Cuba llora a Rosita Fornés
- por © Nerea Lasa -NOTICINE.com
La actriz, cantante y vedette cubana, historia viva del espectáculo caribeño, Rosita Fornés, murió a causa de una afección pulmonar, según se anunció el miércoles. Tenía 97 años, y llevaba tiempo alejada de cualquier actividad pública.
El primer acercamiento que la cubana de padres españoles tuvo con los escenarios fue a la edad de 15 años, cuando ganó su primer concurso de música. Después de este gran empujón con el que luego se situaría en el estrellato, Fornés actuó para importantes productores musicales cubanos en distintos teatros.
Tras unos años por escenarios teatrales de la isla, la artista, que ya había rodado un par de proyectos en su tierra natal, "Una aventura peligrosa" (1939) de Ramón Peón y "Romance musical" (1941) de Ernesto Caparrós, emigró a México y siguió con más fuerza en su carrera como actriz. "El deseo" (1945) de Chano Urueta fue el primer film que la cubana rodó en territorio mexicano, y sería el primero de otros muchos como "Se acabaron las mujeres" (1946), "La carne manda" (1947), "Cara sucia" (1948) o "Del can can al mambo" (1951), entre otros, películas que convirtieron a la artista no sólo en primera Vedette de México, sino Mejor Vedette de América.
Tras su paso por México, la actriz y cantante volvió a Cuba, pasando por Estados Unidos, donde siguió cultivando su carrera de vedette y realizó varias coproducciones de los países latinos como "Tin Tan en La Habana" (1953). Al poco de volver a su Cuba natal, la famosa vedette del momento viajó a España, con un recordado debut en el Teatro Cómico en Barcelona y más tarde lo haría en Madrid, donde protagonizó obras como "Los siete pecados capitales", "Pan, amor y la Gran Vida", "Siete novias para mí solo" y "Tócame Roque" y, después de tantos viajes que le permitieron recorrer gran parte del mundo, Fornés volvió a Cuba donde se centró en hacer interpretaciones y papeles más pequeños, siguió actuando y fue en 2011, cuando la actriz decidió apartarse de los focos cerrando su carrera, que coincidió con su participación en "Mejilla con Mejilla", el drama de Delso Aquino.
En todo momento, Rosita Fornés cultivó el arte y talento de su país y lo consiguió llevar a muchos países alrededor del mundo, muestra de ello son todos los proyectos que ha brindado a lo largo de toda su carrera. La Unión de Escritores y Artistas y el Ministerio de Cultura de Cuba han reconocido la gran labor de la artista, así como el legado que ha dejado y, a través de sus redes sociales, se han hecho eco de la noticia y han publicado sus condolencias. "Ofrecemos nuestras condolencias a familiares, amigos, y a su gran público", se leía.
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El primer acercamiento que la cubana de padres españoles tuvo con los escenarios fue a la edad de 15 años, cuando ganó su primer concurso de música. Después de este gran empujón con el que luego se situaría en el estrellato, Fornés actuó para importantes productores musicales cubanos en distintos teatros.
Tras unos años por escenarios teatrales de la isla, la artista, que ya había rodado un par de proyectos en su tierra natal, "Una aventura peligrosa" (1939) de Ramón Peón y "Romance musical" (1941) de Ernesto Caparrós, emigró a México y siguió con más fuerza en su carrera como actriz. "El deseo" (1945) de Chano Urueta fue el primer film que la cubana rodó en territorio mexicano, y sería el primero de otros muchos como "Se acabaron las mujeres" (1946), "La carne manda" (1947), "Cara sucia" (1948) o "Del can can al mambo" (1951), entre otros, películas que convirtieron a la artista no sólo en primera Vedette de México, sino Mejor Vedette de América.
Tras su paso por México, la actriz y cantante volvió a Cuba, pasando por Estados Unidos, donde siguió cultivando su carrera de vedette y realizó varias coproducciones de los países latinos como "Tin Tan en La Habana" (1953). Al poco de volver a su Cuba natal, la famosa vedette del momento viajó a España, con un recordado debut en el Teatro Cómico en Barcelona y más tarde lo haría en Madrid, donde protagonizó obras como "Los siete pecados capitales", "Pan, amor y la Gran Vida", "Siete novias para mí solo" y "Tócame Roque" y, después de tantos viajes que le permitieron recorrer gran parte del mundo, Fornés volvió a Cuba donde se centró en hacer interpretaciones y papeles más pequeños, siguió actuando y fue en 2011, cuando la actriz decidió apartarse de los focos cerrando su carrera, que coincidió con su participación en "Mejilla con Mejilla", el drama de Delso Aquino.
En todo momento, Rosita Fornés cultivó el arte y talento de su país y lo consiguió llevar a muchos países alrededor del mundo, muestra de ello son todos los proyectos que ha brindado a lo largo de toda su carrera. La Unión de Escritores y Artistas y el Ministerio de Cultura de Cuba han reconocido la gran labor de la artista, así como el legado que ha dejado y, a través de sus redes sociales, se han hecho eco de la noticia y han publicado sus condolencias. "Ofrecemos nuestras condolencias a familiares, amigos, y a su gran público", se leía.
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