Crítica: "Orígenes secretos", un mal trago

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"Orígenes secretos"
"Orígenes secretos"
Por Juan Pablo Russo     

"Orígenes secretos" (2020), coproducción hispano argentina, dirigida por David Galán Galindo, que tuvo su estreno en Netflix, ofrece a través de un formato estilizado un fallido thriller con trazos de buddy movie interpretado por Javier Rey, Brays Efe, Verónica Echegui, Ernesto Alterio y la participación de Leonardo Sbaraglia.

La opera prima de Galindo es la adaptación cinematográfica de su propia novela gráfica publicada en 2016, donde un policía estoico, un nerd amante de los comics y una jefa de homicidios con afición al cosplay deben investigar el caso de un asesino serial que comete sus crímenes escenificando los orígenes de superhéroes como La Masa, Iron Man o la Antorcha Humana.

"Orígenes secretos" toma elementos de películas como "Seven / Pecados Capitales" (1995), de David Fincher, o "El día de la bestia" (1995), de Alex de la Iglesia, para construir una historia que entrelaza el thriller con la comedia costumbrista mezclando crímenes, cómics y superhéroes para generar un híbrido desaprovechado ante una sucesión de situaciones que no le aportan nada a una historia fantástica que en ningún momento encuentra el tono preciso entre lo gracioso, lo dramático, lo sombrío y lo solemne.

Galindo ofrece una obra ambiciosa, que a través de una puesta en escena grandilocuente, la mezcla de géneros y las constantes referencias, busca construir un universo personal, pero donde lamentablemente nada funciona.

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