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9-IX-03

La Muestra de Nuevo Cine Sueco que se está desarrollando en La Habana y se extenderá hasta el día 11 del presente, discurre con gran éxito de público en la céntrica sala Chaplin de la Cinemateca de Cuba. La première, que volverá a la gran tela blanca como cierre, estuvo a cargo del film "El nuevo país" (Det nya landet) dirigido por Geir Hanssteen Jörgensen. En un campo de refugiados, situado al sur de Suecia, traban amistad dos individuos muy diferentes: Alí, chico somalí de quince años, ingenuo y siempre dispuesto a sorprenderse, y Massoud, iraní, de unos cuarenta, quien le propone a su amigo fugarse del campo antes de que los deporten. Así, escapan en un auto sin rumbo fijo y por el camino conocen a Louise, ex Miss Suecia y mujer aún hermosa, quien busca también su lugar en la vida...

Una "road movie" que nada tiene que envidiar a la agilidad y la fibra de las muestras "made in Hollywood", nos trae esta comedia originalmente filmada como serie para la TV sueca; se trata de la mirada que los inmigrantes tienen sobre Suecia, un país aparentemente cálido y acogedor, sin embargo despectivo, egoísta y utilitario. Es bien crítica la mirada que sobre su sociedad lanzan los realizadores a través de la que emiten desde la pantalla, estos emigrantes de edad y procedencias diferentes, pero más interesante aún resulta el proceso de ósmosis que se da entre el hombre maduro y el adolescente, tales Sancho y Quijote de una aventura al parecer interminable, y los lazos indestructibles que su condición les propicia, a lo cual se suma la alocada anfritriona, como recordándonos que la solidaridad humana no tiene nacionalidades, algo que también reafirma el personaje de la ama de casa que acoge en su sótano a decenas de refugiados. Aunque sin abandonar el carácter juguetón y aventurero de la línea genérica en que se inserta, y aún recorriendo hermosos lugares de la geografía sueca, "Un nuevo país" huye del paisajismo turístico para adentrarse en el paisaje interior del ser humano, y la presunta ligereza no evita un buceo nada epidérmico por los personajes, donde radica lo mejor del film. Las actuaciones (Mike Almayehu, Ingrid Luterkort, Michalis Koutsogiannakis, Lia Boysen, ésta última presente en la muestra) son otro rubro logradísimo de esta cinta que resultó todo un suceso en Suecia.

Acompaña esta exhibición "Música para un apartamento y seis bateristas" (Music for one apartment and six drummers), de Ola Simonsson y Johannes Stjärne Nilsson, con Johannes Björk, Magnus Börjeson, Marcus Haraldson, Fredrik Myhr, un corto de ficción (8’) en el cual seis bateristas participan de un ataque musical en los suburbios. Ingresan a un apartamento vacío y dan un concierto en cuatro movimientos: cocina, dormitorio, baño y sala. Ingenio, extraordinario sentido de lo musical desde un criterio más amplio (ese ver y extraer música de cualquier sonido), el corto ha recibido, con toda justicia, numerosos premios y distinciones en París, Aspen y otros certámenes.

El otro "plato fuerte" de la Muestra, hasta ahora, resultó "Una canción para Martín" (En sång för Martin). Un gran compositor y director de orquesta, Martín Fischer, conoce en una gira a la violinista Barbara Hartman. Ambos con casados, tienen hijos y nietos, pero la intensa pasión que surge en ellos, alimentada por su mutua devoción por la música, se impondrá a todas las barreras y será su único asidero cuando, un día, Fischer comience a perder la memoria... Un film del famoso cineasta Bille August, realizador de obras artísticas de envergadura entre las que se cuentan "Pelle el conquistador", "Las mejores intenciones" y "La casa de los espíritus" y que, basado en la novela de Ulla Isaksson, logra un sólido estudio humano: los nexos que surgen entre la pareja, la fuerza que del amor logra extraer ella en los momentos más difíciles, y aún cuando la enfermedad resulta indetenible, aportan una calidez y una hondura que sortea en todo momento el efectismo o la manipulación, para erigirse en rotundo análisis de las psicologías y las actitudes (no sólo de la pareja protagónica). Excelentemente narrada, densa mas sin caídas de ritmo, "Una canción..." consigue sus mejores acordes en las actuaciones "afinadísimas" de Viveka Seldahl y Sven Wollter, como ese matrimonio indestructible, a pesar de los pesares.

La Muestra del Nuevo Cine Sueco promete aún, excelentes momentos, que ya comentaremos.