nosotros. Ahí está la demostración, ahí está en la pantalla. Todos los que hemos participado en ella somos españoles, incluidos los americanos que están en la película, que llevan ya viviendo aquí 30 años y pertenecen a esta pequeña familia del cine español. Siempre me han dicho ese piropo, un halago, una cosa que es en el fondo medio insulto medio halago: 'Esta película no parece española'. Española es, ya digo, todos los que la hemos hecho somos españoles. Tú tienes la obligación como autor de escribir la tipología social y humana de un americano y debes hacerlo bien. Tiene ese tono americano porque el protagonista es americano.
- La película tiene momentos graciosos pero inmediatamente pasa de lo gracioso al suspense ¿En cual de esos dos géneros la podemos etiquetar?
Yo creo que es una película más dramática -evidentemente- que cómica. Lo que pasa es que lo dramático siempre ha tenido un punto de nerviosismo. Creo que las risas que produce la película en el cine son nerviosas. No son de comedia, son de tensión. Dentro de la pantalla nadie se ríe, no hay chiste. Lo que hay es tensión, y es tremendo, porque tú crees que algo que no va a pasar pasa, y la reacción del que la está viendo, que es de terror, te resulta cómica.
- Usted ha dicho que "Matar el tiempo" es como un rompecabezas donde todas las piezas están encajadas caprichosamente, ¿A la hora de elegir el elenco utilizó esa misma estrategia?
No, fue mucho más pasional. Hay cosas muy intelectualizadas dentro del trabajo del cine, como es la puesta en escena, los colores, eliges qué trama va a tener, el croma que vas a utilizar, qué calle vas a poner fuera para que no moleste... Todo es muy pasional y pasión es lo que uno siente cuando decide elegir este plano en vez de este, a este actor en vez de este otro y decidir qué interpretación se hace. Por ejemplo, para mí que Luisa Martin empezara de espalda, que no se le vea la cara, me parecía que pertenecía a ese mundo del reality donde tú no eliges los encuadres. En cine sucede lo contrario, y aquí quería dar la impresión de que lo que ocurre sucede quieras tu o no.
- ¿Qué expectativas tiene ante el estreno de la película?
Que la gente la vea, yo prefiero la calidad de público a la cantidad.
- ¿Cree que pasar por el festival de Málaga les ayudó de alguna forma?
En cuanto a promoción sí, no soy de los que piensan en festivales cuando hago un trabajo, pues si no ganas allí mucha gente cree que la película no es buena y tal, pero en cuanto al contacto con los medios y la promoción eso sí ayuda, porque los medios hablan de tu película aunque no haya ganado en el festival.
- Hay quien dice que en España hoy en día la única forma de llevar al público a las salas es tener el apoyo de un canal de TV, mejor privado. ¿Qué opina usted?
Yo soy de los que opinaba en su momento, y lo sigo pensando, que esa relación directa no era buena. El hecho de obligar a las televisiones a invertir una parte de sus beneficios en el cine, era mejor que el Estado impusiera un coste, una prima por el hecho de operar como canal de TV, y luego por otro lado que el Estado protegiera lo que quisiera, la arquitectura, el cine, la pintura... para que no hubiera una relación directa, para que no sucediera en lo que íbamos a caer y así ha ocurrido: Que son las televisoras las que producen fundamentalmente el cine ahora con los criterios televisivos. Eso es bueno y es malo, porque por un lado el cine independiente desaparece, puesto que los parámetros de una televisora privada son meramente económicos, recuperar el dinero invertido, y están en unas leyes de mercado casi opuestas a lo que es un cine de autor, que es el que a mí más me gusta, el cine que no busca taquilla. Esta película solo la he podido hacer porque realmente Televisión Española (TVE), a la que le agradezco enormente que apoye casi todas mis películas, ha tenido una intervención es mínima, de apoyo absoluto como fue el caso. A ellos les gusta el guión, como fue el caso, si creen en tu criterio, por tu background e historial. TVE se limita constantemente a ayudar a que tú puedas construir esa película sin intervencionismo sin imposiciones de ningún tipo y permitiéndote a ti que obres en libertad, y eso es fabuloso.
-¿Cómo ve la realidad del cine español y los nuevos cambios legislativos para que las ayudas oficiales sean previas?
Creo que nos queda un camino muy largo por andar y debiéramos andarlo muy rápido, porque llevamos hablando de ello durante mucho tiempo, y yo espero que ante el nuevo escenario político que esperemos que siga cuajando, se de una situación de defender, no de atacar como hasta ahora, los criterios artísticos y culturales del cine español. ¿Por qué no imitamos la ley del cine francés que es fabulosa? Esto lo llevo oyendo yo desde las conversaciones de Salamanca en el año 1960. Hay una manera de legislar el cine más inteligente y con mucho más futuro, hagámosla ya.
- Usted ha estado alejado del cine desde el fracaso comercial de “Capitán Trueno”, un proyecto ajeno que heredó. ¿Aprendió algo de aquella experiencia?
Si, "El Capitán Trueno" es una película en la que teníamos un productor de lo más insensato, pero el resto del equipo luchamos contra la nada para lograr construir algo. Estaba muy bien rodada, muy bien fotografiada, pero tuvo la mala suerte de estar rodeada de esa especie de mal de ojo. Antes de que rodáramos Twitter ya estaba lleno de críticas a la película... Antes de dar motor... Pero yo estoy muy satisfecho con el trabajo.
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