El "boom" de los rodajes en las Islas Afortunadas: "Canarollywood" seduce a inversores privados
- por © Redacción-NOTICINE.com
Invertir en cine, y no sólo en cine español, también en el internacional, incluido el norteamericano. Este es el negocio que algunas entidades financieras, desde bancos a brokers, están proponiendo a empresarios e inversores alrededor del cada vez más floreciente negocio de "Canarollywood", la nueva meca de los rodajes cinematográficos. Las deducciones fiscales -las mayores de España, un 38%- para los que participan en una producción filmada total o parcialmente en las Islas Canarias está generando la entrada en el negocio audiovisual de inversores que nada tenían que ver con él. El último caso conocido es el de "Wild Oats", una producción de los estadounidenses hermanos Weinstein que se filma en Gran Canaria, protagonizada por Shirley MacLaine, Jessica Lange y Demi Moore.
El diario La Opinión de Tenerife, la segunda mayor isla del archipiélago canario, donde ahora mismo filma Penélope Cruz la nueva cinta de Julio Medem, detalla en un reportaje que bancos locales, prestigiosos despachos de abogados y empresas de asesoramiento están vendiendo paquetes financieros a sus clientes para que participen en la financiación de los proyectos audiovisuales, a través de las Agrupaciones de Interés Económico (AIE). Aparte de la posible rentabilidad y beneficios de las películas, a los inversores, gracias a la inteligente política de las autoridades canarias para promover el audiovisual, se les brindan deducciones fiscales en el impuesto sobre Sociedades o de la Renta.
Es importante subrayar que la deducción en Canarias llega al 38% (20 puntos más que en la España peninsular), y no sólo sobre lo que se invierte en las islas, sino sobre el coste total del proyecto. Esta ventaja se une a la figura creada por la Ley del Cine de 2008, que anima a la inversión privada ajena al sector a través de las ya citadas AIE.
Detalla La Opinión que de esta manera, los productores buscan la mayor parte de la financiación de las películas mediante créditos bancarios o preventas a cadenas televisivas y se reserva una parte –hasta un máximo del 38%– para inversores privados "que van a percibir lo que han puesto mediante deducciones impositivas, y el productor no debe devolver estos recursos".
Y con estas facilidades, no es extraño que entidades que nada tenían que ver con la industria audiovisual hayan abierto cabezas de puente en el nuevo negocio. Bancos, firmas de inversión nacionales e internacionales, despachos de abogados... están invitando a sus clientes a invertir en las películas que se rodarán en Canarias con altas posibilidades de rentabilidad.
"En Canarias, desde el punto de vista de la inversión, hay dos tipos de inversores: los institucionales que tienen importantes equipos jurídicos y financieros y que probablemente sean inversores más receptivos a este tipo de productos y los de películas de menor coste. Los primeros, normalmente son grandes inversores que han captado ya los grandes bancos", explica a La Opinión de Tenerife Patricia Motilla, experta en este tipo de productos financieros y que forma parte del equipo de abogados de Jausas. "Los grandes largometrajes americanos, y estamos hablando de cifras multimillonarias, entre 100 millones y 200 millones de euros, son películas donde el producto financiero lo mueven los grandes bancos, que van a Hollywood, escogen al estudio para hacer el rodaje de la película en Canarias y, mediante una estructura jurídica, que es la Agrupación de Interés Económica, se dedican a captar fondos privados", detalla.
"Luego está el otro tipo de inversores, porque una cosa son los largometrajes americanos y otra el cine español", agrega. En este caso, son películas de menor presupuesto, con una media de entre tres a diez millones de euros, donde entran en escena los asesores financieros especializados. A los inversores se les ofrece una parte de la financiación de la película, menor a la deducción permitida por Hacienda, con lo que siempre recuperan la rentabilidad independientemente del éxito de la producción.
Por su parte, Munesh Melwani, director de la firma local Cross Capital, explica que la captación de inversores canarios para la financiación es uno de los servicios que prestan y está teniendo una amplia acogida. Más de siete proyectos pueden haber pasado por sus manos.
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El diario La Opinión de Tenerife, la segunda mayor isla del archipiélago canario, donde ahora mismo filma Penélope Cruz la nueva cinta de Julio Medem, detalla en un reportaje que bancos locales, prestigiosos despachos de abogados y empresas de asesoramiento están vendiendo paquetes financieros a sus clientes para que participen en la financiación de los proyectos audiovisuales, a través de las Agrupaciones de Interés Económico (AIE). Aparte de la posible rentabilidad y beneficios de las películas, a los inversores, gracias a la inteligente política de las autoridades canarias para promover el audiovisual, se les brindan deducciones fiscales en el impuesto sobre Sociedades o de la Renta.
Es importante subrayar que la deducción en Canarias llega al 38% (20 puntos más que en la España peninsular), y no sólo sobre lo que se invierte en las islas, sino sobre el coste total del proyecto. Esta ventaja se une a la figura creada por la Ley del Cine de 2008, que anima a la inversión privada ajena al sector a través de las ya citadas AIE.
Detalla La Opinión que de esta manera, los productores buscan la mayor parte de la financiación de las películas mediante créditos bancarios o preventas a cadenas televisivas y se reserva una parte –hasta un máximo del 38%– para inversores privados "que van a percibir lo que han puesto mediante deducciones impositivas, y el productor no debe devolver estos recursos".
Y con estas facilidades, no es extraño que entidades que nada tenían que ver con la industria audiovisual hayan abierto cabezas de puente en el nuevo negocio. Bancos, firmas de inversión nacionales e internacionales, despachos de abogados... están invitando a sus clientes a invertir en las películas que se rodarán en Canarias con altas posibilidades de rentabilidad.
"En Canarias, desde el punto de vista de la inversión, hay dos tipos de inversores: los institucionales que tienen importantes equipos jurídicos y financieros y que probablemente sean inversores más receptivos a este tipo de productos y los de películas de menor coste. Los primeros, normalmente son grandes inversores que han captado ya los grandes bancos", explica a La Opinión de Tenerife Patricia Motilla, experta en este tipo de productos financieros y que forma parte del equipo de abogados de Jausas. "Los grandes largometrajes americanos, y estamos hablando de cifras multimillonarias, entre 100 millones y 200 millones de euros, son películas donde el producto financiero lo mueven los grandes bancos, que van a Hollywood, escogen al estudio para hacer el rodaje de la película en Canarias y, mediante una estructura jurídica, que es la Agrupación de Interés Económica, se dedican a captar fondos privados", detalla.
"Luego está el otro tipo de inversores, porque una cosa son los largometrajes americanos y otra el cine español", agrega. En este caso, son películas de menor presupuesto, con una media de entre tres a diez millones de euros, donde entran en escena los asesores financieros especializados. A los inversores se les ofrece una parte de la financiación de la película, menor a la deducción permitida por Hacienda, con lo que siempre recuperan la rentabilidad independientemente del éxito de la producción.
Por su parte, Munesh Melwani, director de la firma local Cross Capital, explica que la captación de inversores canarios para la financiación es uno de los servicios que prestan y está teniendo una amplia acogida. Más de siete proyectos pueden haber pasado por sus manos.
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