El Gobierno español oficializa el recorte de subvenciones al cine
- por © Redacción-NOTICINE.com
En la tradicional rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta y portavoz del gobierno español, Soraya Saénz de Santamaría, detalló una tanda de recortes y reducciones presupuestarias en diferentes departamentos, que a falta aún de detalle y concreción, afectarán a las ayudas al cine. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, explicó por su parte que la rebaja de presupuesto para Educación, Cultura y Deportes será de 485 millones de euros en el próximo año, y citó expresamente a las subvenciones al cine, aunque sin especificar la cuantía de esa reducción. El Estado español aportó este año a la industria fílmica 90 millones de euros.
Las partidas que podrían ser recortadas deberían ser decididas por la persona que asuma la dirección general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), un puesto vacante tras el cambio de gobierno que no tiene de momento ocupante tras dos consejos de ministros del nuevo ejecutivo del derechista Partido Popular.
Pero, además de esta anunciada rebaja en las ayudas directas a la producción cinematográfica, habría una segunda indirecta, ya que Radio Televisión Española, la corporación que más aporta en compra de derechos audiovisuales al cine español, ha visto también caer su propio presupuesto en un 25% por decisión de este mismo Consejo de Ministros. El año que acaba la aportación de RTVE por ese concepto fue de 40 millones de euros.
Finalmente, no es descartable que el nuevo ejecutivo modifique el desarrollo de la normativa que obliga a los canales privados a intervenir en la industria del cine con una parte de sus beneficios (primero fue el 5% y luego el 3%). Según El País, esa cantidad representó unos 60 millones este 2010.
En recientes declaraciones radiofónicas, el presidente de los productores, Pedro Pérez, consideraba como una alternativa por la pérdida de subvenciones directas al cine las desgravaciones fiscales a inversiones privadas, algo que debería desarrollar el nuevo gobierno lo antes posible.
El cine español en su gran mayoría vive de las subvenciones, al igual que el del resto del continente europeo, y un recorte drástico en esas ayudas implicaría un descenso en la cantidad de películas producidas. De hecho, según diversos testimonios de la industria, la mayor parte de las productoras tienen paralizados sus proyectos, especialmente los más ambiciosos, mientras no se aclare la cuantía del "tijeretazo" y se vea si afectará en mayor o menor medida a las películas menos comerciales o al contrario a las de mayores ambiciones y presupuestos. Y en cuanto a los profesionales, hay un temor creciente a que muchos engrosen en mayor medida que nunca las filas de los desempleados.
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Las partidas que podrían ser recortadas deberían ser decididas por la persona que asuma la dirección general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), un puesto vacante tras el cambio de gobierno que no tiene de momento ocupante tras dos consejos de ministros del nuevo ejecutivo del derechista Partido Popular.
Pero, además de esta anunciada rebaja en las ayudas directas a la producción cinematográfica, habría una segunda indirecta, ya que Radio Televisión Española, la corporación que más aporta en compra de derechos audiovisuales al cine español, ha visto también caer su propio presupuesto en un 25% por decisión de este mismo Consejo de Ministros. El año que acaba la aportación de RTVE por ese concepto fue de 40 millones de euros.
Finalmente, no es descartable que el nuevo ejecutivo modifique el desarrollo de la normativa que obliga a los canales privados a intervenir en la industria del cine con una parte de sus beneficios (primero fue el 5% y luego el 3%). Según El País, esa cantidad representó unos 60 millones este 2010.
En recientes declaraciones radiofónicas, el presidente de los productores, Pedro Pérez, consideraba como una alternativa por la pérdida de subvenciones directas al cine las desgravaciones fiscales a inversiones privadas, algo que debería desarrollar el nuevo gobierno lo antes posible.
El cine español en su gran mayoría vive de las subvenciones, al igual que el del resto del continente europeo, y un recorte drástico en esas ayudas implicaría un descenso en la cantidad de películas producidas. De hecho, según diversos testimonios de la industria, la mayor parte de las productoras tienen paralizados sus proyectos, especialmente los más ambiciosos, mientras no se aclare la cuantía del "tijeretazo" y se vea si afectará en mayor o menor medida a las películas menos comerciales o al contrario a las de mayores ambiciones y presupuestos. Y en cuanto a los profesionales, hay un temor creciente a que muchos engrosen en mayor medida que nunca las filas de los desempleados.
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