Los productores españoles aseguran que a pesar de la crisis siguen aumentando los títulos y los estrenos

por © Redacción-NOTICINE.com
Pedro Pérez, este viernes en Málaga
Pedro Pérez, este viernes en Málaga
¿Crisis, qué crisis..? Al menos en el inicio de 2009 no se ha notado la falta de dinero en el cine español. Así lo certifican las cifras difundidas este viernes en el Festival de Málaga por Pedro Pérez, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles: A fecha 16 de abril de 2009 se han producido 36 películas españolas, dos más que las realizadas en el mismo periodo de 2008, y se han estrenado 25 películas (22 en 2008 en las mismas fechas). No obstante, descendió el número de rodajes, que pasó de los 58 del pasado año a 45.

Ello permite a Pérez anunciar una muy buena cosecha cinematográfica para 2009 y se ha felicitado por la participación de tres películas españolas en el Festival de Cannes, "Los Abrazos Rotos", de Pedro Almodóvar, "Mapa de los sonidos de Tokio", de Isabel Coixet, y "Ágora" de Alejandro Amenábar.

El dirigente de los productores nacionales se mostró nuevamente satisfecho por los nombramientos de la guionista y directora Angeles González-Sinde como ministra de Cultura y del político nacionalista catalán Ignasi Guardans como director general del Instituto del Cine (ICAA), "por su gran conocimiento del sector audiovisual". No obstante matizó que el sector demanda un cambio en esta última entidad, que debería convertirse en Agencia Estatal, tal y como figura en la Ley del Cine aprobada en 2007.

Pero, para la FAPAE la prioridad sigue siendo el desarrollo de la citada Ley de Cine, en lo relativo sobre todo a las desgravaciones fiscales, como un instrumento eficaz y válido para la atracción de nuevos inversores al sector cinematográfico, y que éste sea tramitado de forma urgente, a pesar de las reticencias del Ministerio de Economía y Hacienda.

Así mismo, Pedro Pérez reclamó que en la Ley General Audiovisual el Gobierno convoque a todos los agentes implicados (productores de contenido, televisiones públicas y privadas y otros agentes del sector) para analizar las modificaciones que requiere el nuevo escenario, "para que no imperen los intereses particulares, sino el bien general". Finalmente se mostró contrario a la pretensión de las televisiones privadas de que en el 5% de inversión en cine al que les obliga la legislación europea se incluyan las teleseries de producción nacional.