Imágenes de Te doy mis ojos

Escribe Icíar Bollain: Respuestas a la violencia en pareja

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Por Icíar Bollain (*)

Después de "Flores de otro mundo" quería hacer una película más concentrada, menos coral, y quizá por ello más descarnada e intensa. Y hacía tiempo que la coguionista Alicia Luna y yo le dábamos vueltas al tema de la violencia en la pareja y veíamos que aunque es una constante en los medios de comunicación había muchas preguntas que no sabíamos contestar. ¿Por qué una mujer aguanta una media de diez años junto a un hombre que la machaca? ¿Por qué no se va? ¿Por qué no sólo no se va sino que incluso algunas aseguran seguir enamoradas? Las razones de dependencia económica no explican el hecho de que una de cada cuatro mujeres en Europa y Estados Unidos aseguren haber vivido una relación de violencia en su vida.

Según fuimos documentándonos descubrimos que una de las razones primordiales era que siguen en la esperanza de que el hombre cambie. Así, nuestro personaje es una mujer que sigue esperando cada día que entre por la puerta el hombre del que se enamoró... Pero ¿quién es ese hombre? ¿Por qué no existe apenas un perfil del maltratador? ¿Y por qué estos hombres maltratan durante años a quien dicen querer con toda su alma?

Hay hombres violentos físicamente, hay otros que son violentos también psicológicamente y probablemente son los que más daño hacen. Los hay verdaderamente crueles y los hay que son también víctimas de sí mismos, que no saben solucionar sus conflictos si no es mediante la violencia, que necesitan tener a la persona que quieren controlada, que tienen mucho miedo... y ése es el hombre de nuestra película, alguien que tiene posibilidades de verse a sí mismo y cambiar.

"Te doy mis ojos" cuenta la historia de Pilar y Antonio pero también de quienes les rodean, una madre que consiente, una hermana que no entiende, un hijo que mira y calla, unas amigas, una sociedad y una ciudad como Toledo que añade con su esplendor artístico y su peso histórico y religioso una dimensión más a esta historia de amor, de miedo, de control y de poder.

Para el personaje de Pilar hicimos pruebas a muchas actrices estupendas. Fue un proceso largo. Es un personaje que tiene la enorme dificultad de que no sabe quién es, Pilar no dice lo que piensa ni lo que siente, porque no lo sabe, es una mujer que no es ella misma. ¿Cómo le cuentas a una actriz que interprete eso? Además, es una mujer que evoluciona, porque empieza completamente perdida y termina recompuesta, va floreciendo.

Laia Marull puede parecer muy frágil y al mismo tiempo ser fuerte, puede aparecer destrozada o bellísima, como iluminada por dentro y es una actriz muy sólida, que sabe combinar la experiencia con la emoción, constantemente a flor de piel. El personaje de Luis Tosar también es muy difícil. Él le ha dado muchas cosas, pasa de ser muy bruto y no comprender nada a instalarse en otro nivel. Puede ser tierno y cambiar en un instante, oscurecerse, volverse impredecible... Luis da al personaje de Antonio infinidad de matices. Creo que son dos actores muy valientes que se han tirado de cabeza a las escenas.

Candela Peña pone su fuerza y una gran ternura a un personaje que representa a los que queremos ayudar pero no sabemos cómo porque en el fondo no lo entendemos. Con toda su buena fe, Ana no consigue ayudar a su hermana porque no la entiende, porque trata de simplificar algo muy complejo. Candela somos un poco todos. Rosa María Sardá lleva a cabo con generosidad la desagradecida labor de dar vida a un personaje que silencia el problema y que por tanto lo consiente, como se ha hecho durante tantos años.

(*): Icíar Bollain es actriz, realizadora y guionista. Su última cinta, "Te doy mis ojos", premiada en San Sebastián, se estrena este viernes.
© Alta Films-NOTICINE.com
Escenas de su película

Escribe Albert Boadella: Franco y nosotros

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Por Albert Boadella (*)

Han pasado 27 años de la muerte de Franco, y casi los mismos, desde la agonía y extinción de un régimen, cuya última etapa, solo se sostenía alrededor de su presencia, en el sentido más literal del término. La distancia que nos separa hoy de dicha extinción, facilita a la generación que sufrimos de lleno la falta de libertades públicas, una mirada menos vehemente sobre aquel oscuro pasado. Pero no debemos olvidar que también fuimos esta misma generación la que se reveló incapaz de plantear una actitud lo suficientemente enérgica y eficaz como para precipitar el final del totalitarismo.

El dictador se tomó todo su tiempo para extinguirse, y posiblemente este complejo haya gravitado sobre nuestra generación de manera persistente. La forma de paliar tal frustración, se materializa a menudo con una curiosa dualidad; por un lado, una cierta desmesura en la descripción del grado de perversidad del dictador y su régimen, y del otro, la creación de una leyenda según la cual fue nuestra generación quien decidió el final del franquismo.

"Buen viaje, Excelencia" se centra esencialmente sobre estos conceptos, aunque tratados con la ironía y el humor que nos induce la lejanía de los hechos. Para ello, presentamos un retrato de Franco centrado en los dos últimos años de su vida. Un episodio en el que nos encontramos ante un poder ejercido por un enfermo y senil dictador, cuyo entorno más próximo, no tiene más objetivo que mantenerlo en vida a toda costa a fin de asegurarse su propia supervivencia. Han pasado los tiempos de la cruz y la espada y ahora sólo se trata de sobrevivir, aprovechando, como en la leyenda, un Cid que cabalga medio muerto, pero que sigue atemorizando a sus adversarios debido a la feroz mitología del pasado.

Los gestos autoritarios son ya un puro automatismo que los adversarios se esfuerzan en presentar como testimonio de una sofisticada perversidad, para no tener que reconocer una indiscutible realidad; la de un poder decrépito y un régimen descompuesto que sólo se mantiene bajo el síndrome de Estocolmo de todo un pueblo.

El interior de El Pardo con sus sórdidos personajes, sirve para crear situaciones delirantes como consecuencia de un entorno temeroso y servil. En este sentido, la película cabalga entre la auténtica realidad, apoyada por una mayoría de hechos comprobados, y determinadas situaciones que bien pudieran haber acontecido en semejantes circunstancias.

En definitiva, se trata de una historia que huye de cualquier impulso revanchista o del simple divertimento. La película pretende aportar una reflexión, no solo específicamente sobre la sombra de un caudillo degradado, sino también sobre la miseria mental y la ridiculez que entraña la decadencia del poder absoluto. En este caso, el humor no es obstáculo para la reflexión, sino todo lo contrario; contribuye a facilitar una visión distanciada y quizá didáctica de la historia.

(*): Albert Boadella es director del grupo teatral Els Joglars y del film "Buen viaje, Excelencia"
© Lola Films-NOTICINE.com
Conversando con Castro

Oliver Stone dice que Fidel Castro tiene derecho a ser oído

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El realizador norteamericano Oliver Stone, que se encuentra en Marruecos para rodar su versión de la vida de Alejandro Magno y acaba de ser galardonado en el Festival de Cine de Marrakech, se considera víctima en Estados Unidos de la censura y de una campaña en contra por parte de "la mafia cubana de Miami", que impide el lanzamiento en su país del documental de producción española "Comandante". Este, basado en sus conversaciones con el presidente cubano Fidel Castro, tras presentarse en el Festival de Sundance, no ha sido emitido por la cadena HBO, que compró sus derechos, y Stone lo considera "bloqueado en Estados Unidos".

"Son las palabras de Fidel y la gente tiene derecho a escucharlas", aseguraba esta semana en Marrakech el realizador. "La censura de un lobby político, de la mafia cubana" es según él la culpable de que los norteamericanos no puedan ver "Comandante". Tras la detención de varios decenas de opositores y la ejecución de los secuestradores de una embarcación que pensaban viajar a EEUU, HBO requirió a Stone para que regresara a Cuba y preguntara a Fidel por la represión de los disidentes, a la par que entrevistara a figuras públicas de oposición. El nuevo documental se llamará "Looking for Castro" y estará listo para principios del año próximo. "Yo no estaba de acuerdo. Para mí, el retrato estaba terminado. Sin embargo, volví. Castro me recibió y de nuevo pasamos treinta horas juntos, en las que ha tenido la ocasión de expresarse sobre la oposición y el secuestro, y de defenderse", explicó el director de "Asesinos natos", quien añadía que la campaña orquestada contra él "fue uno de los momentos más duros y deprimentes de mi carrera".

Oliver Stone se considera víctima de una "atmósfera tipo George Orwell", aludiendo a su obra literaria "1984". "La mafia cubana, un grupo de organizaciones que quieren derrocar a Fidel Castro, no pudo soportar mi película", resumió el cineasta, que dice estar acostumbrado a las descalificaciones: "Se me acusa de ser antinorteamericano desde 'Platoon', 'Nacido el 4 de julio' o 'J.K.F.'. Ya estoy acostumbrado. Sin embargo amo a mi país y creo en mi visión de Estados Unidos".

En este momento, Stone filma en su tercera samana lo que sus productores llaman "un proyecto aún no titulado sobre Alejandro Magno". Escrita y dirigida por el director de "Nixon", la superproducción que usa a 3.000 soldados del ejército alauíta, tiene por protagonista al irlandés Colin Farrell, como Alejandro, con Angelina Jolie, Anthony Hopkins, Val Kilmer, Jared Leto, Rosario Dawson y Jonathan Rhys-Meyers como otros intérpretes principales.

"Hacer esta película acerca de Alejandro Magno es la culminación de 13 años de duros trabajos, a pesar de que mi pasión por él viene desde mucho tiempo atrás. En el espíritu de Alejandro, Colin Farrell es una fuerza de la naturaleza, un joven desafiante y rebelde que resulta ser sobre todo un gran actor. Estamos ante una gran historia y Colin es el actor ideal para el papel. Queremos darle vida a la historia y hacerle justicia a Alejandro Magno", ha comentado Stone.

Estudios londinenses y paisajes de Tailandia serán junto a Marruecos los lugares de filmación del film, previsto para estrenarse en noviembre de 2004.
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Heriberto y Ernesto

OPINIÓN: "Suite Habana", los rincones de la ciudad

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Dentro de la producción cinematográfica cubana realizada a partir del tercer siglo y el tercer milenio, "Suite Habana", de Fernando Pérez ("Madagascar", "La vida es silbar..."), recién estrenada en España, es otra cosa. Y no me refiero tan sólo a la cuestión genérica que, a decir verdad, cada vez preocupa menos: el cine ya no se clasifica; da lo mismo si la nueva cinta es un documental o no. En puridad lo es, mas con abundantes elementos fictivos como para “confundir”. Dígase cine y ya se ha dicho todo, en tanto esa capacidad de conmover, de convencer, de promover, de proponer, que todo y más, aparece en esta pequeña pieza cuyo título remite a una forma musical que, en italiano antiguo, significaba "sonata de cámara", en oposición a la otra, más colectiva, que sonaba en las iglesias.

El día a día, o un día al azar, de varios citadinos, no precisamente la gente más exitosa en cuánto a posibilidades económicas, constituye el superobjetivo del realizador; sobre todo la familia de un niño con Síndrome de Dawn, y además, un médico con vocación de clown, un auxiliar de limpieza de hospital que en las noches actúa como travesti, un hombre que rompe con todo por seguir a una mujer a Miami, una anciana que vende maní, un bailarín que trabaja en la albañilería para reparar su casa y ayudar a la madre...

Esos seres son los protagonistas, o el protagonista coral de Suite Habana: la cámara los sigue, alterna e intercala sus acciones comiendo, bañándose, trabajando, descansando...pero siempre soñando. El tiempo de esta película es el gerundio: nunca esta gente se detiene , siquiera cuando aparenta no hacer nada; luego, el gran mensaje de la obra es que, al contrario de lo escrito un día por el ilustre Calderón de la Barca, los sueños no sólo son sueños, sino acicates perennes para luchar, para empinarse, para seguir viviendo, y sobre todo, para encontrar incentivos en la vida, por muy amarga y difícil que ésta parezca o de hecho, sea.

No es fácil la existencia para esas personas que seleccionó el lente de Pérez: cuentan con pocos recursos, tienen que trabajar fuerte para sobrevivir, pero aún así en cada acción de ellos hay un reto, una afirmación, una meta. Por eso, aunque la lluvia pertinaz que rueda en forma de lágrimas por los ojos estáticos de John Lennon en su parque quizá nos comunique tristeza o sensación de derrota, nada de eso: la Habana y sus habitantes, sobre todo éstos, los más humildes, los menos aventajados, llevan en sí aquella condición martiana de la constancia, el sacrificio, la voluntad incansable que el Apóstol plasmó en un artículo donde alababa las virtudes del cubano: “Vindicación de Cuba”.

¿Y cómo ha procedido Pérez? En poco más de una hora elimina prácticamente los diálogos; a golpe de imagen y sonidos nos trasmite esas y otras ideas. Confeso deudor del norteamericano Goofrey Redgio ("Kooyanisqatsi", "Powaqatsi"), el cineasta procede mediante un admirable trabajo de ambientación: su Habana es más espiritual que física, aún cuando muchas de sus calles, sus “hombres trabajando”, su paisaje, aparezcan en pantalla. Sin embargo, hay sobre todo una “Habana auditiva”, una geografía sonora que tanto nos caracteriza: el mapa de tantos ruidos característicos, mujeres que comunican sus mensajes a gritos, sonidos peculiares del tráfico y las obras constructivas, han generado, más que la pieza emblemática, toda una sinfonía, a la cual se une el ejemplar (en todo sentido) tratamiento musical de ese colaborador habitual del realizador: Edesio Alejandro.

Él ha diseñado unos pasajes de cuerdas realmente hermosos, con ecos impresionistas que en vez del mero subrayado ambiental, “comentan” los estados de ánimo de los personajes, inducen al espectador al perenne diálogo con ellos que sugiere la diégesis. Otras veces hay pasajes más complejos donde el sintetizador imita estructuras como el cuarteto, o nos presenta una verdadera fuga donde las alternancias instrumentales emulan las sustituciones y mezclas de los personajes.

De cualquier manera, la banda sonora es un elemento esencial en la cinta, por cuanto contribuye a llenar uno de los propósitos del realizador: hacer la historia, las historias, mediante la alusión, en este caso sonora; acercarnos un mapa que permita identificar la ciudad y sus habitantes desde el lenguaje especial que recibe el oído.
Pero si importante es esto, no menos lo es, claro, el aspecto de la imagen; cierto que la textura digital no ofrece la calidad visual a que nos acostumbró el celuloide, pero de cualquier modo, el trabajo en este campo resulta admirable; en primer término, lo propiamente fílmico se acerca de modo inteligente al mundo de esas personas que integran el macromundo, ese contexto mayor que informan. Así, de la panorámica al big close-up, la cámara emprende un examen más introspectivo que externo: a veces capta, repetidamente, un ventilador, pero éste se erige en un sema preciso, esencial, pues el objeto abunda en las condiciones climáticas, en las necesidades de la familia, en el movimiento de todos en función de uno de sus miembros...; otras es un rostro, o una actitud reiterada: la anciana que mira invariablemente la TV (en blanco y negro) donde, también de modo constante pasa lo mismo: manifestaciones, marchas populares, “tribunas abiertas”. o son planos americanos en torno a la acción de bañarse, no una mera acción física de rutina, sino la expresa voluntad de “sacudirse el polvo del camino”, también literalmente con el objetivo expreso de seguir adelante, de pasar a otro momento de la lucha, aunque éste consista en el inevitable reposo del guerrero.

Entonces, el trabajo de planos y encuadres responde a un estudiado mecanismo de relojería que no ahorra iteraciones (aparentemente supérfluas, algunas de ellas) para comunicar las ideas tan no(ta)blemente armadas y mejor proyectadas que animan al director: esas vidas no están vacías; el sufrimiento de esos seres no tiene nada que ver con aquel existencialismo sartriano que invitaba a cruzarse de brazos y a caer de bruces en la anemia y el quietismo; la rutina del cotidiano lleva a la otra dimensión del círculo, en cada vuelta del reloj y de la tuerca esos personajes estarán cada vez más cerca de sus propósitos, de sus más recónditos anhelos, aún cuando dejen un pedazo de sus vidas en el intento...Y la cámara ha sintonizado de tal modo con esos ideotemas que se vuelve un siervo eficaz, pero a la vez creativo, cómplice, lúcido, a cada acercamiento, a cada travelling.

La labor del director de fotografía (el cada vez más inmenso Raúl Pérez Ureta) tiene, claro, una responsabilidad superlativa en ello. El imprescindible pintor de otros abordajes habaneros en la obra de Fernando o más bien los mismos, sólo que precedentes, iniciales paletadas de un gran mural ahora completo retoma sus miradas agudas, hondas, nada epidérmicas que ya lanzara en Madagascar y La vida...; esta vez, con un énfasis en el claroscuro que define en buena medida, la poética de este maestro en el lente, aquí sumado a proyectar esa visión más espiritual y metafísica de la capital que su personalidad externa; claro que ella está también desde sus rincones, sus muros donde alguna leyenda, con falta de ortografía incluida, proyecta un estado del alma; su tráfago, su tráfico, sus calles soleadas o artificialmente iluminadas en las cerradas noches, pero sobre todo brilla Ureta en la profundidad de campo, en esos interiores donde las vidas convocadas han erigido sus refugios , los cuarteles personales de cada lucha cotidiana, y ahí aparece el sutil contraste, la imperfecta belleza del segmento que tanto define Suite Habana, privilegiando la paleta amplia, colorida o la gama tenue, íntima, según lo requieran la situación y/o el personaje.

No por último, menos importante, es la edición, a cargo de otra “reincidente” en la obra de Fernando Pérez: Julia Yip. Sin un montaje esmerado, incluso preciosista, la película no sería lo mismo; de entrada no podría haberse conseguido ese sistema donde cada elemento responde al todo.

La hilación de los diferentes casos, de modo que resultan uno solo, responde a un creativo trabajo que demuestra, de nuevo, cómo este rubro del cine es más un arte que una técnica; Yip ha sabido contribuir al singular tempo logrado por la obra desde un sabio sentido del tiempo y el espacio; ambas categorías parecen fundirse en una sola, de modo que los delicados engarces entre los planos que refieren a la diversidad-unidad con que se juega todo el tiempo en el filme , no pueden apreciarse por el espectador que simplemente se sumerja en el decurso de la historia.

Esa alternancia, yuxtaposición, mezcla, o como quiera llamársele a la manera en que se imbrican momentos semejantes de las vidas elegidas, seguidas, delatan una mano precisa, amén de sensible, pues no se trata de un simple proceso artesanal sino de un muy bien pensado e interiorizado juego de causales que imita la propia vida. Y así funcionan el racord, las delicadas transiciones y, como decía, el peculiar tempo ideado por Fernando Pérez, concebido para trasmitir una ciudad reflexiva, meditada.

"Suite Habana" es un paso firme en el estudio que más de un artista (dentro y fuera del cine) realiza en torno al carácter y la idiosincracia del cubano, dentro de unas condiciones histórico-concretas que, bien sabemos todos, son muy peculiares, porque estos seres que se mueven entre las columnas de la hermosa, mas a ratos afeada capital, pueden encontrarse en muchos puntos allende a la misma.

Pero es también el personal homenaje que el artista Fernando Pérez realiza a la ciudad que lo ha visto crecer y crear; es su Habana, la Habana de muchos, compartida, multiplicada, dolida, la Habana que cobija a su sombra y su sol, esos inderrotables sueños que le confieren buena parte de su hermosura y de su grandeza.
© Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
El padre Rossi

Breves: Ambiciosa "Sub-Terra" triunfa en taquilla, Banderas se despide de Broadway, superproducción católica en Brasil, despedida a Alfredo Leal

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- La cinta chilena de contenido épico y social "Sub-Terra", dirigida por Marcelo Ferrari, tuvo un excelente debut en las salas nacionales, congregando en su primer dia de proyecciones a 6.260 espectadores, según su distribuidora PWI. Esto significa el segundo mejor inicio de un film autóctono detrás de la comedia erótica de Boris Quercia "Sexo con amor". Presentada como una "superproducción" (costó 1,2 millones de dólares, cantidad habitual en una cinta española y casi ridícula para EEUU), la cinta quedó reforzada por el premio a la mejor actriz que recibió en el Festival de Biarritz la chileno-española Paulina Gálvez. Consuelo Hopzafel, Francisco Reyes, Alejandro Trejo y Héctor Noguera son otros de los intérpretes de esta cinta basada en una obra de Baldomero Lillo sobre la minería del carbón en el Chile del siglo XI, tanto desde el punto de vista de los mineros sometidos a durísimas condiciones de trabajo y una total inseguridad laboral, como del de los propietarios de la industria, sin que falte una relación amorosa interclasista.

- Antonio Banderas se despidió este domingo de los escenarios neoyorquinos después de seis meses de representar con notable éxito -incluida una nominación al Tony- el musical "Nine", basado en la película de Fellini "Ocho y medio". Aunque en marzo volverá a colocarse ante una cámara en México para la segunda parte de "La máscara del Zorro", de momento el actor malagueño tiene previsto tomarse unas semanas de vacaciones junto a su familia en su país natal. "Tengo la sensación de que he trabajado muchísimo durante todos estos años y ya me apetece trabajar menos y mejor. Me gustaría escribir, dirigir... tengo esa idea en la cabeza", declaraba recientemente a la agencia EFE. Como ya informamos, el personaje del mujeriego Guido Contini será a partir de ahora incorporado por John Stamos.

- Tras vender millones de discos y convertirse gracias a la radio y la TV en el sacerdote católico más popular de Brasil, al utilizar medios más propios de los credos evangélicos, el llamado "cura pop" Marcelo Rossi ha presentado este domingo su película "María, madre del hijo de Dios", que responde -según ha dicho- a una promesa que hizo al Vaticano para "evangelizar a través de todos los medios de comunicación". El film cuenta episodios en la vida de Cristo y de su madre, la virgen María. El propio Rossi ejerce como narrador y actor, en el papel de un párroco local en Sertao, al lado de dos astros de la cadena de TV Globo, Giovanna Antonelli y Luigi Baricelli, y de la niña de 5 años Ana Beatriz Cisneros. Producida por 2 millones de dólares, la cinta tendrá distribución en América Latina, Estados Unidos y España. Aunque el sacerdote, de 36 años, ha dicho que no pretende "hacer negocio", sino evangelizar, el 5% de los ingresos que genere irán a parar a su Fundación Terco Bizantino.

- El pasado fin de semana fueron incinerados los restos mortales del torero y actor mexicano Alfredo Leal, quien falleció el jueves a los 73 años de un ataque cardíaco. Actuó en una veintena de películas, después de triunfar en las plazas mexicanas y españolas. Entre ellas destacaron "Cuando tejen las arañas", "Tiempo de morir", "La muerte es puntual", "Carne de horca" y "Hermanos de sangre". Estuvo casado con la cantante Lola Beltrán.
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