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El cineasta brasileño Kleber Mendonça Filho, posiblemente el director más importante del momento en su país, ha acompañado a su último film, "Bacarau", por festivales y estrenos internacionales, como ahora ocurre con Chile, en donde al diario La Tercera le contó que no se le ha ocurrido un film sobre Brasil bajo la pandemia: "Actualmente en mi país todo es aún más absurdo que un guión. Igualar ese nivel de ficción es realmente difícil".

Ello no quita para que debido a la crisis sanitaria del coronavirus, Mendonça Filho reconozca que "no paro de pensar en eso", y agrega: "No entiendo como un presidente no le presta atención a la vacunación. No hay un plan central. Yo estoy bien acá en mi casa, pero allá afuera las cosas no son así. Estamos en un clima general de abandono que es inaceptable para mí".

"Bacarau" es un film distópico ambientado en el típico pueblo brasileño, que ganó el Premio del Jurado en Cannes en 2019. Sonia Braga protagoniza el film. "La película es una mezcla de tonos dramáticos que esconde una crítica al sistema y una defensa a la organización de base. Una especie de film anarquista ambientado en un futuro no muy lejano", así lo define su realizador.

Ahora, el director está sumergido en la publicación de un libro con los tres guiones de sus películas: "Sonido alrededor", "Aquarius" y "Bacurau". Este último toma su título de un pájaro nocturno y de uno de los pueblos de la región al nordeste, donde no hay siquiera señal telefónica. Llegar a la localidad es estar literalmente en "tierra de nadie". En ese contexto, cuando los protagonistas menos lo esperen, dos motoristas armados y perseguidos por un dron aparecen. En el fondo, es una crítica al sistema, inspirada en el típico género Western estadounidense en el que prioriza la lucha por el pueblo y los ideales del héroe. "La primera idea de la película fue hace unos diez años, cuando junto a Juliano Dornelles presentamos en un festival de cine de Brasil nuestro documental Recife frío (2010)", explica Mendonça Filho.

El director diferencia esta nueva película de sus anteriores creaciones al decir que "queríamos que fuera un homenaje al cine de género, ese que nos gusta desde siempre y que no trata a las comunidades brasileñas con condescendencia como si fueran insectos o animales de estudio. Utilizamos el clásico ‘había una vez’, y de repente, aparece la sorpresa y todo cambia. La película toma otro tono ligado a la acción, al thriller, al horror. Es como la aguja de un sismógrafo que no se mueve nunca hasta que cuando nadie lo piensa, se dispara".

Por último, finaliza el encuentro explicando por qué eligió a los personajes: "Se relacionan con un fenómeno muy complejo en mi país. Tienen que ver con la economía y la geografía. Desde la época de la colonización, todo el desarrollo económico e industrial se concentró en el sudeste, invisibilizado por completo el nordeste. Y está presente en la vida diaria y también en las representaciones culturales. En el caso de la historia de Bacurau, los dos brasileños que se dedican al safari humano provienen de una base histórica, es un fenómeno que se ha repetido. Un hecho fascinante y al mismo tiempo terrorífico".

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