Crítica San Sebastián: "La maternal", todos los clichés... y más aún

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"La maternal"
"La maternal"
Por Carolina G.Guerrero    
 
Pilar Palomero, la directora tan premiada por su primer trabajo "Las niñas" (algo que nunca llegué a comprender, por más que me devanase los sesos), ha encontrado su particular vellocino de oro, y vuelve a repetir esquemas con la cinta "La maternal", que participa en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián.

De nuevo, al ponerme frente a la proyección de esta película de Pilar Palomero, no puedo evitar analizar su trabajo todo el rato, porque por supuesto de la misma manera que sus anteriores "Niñas", no me llegaron, ni muchísimo menos me llegan estas otras "niñas", con la que la directora ha colocado el listón aún más arriba.

Me voy a explicar, y soy consciente que puedo levantar ampollas con esta opinión, pero esto es solo eso, una humilde y personal visión de una cinta, que se ha creado, nuevamente, aunque esta vez más feroz aún que la anterior, con unos  ingredientes escrupulosamente elegidos, para que el puzzle sea  más políticamente correcto, y a ojos de muchos espectadores -y sobre todo jóvenes de la nueva escuela- deleite con un producto repleto de trampas, en las que caer, y a la que luego ellos mismos catalogarán de obra de arte. Hijos míos, habéis visto a Claude Lelouch, a Berlanga, a Gregory La Cava, a  Vermut, a Sorogoyen, por poner algo más cercano?... ¡Eso sí es cine!

Cuando éstas ante una buena película, te olvidas que te estás viendo una película. Con estos productos como "La maternal", a los que por supuesto hay que valorarles el mérito de estrujarse el cerebro para que cumplan con lo que se podría esperar, no puedo, ni comulgar, ni muchísimo menos empatizar.
 
Solo consigo ver el proceso de rodaje frente a mí y analizarlo todo, como el producto que es.

Está claro que el mundo femenino adolescente es un buen caldo de cultivo, que puede hacer germinar todo tipo de historias vendibles, más aún, con todo el momento que estamos viviendo de reclamación de derechos. Aquí es donde creo que entra la demagogia, sí, y así todo lo demás: Niñas adolescentes, muy adolescentes, de 14  primaveras, como la protagonista Carla, que vive como en las películas estadounidenses en un restaurante de carretera, con su mama, que es soltera (¿había que incidir en esta circunstancia?). Por supuesto, es otro cliché, y lo único que consigue es catalogar a las personas. Qué más nos da en los tiempos que corren si una madre es soltera, viuda o casada, pero claro, otro despropósito que justifica la desidia de esa madre "soltera" hacia su hija de 14 años que se queda embarazada.

Seguimos con los estereotipos, la madre por supuesto se llama Penélope, no sabemos si aún guarda el bolso de piel marrón y sus zapatos de tacón... Continuamos para bingo... la niña será llevada a un centro llamado "La maternal", donde se asustará muchísimo en primera instancia con todo lo que allí acontece, sabiendo la que le espera cuando nazca su bebé, allí junto a otras niñas como ella, adolescentes, marginales y embarazadas.

Otro ingrediente más que no podía faltar en una película que busca honores en los tiempos que corren es meter sí o sí, a actores no profesionales. ¿Por qué?, pues porque supuestamente esto le da una frescura fuera de todo juicio, no? Pues no, no rotundamente, y si no ahí están los "Girasoles silvestres", de Rosales, con actores profesionales, que sí regalan unas interpretaciones magistrales, llenas de frescura de y buen hacer.

No voy a entrar en el tema del presupuesto, que ya se sabe lo difícil que es sacar una película adelante, esto es sin sarcasmo. Luego está la prensa, sí, esa prensa que ya sin ver la cinta la encumbra a ser la próxima ganadora de los premios que vendrán. No podía faltar en este trabajo tan bien rematado, una banda sonora de tema desgarrador con aires flamencos para darle ese toque castizo y cercano al pueblo.

Enhorabuena, Pilar, has vuelto a conseguir un trabajo que cumple todos esos requisitos para llegar a lo más alto, sin ser buen cine. Y, por supuesto, aunque sean niñas (otra vez), las que intenten estremecer y emocionar con su historia al sufrido espectador, otra vez, no me ha llegado nada, bueno nada más que una ligera frustración porque una cinta de estas características llegue a una sección oficial de un festival internacional, aunque esto hace tiempo ya , que también dejó de tener su lógica, y que la mayoría del rebaño le dé palmas.

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