Crítica: "Al final del tunel", suspense inteligente

por © NOTICINE.com
Sbaraglia en el túnel
Por Edurne Sarriegui       

"Al final del túnel" (2016), es el tercer trabajo como director y guionista del argentino Rodrigo Grande ("Cuestión de principios", "Rosarigasinos"). Esta coproducción argentino-española lleva a la pantalla una historia de suspense que involucra a un hombre obligado a usar una silla de ruedas y a una banda de criminales abocados a la organización de un robo a un banco a través de un túnel excavado junto a su sótano.

Joaquín (Leonardo Sbaraglia) está confinado en una silla de ruedas a causa de un accidente. No es esa su única pérdida. El realizador nos hace saber, sin palabras y sin redundar en ello, que perdió a toda su familia. Vive recluido en su casa -que conoció tiempos mejores- acompañado por su perro Casimiro que tendrá su relevancia en la trama. Tiene  problemas económicos y trabaja en el sótano reparando aparatos electrónicos. Un día llama a su puerta Berta (Clara Lago), una mujer joven acompañada por su pequeña hija, respondiendo a un anuncio que ofrecía en alquiler una habitación en el piso superior que, por razones obvias, Joaquín no puede usar. A pesar de la oposición inicial del dueño de casa, Berta se queda y esa nueva compañía revoluciona su vida cotidiana.

Un día repara en ruidos extraños que se originan en el sótano contiguo al suyo. Acostumbrado al silencio y la soledad, no puede resistirse a averiguar qué o quiénes los ocasionan. Para ello recurre a sus habilidades técnicas y descubre que una banda criminal liderada por el cruel Galereto (Pablo Echarri) excava un túnel bajo su casa para alcanzar un banco cercano y robar las cajas de seguridad.  

Joaquín, el protagonista, no es un héroe tradicional. Esta suerte de "macgyver" en silla de ruedas planea cómo quedarse con parte del botín mientras conoce más detalladamente el grado de criminalidad y corrupción (¡siempre presente!) de los delincuentes involucrados. El destacable trabajo de guion que hace Rodrigo Grande logra el tono y el ritmo necesarios. Crea la empatía con un héroe que no deja de ser imperfecto en sus actitudes y consigue una rara mezcla de asfixia causada por los escenarios cerrados y agilidad en la acción a pesar de las limitaciones que tiene que superar Joaquín.

La fotografía, el trabajo de arte y la ambientación son notables La ecuación se completa con el buen nivel actoral de Sbaraglia, Echarri, Lago, Javier Godino y Federico Luppi que encarna a un corrupto comisario involucrado en el robo.
 
"Al final del túnel" será distribuida en casi todos los países de Latinoamérica y en España por Warner Bros Pictures. Tiene varios méritos para seducir a los espectadores: una historia atrapante, algún personaje para recordar y un nivel técnico y artístico digno de grandes producciones. El cine de género nacional goza de buena salud en Argentina y España.

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