Crítica: "Necronomicón: El libro del infierno", globo que se deshincha

por © NOTICINE.com
"Necronomicón"
Por Edurne Sarriegui     

El argentino Marcelo Schapces, acompañado en el guion por Luciano Saracino y Ricardo Romero, estrena "Necronomicón: El libro del infierno" en un intento por recrear el mundo fantástico ideado por el escritor norteamericano H. P. Lovecraft.  Anunciada como un acercamiento nunca visto a la obra del autor literario con multitud de seguidores, crea una alta expectativa que se ve decepcionada por el resultado final.

La película se desarrolla en una Buenos Aires anacrónica, deteriorada, solitaria y húmeda. La lluvia incesante y las aguas subterráneas en subida imparable, amenazan con malos augurios a la ciudad y sus habitantes, además de conspirar contra el acervo de la Biblioteca Nacional cuyos sótanos sufren daños causados por la inundación.

Luis (Diego Velázquez), que es bibliotecario en dicho lugar, recibe el encargo de hacer un recuento de los perjuicios ocasionados por el agua en algunas salas que permanecían tapiadas en el subsuelo de la institución. A causa del agua han quedado al descubierto y tras realizar una inspección del lugar, Luis se da cuenta de que contienen libros esotéricos que han permanecido ocultos por mucho tiempo.

Al mismo tiempo fallece Dieter (Federico Luppi), un extraño vecino de Luis y su hermana paralítica, dejándole un misterioso legado a través de una mujer joven y enigmática.
 
El Necronomicón es un libro que nunca fue escrito pero que Lovecraft nombra en varios de sus relatos, atribuyéndole un contenido de conjuros con poder para convocar al mal y la capacidad de causar locura y muerte a sus lectores. En un intento de dar verosimilitud a su obra, el escritor norteamericano nombró diversas traducciones del libro, la persecución del mismo por parte de distintas autoridades y la permanencia de varios ejemplares ocultos en algunos lugares del mundo, uno de ellos, casualmente, la mentada Biblioteca Nacional Argentina.

Marcelo Schapces toma la historia de este libro imaginario, la adereza con múltiples mitos en torno a él -como la supuesta catalogación del mismo por parte de Jorge Luis Borges durante su desempeño como director de la Biblioteca- y recurre a la inclusión de variados signos del mundo lovecraftiano para contar una historia sobre el libro en un mundo más actual pero sumido en  un halo de terror gótico.

La propuesta, que resulta prometedora en su planteo, patina en distintos momentos cuando algunas situaciones bien logradas de suspense e intriga se ven seguidas de escenas innecesarias, explicaciones excesivas y personajes con roles difíciles de justificar.

Las reiteradas alusiones a la literatura de Edgar Alan Poe, la idea de la admiración de Borges por la literatura de Lovecraft (que el argentino se encargó de desmentir con la fina ironía y el exquisito humor que le caracterizaban) y la alusión a referencias locales del misterio, no consiguen dar vuelo a una historia que no logra despertar el interés esperado.

Más bien, el resultado final remite a una adaptación a la narrativa ilustrada del autor, idea reforzada por la estética predominante, encuadres de cámara y las buenas ilustraciones de Aldo Requena.

"Necronomicón: el libro del infierno" pierde fuerza con personajes poco o nada desarrollados, situaciones injustificadas, algunos baches en la historia, el escaso lucimiento de los efectos especiales y una resolución incierta que deja gusto a nada. Todo esto probablemente limite sus espectadores a cultores fanáticos del género.

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