Verónica Lynn habla sobre el estreno colombiano de "Candelaria"

por © Mónica Uriel-NOTICINE.com
Verónica Lynn
"Candelaria", la película del chocoano Jhonny Hendrix Hinestroza sobre la Cuba de inicios del "Período especial", la debacle económica tras la caída de la Unión Soviética, a través de la historia de una pareja de ancianos cuya vida se ve transformada por el hallazgo de una cámara de vídeo, llega el próximo día 23 a los cines colombianos, tras obtener el año pasado el máximo galardón de las Giornate degli Autori de la Mostra de Venecia. La Candelaria del título es la octogenaria actriz cubana Verónica Lynn, conocida por su amplia carrera en cine, televisión, teatro y declamación, con quien habló NOTICINE.com en exclusiva.

- ¿Cómo es su personaje?

Es una mujer de pueblo, muy pobre. Ha trabajado en una lavandería de un hotel y hay momentos que canta en un bar donde van algunos extranjeros un día y gana unos centavos mas. Ayuda en la economía del hogar. ¿Sabes? Cuando asumo un personaje, ya empiezo a hablar como él, me involucro tanto (risas). Y en este caso estoy otra vez involucrada con Candelaria. Es una mujer que tiene unos cincuenta y pico años de casada, una mujer casi llegando a los 80, que trabaja. Quizá no tiene mucha cultura pero tampoco una instrucción, 7º grado en el escolar. Hace lo que puede y se gana su vida honradamente. Está con un hombre muy honesto. Hay momentos que ella puede flaquear pero él está ahí. Y esta es la vida que le tocó vivir, pero no se lamenta. Vive y sin amargura, que es lo lindo que tiene. Una mujer tierna que en esa época de crisis fuerte mi país la gente criaba pollitos, por ejemplo, para cuando crecieran, poder comer. Pero los tiene de mascota! Y son capaces de tomar un arroz y los pollitos ahí creciendo, y eso no se come.

- ¿Qué recuerda de aquel momento álgido del "Período Especial"?
Muy convulso, con mucha necesidad. La necesidad te hace a veces que, desgraciadamente a parte de la gente le salga lo peor que pueden tener por dentro. Los demonios que todos tenemos dentro y sale cuando tiene mucha necesidad. Lo bueno que tiene el matrimonio es que no tiene hijos. Luchamos el uno por el otro. Y podría haber tenido hijos con esta ternura, pero bueno, es un hecho, no tienen hijos. Y bueno, es una mujer que sabe la etapa que le ha tocado vivir. Sabe lo que está pasando, porque no vive ignorando, pero vive resistiendo.

- ¿Qué supuso para la película el ser premiada en Venecia?
Creo que para la película fue muy importante, ya no por el problema individual de lo importante que es para mi, porque yo tengo 62 años de trabajo y al cabo de todo ese tiempo tener un premio así en un festival en Venecia… Creo que es el mayor regalo que me han podido hacer en la vida, pero, yo creo que al cine y aunque haya sido realizado por todo un equipo colombiano, en definitiva, Latinoamérica, es una.  Ya no solo como te digo por la cosa individual, pero para el cine es muy importante. Pienso que el cine es algo que lo inventó el hombre y no debe morir. Los inventos que son para dar felicidad, para enseñar, para distraer, para hacer la vida agradable y para enseñar… eso no debe morir nunca.

- ¿Qué cree que le gustó al jurado de la película?
Pienso que la humanidad de estos personajes. Además siempre interesa. Todo lo que pasa en Cuba siempre interesa al mundo entero. El comportamiento de estos personajes es el comportamiento de Cuba del pueblo. Creo que el conocimiento de dos personajes que están imbricados en una sociedad, en un momento crítico, muy crítico en mi país, ¿cuál fue la reacción de este pueblo? Es un pueblo heroico, que resiste, ¿te das cuenta?, y no se deja amilanar por cosas. Ni siquiera por la posibilidad de un encuentro que hacemos de una cámara de vídeo que para nosotros podría haber sido un medio de ganar, de vivir mejor, de comer mejor incluso, y sin embargo, donde los valores morales de un ser humano normal, común, creo que le encantó esta película. Es que además son dos personajes… no me canso de decirlo, es como la vida, son gente común, esa cotidianidad que vemos todos los días, en el trabajo, en la calle, y donde los valores humanos tienen un peso enorme. Creo que ese encanto, donde hay mucha pobreza, mucha necesidad, pero donde no se pierde la ternura. Tiene todos esos encantos el personaje, que es lo que puede haber gustado de la película.

- Personalmente, ¿que recuerdo le quedó del viaje a Venecia?
Mira, fue lindo. Estar en Venecia fue un regalo, con el que soñamos todos. Y después de ver tantas películas con tantos romances… siempre pasa en Venecia. Sueñas con que algún día estés en una góndola, pero la realidad te dice que no siempre puedes porque es muy caro. Pero hay góndolas que son como ómnibus urbanos, que puede estar mas al alcance de todas las personas. Uno sueña y desde que el cantante francés te canta aquello de "una góndola va, lararí larará…", pues uno sueña con verse en una góndola en Venecia.. Y de pronto verte con ochenta y pico años aquí… (suspiro), en un festival de cine (suspiro), pero además de eso, no es lo mismo cuando vas a un festival de cine con un trabajo tuyo de una película, entonces es diferente, pero si al final tú tienes el regalo de que la película haya sido premiada… ¡oye! ¿qué mas podemos pedirle a la vida? (risas). Adoro Venecia. Lindo.

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