OPINIÓN: Cine argentino, alarmante cuadro de situación

por © DAC/Redacción-NOTICINE.com
Lecchi
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Lecchi12-XI-07

Por Comisión Directiva de DAC (*)

A pesar de la cantidad de películas que se producen anualmente e independientemente de su aparente boom internacional, desde hace varios años la merecida expansión y desarrollo que augurábamos para nuestro cine argentino lentamente ha venido declinando en casi todas sus variables.

Las advertencias y propuestas de los sectores verdaderamente representativos de la Industria no han sido tomadas en cuenta por las autoridades del Incaa y esta decisión ha tenido como consecuencia el empobrecimiento de la industria y de nuestro cine, claro esta.

Esto también ha sido uno de los factores determinantes del alejamiento de vastos sectores del público argentino de la producción nacional, como varios estudios, estadísticas y la innegable realidad de las salas vacías así lo demuestran. Por supuesto con la excepción de aquellas, y muy pocas películas, realizadas por empresas productoras asociadas a la televisión, quienes tampoco pueden hoy exhibir las elevadas cifras de taquilla con que contaban algunos años atrás.

Hoy, por falta de una política cinematográfica adecuada a los cambios que el desarrollo de la producción del audiovisual necesita, solventamos una pobre, excesiva y no controlada cantidad de producciones que en su lanzamiento reduce sus propias posibilidades por efectos de la competencia de unas con otras, con el único objetivo de mostrar un grandiosa cantidad de películas produciéndose por año.

Por otro lado es incomprensible que a pesar del incesante incremento anual del Fondo de Fomento, solo se destinan muy bajos recursos a créditos para la producción, cuando de manera inversa aumentan los gastos administrativos de todo tipo, sobrando recursos en subsidios, que año a año pasan de un ejercicio a otro sin haberse afectado a la producción de películas.

Esta manera de instrumentar la política cinematográfica da como resultado, entre otras cosas, que muchos creadores de prestigio, exitosos con el público y reconocidos internacionalmente, han sido marginados de la industria y tienen hoy que encontrar un mayor apoyo económico y financiero fuera del país, lo que dilata en el tiempo sus producciones, acrecentando aún más el alejamiento del público del cine nacional y la posible pérdida de identidad en el relato de sus historias.

En el otro extremo, los realizadores que no tienen acceso a empresas o productoras internacionales y aquellos que recién comienzan en la profesión ven permanente cercenado su potencial creativo lo que los acerca también al resultado antes señalado.

Con el agravante, de acuerdo a la manifestación de muchos directores productores, que cuando se accede a un crédito de fomento, en la mayoría de los casos la liquidación de las cuotas de del mismo son mal efectuadas, en tiempo y forma, provocando múltiples problemas financieros, el encarecimiento de los costos y, en algunos casos, la suspensión de la producción.

Un párrafo aparte merecería la falta de: "Puesta en marcha y funciones del Consejo Asesor del INCAA", quien detenta importantes funciones otorgadas por nuestra Ley de Cine, y que obviamente al no funcionar han sido sistemáticamente desactivadas, como aceptar o rechazar la gestión de los administradores del organismo y nombrar a los integrantes de los comités y jurados que deben seleccionar los proyectos a ser producidos.

Ante este panorama para nada alentador y en la búsqueda de un sistema de fomento donde la producción de películas no resulte presa de una maraña burocrática de resoluciones contradictorias, sino orientado a la gestión moderna, eficaz, rápida, que facilite la obtención de los beneficios de la ley destinados a la producción de filmes; y abogando por una Política Cinematográfica actualizada a la realidad de hoy, que tienda a la recuperación del público argentino y alcance mayor penetración en los mercados internacionales, creemos que deben ponerse inmediatamente en funcionamiento las propuestas que desde hace más de dos años no se han tenido en cuenta, muchas de ellas elaboradas en el seno de la DAC.

Algunas, las más esenciales, serían las siguientes:

1. Elaborar un nuevo Sistema de Fomento y Concursos con llamados trimestrales y con una cantidad previamente cuantificada de películas a ser producidas con recursos del fondo de fomento, sujeto a la disponibilidad de fondos proyectada anualmente. Un mecanismo que sea más transparente, eficaz y que evite definitivamente el otorgamiento discrecional de los fondos, contemplando las distintas maneras de producción de películas (industriales, de época, de género, de autor, para operas primas, para documentales, etc.)

3. Un sistema que además incluya, dentro de lo permitido por la ley, el desarrollo de las nuevas tecnologías, es decir que contemple en todas sus disciplinas (documental y ficción), el cine digital y sus posibles lugares de exhibición tanto en salas de cine como en la TV.

4. Se hace sumamente necesario para crear confianza en este sistema publicar regularmente durante cada ejercicio, el estado discriminado de la aplicación de su presupuesto rubro por rubro, los compromisos contraídos, los costos reconocidos a cada película, los beneficios económicos concedidos a las empresas productoras, los controles o auditorias realizadas y sus resultados.

5.Instrumentar legalmente y sin titubeos la "Cuota de Pantalla en salas de cine" para que la exhibición de nuestras películas no esté subordinada a la mayor o menor rentabilidad que las salas obtengan. Esa subordinación pretendida por los exhibidores debe ser rechazada por el órgano público que debe protegerla y hacer cumplir sin excusas la ley de cine en vigencia

6. Profundizar el impulso para obtener del Poder Ejecutivo la reglamentación de la ley de la "Cuota de Pantalla de nuestro cine en la televisión".

7. Reestructurar los distintos comités de selección de proyectos y clasificación, recategorizándolos y dotándolos de una reglamentación precisa que permita la evaluación rigurosa de proyectos y filmes y con renovación anual de sus miembros.

8. Tender a la inmediata construcción de un organismo para la promoción y venta de Cine Argentino a nivel internacional.

Después de dos años de participación y espera creemos que estas propuestas, fundamentales para el desarrollo de la cinematografía nacional, deben ser puestas en práctica de inmediato, por lo cual creemos se hace imprescindible la urgente convocatoria a las entidades representativas de nuestra industria cinematográfica para debatir democráticamente las medidas a seguir.

(*) La comisión directiva de DAC, Directores Argentinos Cinematográficos, una de las asociaciones que nuclea a realizadores de la Argentina, está compuesta por: Carlos Galettini, Ricardo Wullicher, Gabriel Arbós, Horacio Maldonado, Alberto Lecchi, Santiago Carlos Oves y Juan Bautista Stagnaro, entre otros.