Nuevo cine sueco en La Habana: sin caídas hasta el final

por © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
El invisible
El invisible
Maldito AmalEl invisible11-IX-03

Este jueves 11, tal como habíamos anunciado, finalizó en la sala Chaplin de Cinemateca cubana la Muestra de Nuevo Cine Sueco, que durante una semana se presentaba en esa sala con gran éxito de público y crítica. Los últimos films de la jornada no "bajaron la temperatura". Al contrario, un "thriller" psicológico de pegada fuerte ("Sprängaren"/"El dinamitero"), un drama de amores lésbicos en la adolescencia ("Fucking Amal"/Maldito Amal") y un interesante suspense fantástico ("Den osynlige"/"El invisible") fueron las tres cintas que reservó esta recta final, más la anunciada repetición de la premiére, la muy notable "El nuevo país".

"El dinamitero", de Colin Nutley, sigue actos terroristas que huelen a venganzas personales, pero todo desde el ojo de la prensa; la cinta tiene el mérito no sólo de un ritmo trepidante desde los minutos iniciales, que no permite caídas en sus más de dos horas de duración, sino que logra combinar con admirable tacto, los ardides de la prensa amarilla, las contradicciones personales y laborales de una periodista dura pero de una profesionalidad sin rival, las luchas feroces en el interior de un colectivo, y hasta los misterios de una mujer ausente (personaje referido) pues es la primera víctima.

Lástima la concesión hollywwoodense del final, porque "El dinamitero" es ese tipo de "thriller" que trasciende las convenciones del género para tocar otras alturas, incluyendo las superlativas actuaciones de Helena Bergström (la periodista jefa), Örjan Ramberg, Brasse Brännström, Reine Brynolfsson, Pernilla August y el resto del elenco. "Maldito Amal", de Lukas Moodysson, es quizá la menos lograda de estas tres propuestas finales del Nuevo cine sueco; interesante y profundo el buceo por la homosexualidad femenina en la etapa adolescente, las pugnas generacionales, la intolerancia de los "normales", las relaciones dentro de un conglomerado estudiantil, pero acaso el trayecto se pierde demasiado en lo anecdótico y externo, extraviando el análisis a fondo; por demás, absolutamente supérflua la coda con la pedestre metáfora del chocolate, cuando ya aquella simbólica "salida del closet (armario)" lo decía todo, amén de constituir, dramatúrgicamente, un cierre ideal.

"El invisible" (Den osynlige), de Joel Bergvall y Simon Sandquist, obtuvo con justicia el Premio del público en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Neuchâtel; Premio Especial del Jurado en el Festival Cinequest San Jose; y Premio Guldbagge al mejor diseño de producción. Determinados hechos llevan a Nicklas, excelente estudiante y chico singular, a tornarse invisible mientras agoniza por un atentado de una banda que lidera una sádica compañera de estudios; el trayecto supra-real es sólo un pretexto para cuestionarse aspectos trascendentes como la autoestima, la libre determinación, la fidelidad, la egolatría y otros tantos que la cinta desarrolla sin perder su condición de "thriller" aventajado, con puntuación alta para la música, la ambientación, la fotografía y las actuaciones (sobre todo Gustaf Skarsgård, Tuva Novotny y Li Brådhe).

El Nuevo Cine Sueco, que hace un recorrido por América Latina y realiza este periplo cubano simultáneo en Santo Domingo, demuestra que la herencia de los maestros (Bergman, Winderberg, Troell...) es un hecho. Feliz continuidad en los nuevos países del área que reciban esta lluvia fresca de excelente cine.