Cuba llora la desaparición del cineasta Enrique Pineda Barnet
- por © Corresponsal (Cuba)-NOTICINE.com
La inmensa aportación activa de Enrique Pineda Barnet al cine y la cultura cubana en general llegó a su fin este martes, con su fallecimiento a los 87 años tras enfrentarse a una enfermedad que no le hizo dejar de seguir soñando en nuevos proyectos. El autor del gran éxito popular "La bella del Alhambra", que protagonizara Beatriz Valdés, fue siempre no solo un agitador cultural, sino también de conciencias y talentos en los más jóvenes. Del cine de largometraje se despidió en 2012, con "Verde verde", aunque posteriormente dirigió dos cortos y actuó en 2017 en otro dirigido por su buen amigo Carlos Barba Salva, "25 Horas".
Precisamente con éste último tenía pendiente un proyecto, "Mi Virgen de la Caridad", cuyo guión trabajaron juntos varios años, dejando más de 60 versiones. Se trata de una historia de primer amor-primer dolor enmarcada en la Cuba que entre Fin de Año y el 1 de enero de 1959 cambiaba la dictadura de Batista por la Revolución.
Entre Pineda Barnet y Barba Salva surgió "una amistad, una colaboración permanente, una empatía, la identificación plena con su obra, muchos consejos, asesorías... Enrique es un maestro ante todo, y aunque no estuve en ninguna promoción de alumnos que él graduó, generacionalmente lo soy", según explicaba el segundo a NOTICINE.com.
Nacido en La Habana el 28 de octubre de 1933 Enrique Pineda Barnet debutó como actor con apenas cinco años en el Teatro Riviera, y diez años después en la radio. Su segunda vocación fue la escritura, mientras continuaba actuando en el teatro. Tras la Revolución se integró en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), y como guionista participó en la insólita "Soy Cuba" (1964), de Mijaíl Kalatózov, coproducción cubano-soviética no entendida en su momento, redescubierta por críticos y cineastas estadounidenses años más tarde y hoy convertida en cinta de culto. Sin embargo, Pineda Barnet siempre renegó de la adaptación de su texto y no la consideraba una de sus mejores obras.
El mismo año del lanzamiento de "Soy Cuba" estrenó su documental como realizador "Giselle", primera muestra del género dedicada a un ballet en América Latina. Con "Mella", en 1977, pasó a la ficción, y posteriormente dirigió alternativamente, documentales, cortos o films dramáticos, como "La anunciación", "Angelito mío", "La bella del Alhambra", "Tiempo de amar" o "Aquella larga noche...".
En vida ya fue honrado en Cuba, que le entregó en 2006 el Premio Nacional de Cine y una década más tarde el Coral de Honor del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en reconocimiento a toda su filmografía.
"El artista -escribió en la revista Cine Cubano- tiene el privilegio de preguntárselo todo, de encontrar en todo el conflicto, y así, descubrir, mostrar, analizar, denunciar, etc., al desnudo la relación más secreta, más íntima, entre las cosas, los hombres, los acontecimientos y hasta encontrar un nuevo valor, un nuevo sentido para cada cosa. Las preguntas no pueden terminar nunca para el artista, pueden agotarse alguna vez las respuestas, pero las preguntas no pueden agotarse, o se ha agotado la vida".
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Precisamente con éste último tenía pendiente un proyecto, "Mi Virgen de la Caridad", cuyo guión trabajaron juntos varios años, dejando más de 60 versiones. Se trata de una historia de primer amor-primer dolor enmarcada en la Cuba que entre Fin de Año y el 1 de enero de 1959 cambiaba la dictadura de Batista por la Revolución.
Entre Pineda Barnet y Barba Salva surgió "una amistad, una colaboración permanente, una empatía, la identificación plena con su obra, muchos consejos, asesorías... Enrique es un maestro ante todo, y aunque no estuve en ninguna promoción de alumnos que él graduó, generacionalmente lo soy", según explicaba el segundo a NOTICINE.com.
Nacido en La Habana el 28 de octubre de 1933 Enrique Pineda Barnet debutó como actor con apenas cinco años en el Teatro Riviera, y diez años después en la radio. Su segunda vocación fue la escritura, mientras continuaba actuando en el teatro. Tras la Revolución se integró en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), y como guionista participó en la insólita "Soy Cuba" (1964), de Mijaíl Kalatózov, coproducción cubano-soviética no entendida en su momento, redescubierta por críticos y cineastas estadounidenses años más tarde y hoy convertida en cinta de culto. Sin embargo, Pineda Barnet siempre renegó de la adaptación de su texto y no la consideraba una de sus mejores obras.
El mismo año del lanzamiento de "Soy Cuba" estrenó su documental como realizador "Giselle", primera muestra del género dedicada a un ballet en América Latina. Con "Mella", en 1977, pasó a la ficción, y posteriormente dirigió alternativamente, documentales, cortos o films dramáticos, como "La anunciación", "Angelito mío", "La bella del Alhambra", "Tiempo de amar" o "Aquella larga noche...".
En vida ya fue honrado en Cuba, que le entregó en 2006 el Premio Nacional de Cine y una década más tarde el Coral de Honor del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en reconocimiento a toda su filmografía.
"El artista -escribió en la revista Cine Cubano- tiene el privilegio de preguntárselo todo, de encontrar en todo el conflicto, y así, descubrir, mostrar, analizar, denunciar, etc., al desnudo la relación más secreta, más íntima, entre las cosas, los hombres, los acontecimientos y hasta encontrar un nuevo valor, un nuevo sentido para cada cosa. Las preguntas no pueden terminar nunca para el artista, pueden agotarse alguna vez las respuestas, pero las preguntas no pueden agotarse, o se ha agotado la vida".
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