Opiniones encontradas entre los diferentes sectores que asocian a los directores argentinos

por © Redacción-NOTICINE.com
Aristarain
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Néstor LescovichAristarain4-XII-07

El cine argentino se encuentra caldeado por estos días. El advenimiento de un nuevo gobierno, si bien continúa el modelo actual, ha provocado que todos saquen sus trapitos al sol, y se subraye la división que existe entre los directores argentinos. Tal como dábamos cuenta ayer, Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) ha asumido en las últimas semanas la voz de los realizadores locales fijando una postura frente a la actual conducción del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), firmando incluso una solicitada en el diario Clarín. Pero no todas las asociaciones que núclean a los directores están de acuerdo con las opiniones de DAC, e incluso varios miembros de la propia asociación se han manifestado en contra de sus acciones.

"En nuestro país existen cuatro asociaciones de directores, a saber DAC, DIC, AADC y PCI. Si bien esta última efectivamente en estos días emitió un documento manifestando su deseo de dar solución a determinados temas, la misma se negó a firmar la solicitada de referencia, por lo que la única entidad que pide cambios al nuevo gobierno es la comisión directiva de DAC y leyendo el mail de respuesta de (Juan José) Campanella y los comentarios de varios asociados, pareciera ser no refleja el pensamiento de la entidad en su conjunto", explicó a NOTICINE.com, Miguel Mato, presidente de DIC.

Precisamente DIC, envió un comunicado -firmado conjuntamente por la AADC que preside Néstor Lescovich- fijando su postura ante la solicitada de DAC. En la misma se explica: "En primer término, queremos dejar en claro que la DAC es solamente una de las cuatro entidades que nos agrupan y que en conjunto representan a la mayoría de los directores de cine. Y hacemos hincapié en lo de 'la mayoría', porque queremos ser honestos y todos sabemos que además existe un numeroso grupo de directores que no participa gremialmente de ninguna de las cuatro entidades hoy reconocidas jurídicamente (DIC, AADC, PCI y DAC).

En segundo término queremos hacer público nuestro desacuerdo con el modo de proceder de la Comisión Directiva de la DAC que vuelve a darle la espalda al acuerdo de consenso entre las cuatro entidades establecido en julio de 2006 y actúa una vez más de forma arrogante y unilateral pretendiendo una representatividad sobre todo el conjunto de los directores que por cierto hoy no tienen ni sobre sus propios asociados.

Así lo ha hecho saber, entre varios otros, Juan José Campanella, quién, a raíz del texto del pedido de audiencia a la nueva Presidenta ha escrito a la Comisión Directiva de DAC una respuesta donde expresa, entre otros párrafos, lo siguiente: '…no estoy para nada de acuerdo en el tenor de los conceptos de la gran mayoría de ellos…', '…no recibí copia previa del texto y me pregunto si fue el resultado de un debate interno, o el fruto de una Comisión que se arrostra la representación de todos…', '…el tono de este comunicado bordea lo traicionero…'.

Hacemos mención a esta respuesta ya que del mismo modo inconsulto, el representante de DAC para el Consejo Asesor del Incaa (designado también como fruto del acuerdo de las cuatro entidades) llevó e impuso en la última reunión del Consejo una propuesta para que los miembros de los Comités no emitan ningún dictamen hasta tanto no se regularice por la vía del decreto presidencial la conformación del Consejo Asesor".

DIC y AADC se explayan sobre su visión de la actual gestión del Incaa: "Creemos que ha sumado aciertos y ha cometido errores y siempre hemos intentado que el conjunto de los directores acompañe y suscriba los primeros y señale y debata abiertamente los segundos y a la vez proponga caminos a seguir y bregue por dar la discusión entre toda la industria y el Incaa, para resolver los desafíos pendientes vinculados a cuota de pantalla en salas y en tv, a la derogación del IVA para la actividad y las medidas que colaboren en la mejora de la difusión y la exhibición de nuestro cine. Pero a la vez somos también acérrimos defensores de la autarquía del Incaa, recuperada con nuestra participación activa hace apenas cinco años. Y esa autarquía establece un periodo de cuatro años para cada gestión al frente del organismo. Exigir de forma airada e irresponsable, y con un lenguaje tan poco feliz un 'golpe de timón' como el que propone DAC, atenta contra la esencia misma de la autarquía y por lo tanto la pone en peligro para el futuro inmediato".

El comunicado concluye: "Desde ya que esperamos contribuir a mejorar el futuro de nuestro cine, en principio, tratando de hacer el mejor cine posible, y al mismo tiempo respetando la diversidad, los distintos formatos, la capacidad artística y técnica y el deseo de recuperar mucho más el hoy tan esquivo favor del público...Nuestro cine tiene que volver a ser un hecho relevante para la sociedad, y no un marco de disputas mezquinas y teñidas de intereses partidarios".

Se puede decir que quién destapó la olla fue Adolfo Aristarain, cuando meses atrás denunció irregularidades. Ahora el realizador vuelve también a estar en el centro de conflicto, ya que Campanella le acusó de hacer público un e-mail enviado a colegas y la DAC aclarando su postura. Tras ello, Campanella optó por explayarse sobre el tema contestando una carta de Aristarain, aduciendo que "lejos de mí está generar un debate público con tal venerable figura de nuestro cine, pero por lo menos, como para que haya una aclaración de mi posición, y si este debate se torna público no tenga que contestar llamados de prensa, aclaro algunos de sus puntos".

Campanella se extiende particularmente en el punto en que Aristarain hace referencia a que se ruedan demasiados films en la Argentina y que el mercado no está preparado para más de 40 títulos. Campanella responde: "¿Cómo llegó a este guarismo? Comparta la fórmula, por favor. Porque sin saberla, no estoy de acuerdo. No conozco a NADIE, y conozco mucha gente, que tenga una cuota interna de películas argentinas a ver por año. O por semana. Esto de que si se estrenan cuatro películas argentinas por semana se cancelan entre sí, me parece poco racional...De cualquier manera, y con ánimo de especificar el debate: ¿cuáles serían las 40 películas de este año que hubiera elegido? Yo reconozco que no puedo tomar esa decisión. ¿quiénes serían los directores que se quedan afuera? Con ese criterio, ¿se hubiera podido hacer 'La Ciénaga', 'Mundo Grúa', 'El Otro'? Usted, leyendo el guión de 'El Otro' quizás no le hubiera dado el subsidio. Sin embargo, ganó Berlín, que es más de lo que usted y yo podemos decir de nuestras películas".

El director de "Luna de Avellaneda" finaliza su carta diciendo: "Mi carta original a la DAC, que no aspiraba a ser pública, sólo marcaba mi bronca por haber utilizado un ente que debería dedicarse a aplicar políticas que abarquen a todos los directores, para propugnar un retorno a la vieja política, pre-autarquismo, que gane el más fuerte, que no se cumplan las leyes, que se haga el cine que yo quiero y no el otro. No es esa la función de la DAC. También marqué que ningún miembro de SICA que yo conozca estaba al tanto de esa carta, ni ese pedido de remoción. No aspiraba a tornar público este debate. A usted, en cambio, este kilombo le gusta. Ojo, que no por arrastrarnos a una pelea de vedettes va a tener más gente en el cine".

Pero los enfrentamientos internos no se detienen ahí. Porque Campanella además de acusar, es acusado. Una fuente anónima hizo llegar un e-mail a diferentes medios de comunicación, entre los que se incluye NOTICINE.com, en el que arremete contra Campanella por atacar a los sindicatos y defender al presidente del Incaa, Jorge Alvarez: "El ataque que realiza este señor Campanella realmente 'bordea lo traicionero', ya que pretende sin duda alguna utilizar su prestigio personal para desprestigiar a otros, como lo han estado haciendo con los empleados del Incaa, en una maniobra que solo pretende pagar por los favores que ha recibido de Álvarez, ya que no se expresa sobre todo lo denunciado desde hace tiempo. Solo teme que saquen de ahí a su benefactor".

En el e-mail se especifica que Campanella, quien afirmó no filmar desde 2003 por lo cual no tiene relación con la administración actual, recibió junto a su socio Eduardo Blanco un monto de 650.000 pesos para realizar la miniserie "Vientos de agua" (2005), "sin las exigencias que se les pide a todos los demás y con beneficios inéditos, cuando la ley no permite que el dinero del cine subsidie a la televisión privada".