James Cameron: Anotaciones en torno a la nueva tecnología 3-D y "Avatar"

por © Fox-NOTICINE.com
James Cameron
James Cameron
El estreno, justo antes de las próximas Navidades, de "Avatar" será posiblemente una fecha importante en la historia del cine, primero porque marca el regreso a la ficción -12 años después de su inmenso éxito "Titanic"- de James Cameron, y segundo porque puede representar un muy importante espaldarazo para la tecnología digital 3-D estereoscópica, en cuyo desarrollo el cineasta norteamericano ha tenido un papel destacado. He aquí algunas de las ideas que sobre la nueva tecnología explicó Cameron en entrevista con Variety.  

- creo que Godard lo definió a la perfección. El cine no es una verdad 24 veces por segundo; es una mentira 24 veces por segundo. Los actores pretenden ser personas que no son, en situaciones y entornos completamente ilusorios: un día simula la noche, un paisaje árido pretende ser húmedo, la ciudad de Vancouver pasa por ser Nueva York, pedacitos de patata simulan ser copos de nieve. El edificio es simplemente un decorado de delgadas paredes, la luz del sol es un equipo de iluminación Xenon y el ruido del tráfico lo proporcionan los especialistas de sonido. Todo es una ilusión, pero el premio es para quienes consiguen que la fantasía sea más real, más visceral y más reconocible por el público. Esta sensación de realidad se refuerza enormemente gracias a la ilusión estereoscópica. Hasta la fecha, en los tipos de películas que han sido principalmente mi especialidad, la fantasía se aprecia mejor a través de un sentido de la realidad basado en el detalle y en la textura, que favorece la historia en todo momento. Todo el conjunto de personajes, diálogos, diseño de producción, fotografía y efectos especiales debe orientarse a producir la ilusión de que lo que estás viendo está realmente pasando, no importa lo improbable que la situación pudiera ser si uno se parara a pensarlo – por ejemplo, un traveling de un cyborg ubicado fuera de su tiempo que mate a una camarera puede cambiar la historia. Cuando uno ve una secuencia en 3-D, ese sentido de la realidad se amplifica. La corteza visual concluye, a un nivel subliminal pero generalizado, que lo que está viendo es real. Todas las películas que he hecho anteriormente podrían haberse beneficiado absolutamente del formato 3-D, por lo tanto, creativamente, yo considero la técnica 3-D una extensión natural de mi oficio de cineasta.
 
- Cuando empecé en el año 2000 el proceso de desarrollo de las cámaras 3-D con Vince Pace, estábamos buscando una alternativa a las cámaras convencionales que yo había utilizado hasta entonces. Dos años más tarde, mientras profundizaba en el desarrollo y la producción de la tecnología estéreo, tuve una visión: que los proyectores digitales propuestos para reemplazar a la película de 35 mm podrían perfectamente soportar el formato 3-D debido a su elevada velocidad de encuadre. Realmente podrían ser capaces de proyectar en 3-D hacia el ojo izquierdo y el ojo derecho secuencialmente, a velocidades de encuadre verdaderamente elevadas que nosotros percibiríamos como simultáneas. Entonces concluí que eso significaba que una nueva era del formato 3-D era ya completamente factible, y que nuestros modestos esfuerzos en esta tecnología conducirían al mercado a respaldar ampliamente el desarrollo del cine digital, lo cual se consideraba inminente e inevitable.

- Una rápida definición de los términos: Yo digo estéreo en vez de 3-D porque trato con muchos artistas de animación digital que están acostumbrados a usar el término "3-D" como un término característico del arte de animación digital, por lo tanto, suelo emplear estéreo en su lugar, una forma abreviada de estereoscópico, y así no hay confusión. Sin embargo, cuando se trata del público, digo 3-D porque los espectadores saben lo que significa en ese contexto: que van a tener que usar gafas y que van a ver algo realmente innovador.

- Todas las películas se hacen para verse en distintos y numerosos formatos. Todo director sabe que su película será más vista probablemente en DVD o en la red de TV, es decir, en pequeña pantalla, que en una sala de cine. ¿Esto cambia la forma en que la dirigimos? No mucho. Primero, y sobre todo, la película debe ser una buena película. Tiene que conseguir la explosión del conjunto de los ocho cilindros, independientemente de que haya sido concebida como una película en 2-D o en 3-D. En consecuencia, una película en 3-D que se proyecta en 2-D, en cualquier tamaño de pantalla, debería ser también capaz de transmitir. La técnica 3-D debería estar siempre concebida como un turbo, como un potenciador de un trabajo cuya razón de ser está fundamentada en su guión, sus personajes, su estilo, etc.

- No creo que se sepa todavía lo que representa económicamente el 3-D, y no se sabrá durante algunos años. Entonces, dependerá del número de pantallas y, lo que es más importante (a largo plazo) del número de cineastas que quieran rodar en este nuevo entorno, porque el éxito del resurgir del 3-D va a estar determinado por el contenido. Creo, en cualquier caso, que es un error basar el éxito de una película en el formato 3-D, ya sea estética o comercialmente. La película no debe comercializarse sobre todo y prioritariamente como un experimento 3-D. Tiene que venderse por sus valores (reparto, guión, imágenes, etc.) y el espectador debe estar informado de que puede comprar ese filme tanto en 2-D como –pagando un poco más– en 3-D. Debería ser igual que pedir algo en Starbucks. Un montón de opciones. Si los nuevos medios de comunicación  de la última década nos han enseñado algo es que a la gente le gusta tener opciones y asumir el control.

- En "Avatar" no he sido consciente de haber variado mi forma de rodar al hacerlo en 3-D. Simplemente estoy aplicando el mismo estilo de siempre. De hecho, después del primer par de semanas, dejé de mirar lo rodado en 3-D mientras estaba trabajando, aun cuando las cámaras digitales te permiten el visionado en estéreo en tiempo real. Tenía a alguien que comprobaba si las tomas eran buenas para el estéreo según íbamos rodando, y dispusimos una pequeña sala de cine cerca del lugar de rodaje con ese propósito. Obtenía información en tiempo real de mi equipo de "ojos de oro " ubicado en la sala de cine, si una toma necesitaba ser ajustada para aumentar o disminuir el espacio estéreo. Dicho esto, yo no desdeño una buena escena en 3-D, siempre y cuando no interrumpa el ritmo narrativo, y hay un par de ajustes menores que se han de hacer en la iluminación y en la disposición de la cámara para crear una ligera y discreta experiencia estéreo. Pero una vez que se aprenden estos pocos trucos, uno ya no piensa mucho en ellos.

- La mayoría de los directores no han sabido encargarse de una revista de cine o equilibrar una Steadycam en su vida, pero eso no les impide utilizar esas herramientas de forma brillante. El sistema estéreo debería considerarse de la misma forma. Un equipo de cámara bueno y con experiencia, que ha rodado una película estéreo usando las nuevas herramientas, debería ser capaz de hacer el estéreo tan invisible al director como el foco. Es decir, a veces al director se le pregunta dónde quiere el foco en una toma, o el director puede tener una idea previa al respecto por una cuestión de estilo, pero generalmente es el equipo de cámara quien se encarga de eso. Yo creo realmente necesaria la colaboración de un "estereógrafo" para ayudar al director de fotografía. Debe ser una persona experimentada que compruebe que todas y cada una de las imágenes resulta como se ha previsto, y que asesore al director y al director de fotografía en las decisiones del espacio estéreo basándose en lo que están viendo en todo momento.