Crisis del cine argentino genera solidaridad e interés internacional

por © Candela Rabadán-NOTICINE.com
Siguen las movilizaciones en la Argentina
Siguen las movilizaciones en la Argentina
En un comunicado firmado por más de 300 personalidades internacionales del mundo del cine, incluyendo a Pedro Almodóvar y Alejandro González Iñárritu, han expresado su apoyo a la industria cinematográfica argentina. Cineastas reconocidos elogian la excelencia de la cinematografía austral y advierten sobre los peligros de las reformas propuestas por el Gobierno de Javier Milei. La situación de incertidumbre, por la Ley Ómnibus, las protestas de los profesionales dentro y fuera del país y la rectificación parcial de la "motosierra" pregonada por el nuevo ejecutivo han despertado la atención de la prensa profesional estadounidense. Deadline acaba de dedicarle un amplio artículo.

La publicación se hace eco del manifiesto de centenares de actores, directores, productores y responsables de festivales de todo el mundo mostrando su preocupación, y califica de "devastador" el efecto que la ley de Milei puede tener en la industria audiovisual local. Deadline dió voz a productores, como Axel Kuschevatzky ("Argentina, 1986"), quien considera que acabar con los apoyos institucionales conllevaría "el fin del cine argentino tal como lo conocemos". Añadió que Argentina pasaría de producir alrededor de 200 películas al año a producir solo algunas, respaldadas principalmente por plataformas de streaming.

Por su parte, Vanessa Ragone ("El secreto de sus ojos"), ganadora del Oscar, comentó: "Es difícil entender por qué el gobierno quiere desorganizar una actividad cultural y económica que funciona muy bien. Es lamentable que el gobierno no se haya acercado al sector para entender sus necesidades".

En Argentina, la Asociación de Directores de Cine Independiente (PCI) ha expresado su descontento y preocupación y considera que los cambios propuestos para suavizar la Ley Ómnibus, no alteran la esencia del proyecto.

Entre las preocupaciones expresadas por la PCI se encuentra el poder otorgado al Presidente para redistribuir recursos del INCAA, lo que podría desfinanciar la actividad cinematográfica. También critican la limitación propuesta de una película por año por productor, que afectaría a miles de pequeñas y medianas empresas del sector. Además, señalan que la eliminación de la obligación de que una película sea hablada en español para ser considerada nacional podría permitir a productoras extranjeras acceder a subsidios del INCAA.

Otras inquietudes destacadas incluyen la asignación del 25% del fondo del INCAA para mantenimiento interno, lo que podría afectar a instituciones como la Escuela de Cine (ENERC), y la eliminación de la Cuota de Pantalla, medida proteccionista que garantiza un cupo de cine argentino en las salas locales.



Por su parte, el colectivo Cine Argentino Unido, conformado antes de las últimas elecciones que dieron el triunfo al "anarco" capitalista Javier Milei, participa este miércoles en la columna de cultura durante la protesta convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT).

Esta acción surge después de la Asamblea Nacional de la Cultura impulsada el pasado 20 de enero, donde la agrupación decidió manifestarse en contra del proyecto de Ley Ómnibus, también conocida como Ley de Bases y de Puntos de Partida para la Libertad. Esta propuesta plantea modificaciones en el financiamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), y el Protocolo "antipiquetes".

El lunes 22 de enero, el Gobierno presentó al Congreso Nacional las reformas en su proyecto de ley, revirtiendo la propuesta original de desfinanciar el INCAA. Sin embargo mantiene la asignación específica y preserva los alcances del Fondo de Fomento Cinematográfico, establece un límite del 20% para los gastos internos, buscando equilibrar la eficiencia administrativa con la necesidad de recursos para el desarrollo del sector.

Esta modificación fue realizada después de que destacados referentes y cineastas nacionales, como Lucrecia Martel, Santiago Mitre y Vanessa Ragone, expusieran en el plenario del debate en Diputados. Además, productores como Axel Kuschevatzky y Adrián Suar expresaron públicamente por qué sancionar la Ley Ómnibus sería perjudicial para la industria cinematográfica nacional. La movilización del colectivo en el paro de la CGT busca continuar su protesta y defensa de la cultura ante estas reformas propuestas.

Inevitablemente el asunto seguirá de plena actualidad hasta que en los próximos días el legislativo vote la definitiva redacción de la Ley y se vea hasta dónde llega en el desmantelamiento de las instituciones que desde el siglo pasado apoyan a una cinematografía que es puntera en América Latina y ha sido acreedora de numerosos premios internacionales, incluidos dos Oscars, por "La historia oficial" (1985) y "El secreto de sus ojos" (2009).

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