"La leyenda": Cuando el cine se convierte en vehículo publicitario

por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Cartel de 'La leyenda'
Cartel de 'La leyenda'
Estamos acostumbrados al "product placement" en numerosas películas, y no hablamos sólo de las de 007, pero este fenómeno que consiste en mostrar claramente al espectador productos con marcas bien visibles, algo más habitual en la televisión, llega al paroxismo cuando como en la producción argentina "La leyenda", que se ha estrenado este jueves, no se trata de una suma de pequeñas apariciones, sino de un comercial de hora y media para mayor gloria de una firma automovilística. La cinta está protagonizada por Pablo Rago, Leonora Balcarce, Benjamín Rojas, Luis Luque, Carlos Belloso... y sobre todo por los autos Chevrolet.

El mundo de la competición TC 2000 sirve de marco a la promoción a la firma norteamericana, subsidiaria de General Motors, a través de una trama triángular que mezcla rivalidad deportiva y sentimental. Dos enemigos sobre ruedas, Juan Manuel Migliardi (Rago) y Lucas Vallejos (Rojas) se disputan el amor de la atractiva ingeniera automovilística Bea Ulloa (Balcarce), y de paso la posibilidad de correr para su equipo, que busca un as del volante que le dé su tercer título consecutivo.

"La leyenda" no es producto burdo. Como los comerciales que vemos en televisión, el obvio mensaje publicitario es presentado a todo lujo: espectaculares imágenes de carreras, producción cuidada, montaje febril. Se rodó en ocho ciudades argentinas diferentes: Punta del Este, Paraná, Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Balcarce, Salta y San Luis, en circuitos reales e incluso durante competiciones reales. Numerosos efectos digitales y cámaras HD de última generación se emplearon durante la filmación y la postproducción, para lograr un film tan espectacular como comercialmente efectivo

Dirigida por Sebastián Pivotto en su debut como realizador cinematográfico, fue escrita por Alejandro Ocon y Chavo D'Emilio, y en su producción participó directamente la marca Chevrolet a través de la agencia de publicidad McCann Erickson, junto a la compañía Pampa Films de Pablo Bossi y Juan Pablo Buscarini.