Hablamos con Israel Cárdenas y Laura Amelia Guzmán sobre "La fiera y la fiesta"
- por © J.A./ C.D. -NOTICINE.com
Israel Cárdenas y Laura Amelia Guzmán presentaron la pasada semana en la Berlinale su nueva película, "La fiera y la fiesta / Holy beast", una película inspirada en la vida y creatividad del reconocido cineasta dominicano Jean-Louis Jorge, en la que la realidad y la ficción se fusionan para contarnos la historia de Vera (Geraldine Chaplin), una actriz cuya fama se ha disipado prácticamente por completo que decide reunirse con su círculo social de amistades de los años 70 para filmar su última película: el legado de uno de sus mejores amigos, Jean-Louis Jorge. Próximos a seguir su periplo de festivales internacionales, NOTICINE.com habló con la dupla de cineastas, autores antes de "Dólares de arena" o "Jean Gentil".
- ¿Pueden resumir lo que cuentan en "La fiera y la fiesta"?
Laura Amelia Guzmán: Es un homenaje al nacimiento del cine en República Dominicana, centrada en la figura de un director real conocido en el país y desconocido en el mundo, Jean-Louis Jorge. Es la historia de un encuentro de cuatro de sus amigos que, tras su muerte, se juntan en República Dominicana para hacer una película sobre él, inspirados en un guion escrito por él.
- La película mezcla realidad con una parte de fantasía y creatividad suyas. ¿Qué eligieron de la realidad? ¿Llegó a existir este intento de realizar una película basada en un texto del cineasta o forma parte de su invención?
Israel Cárdenas: Un poco las dos cosas. Tomamos de Jean-Louis trabajos inconclusos o guiones que no se llegaron a filmar. Laura hizo una investigación bastante extensa y, a partir de ahí, armamos un mundo en el que empezamos jugar con los personajes, el rodaje, con la idea de qué es ficción, qué es lo que sucede detrás de cámara, qué está pasando realmente en la película, etc. Eso tiene mucho que ver con las películas que Jean-Louis hacía, todas sucedían un poco detrás de bastidores, lo que pasaba detrás del escenario, y se nos hizo natural jugar con eso en nuestra película.
- Esta es probablemente la película más ambiciosa que han hecho ustedes. ¿Tenían ganas de hacer algo completamente diferente y mayor a lo anterior o cómo surgió realmente la idea de hacer esta película?
L.A.G: No sentimos que sea tan diferente. Partimos de la misma manera, haciendo una investigación sobre un personaje real, un hecho real, y de ahí nos escapamos de esa realidad para llegar a algo más fantástico. Pero lo mismo hicimos en el 2009 con Jean Gentil, partimos de la historia del profesor para llegar a un mito de lo que podría haber sido su vida. En este caso fue bastante cercano el proceso. Quizás dices que fue un paso más grande porque los valores de producción se sienten un poco más, pero tampoco quiere decir que sean tantos más. Simplemente se trata de unos estudios más vistosos que se abrieron en República Dominicana hace apenas cinco años y esa es la localidad principal. Y el hecho de que contemos con Geraldine Chaplin y Udo Kier, ambos muy reconocidos, te da esa sensación. Pero la manera de trabajar es muy cercana a la nuestra y nos sentimos muy cómodos con esta producción. Tiene un toque de diferencia y es ese pie en el mundo de lo fantástico y todo eso partió del hecho de que en la investigación, leyendo las entrevistas al cineasta, vimos cómo él dijo a principios de los años 80 que el cine se había vuelto muy realista y que estaba perdiendo su magia inicial. Quisimos recuperar un poco de eso en su homenaje.
- Una de las características de la película es precisamente esa aproximación no muy realista a la historia que cuentan. ¿Cómo hicieron para equilibrar esa parte de realidad con todo lo contrario?
I.C.: Eso sí fue algo nuevo para nosotros. Fue explorar algo que no habíamos hecho antes y, por ello, fue complicado. Sí que pienso que es una película distinta en el sentido de línea narrativa, en el juego sobre qué está sucediendo realmente, qué es mentira, qué es fantasía… y equilibrar todos estos elementos y personajes en la película fue un reto, pero nos llamaba mucho la atención dar ese paso a lo fantástico. Sabíamos que teníamos que darlo porque el trabajo así lo pedía y, afortunadamente, se dieron todas las piezas, incluso en las localizaciones, que son los estudios pero que nunca los vemos por dentro. Usar el estudio como localización en sí. Ese juego fue el reto de esta película para nosotros.
- Imagino que habiendo trabajado antes con Geraldine fue un poco la elección más directa y fácil del elenco.
L.A.G.: Sí, ya teníamos un camino recorrido. Sí que es verdad que había que crear un personaje muy diferente al creado con ella anteriormente en "Dólares de arena". Para eso tomamos mucho de personajes reales como amigas de Jean-Louis que sirvieron de guía para crear el personaje de Vera.
- ¿Podríamos decir que es una mezcla de varios personajes?
I.C.: Sí. De hecho, todos los personajes tienen como unos antecedentes, una historia. Lo más difícil era crear este mundo respetando una realidad, ya que desde el principio no quisimos ni un documental ni un biopic de Jean-Louis, pero sí agarramos referencias, amigos, historias… Todo eso hicimos que cogiera sentido y respetara su trabajo y el pasado.
- ¿Fue completar el casting quizás lo más complicado a la hora de financiar la película, o no tuvieron tanto problema como en alguna película anterior?
L.A.G.: El casting está dividido en dos: no profesionales y profesionales. Están esas figuras reconocidas y, por otro lado, los amigos de Jean-Louis Jorge: un dominicano que representa la época que él pasó ahí intentando hacer cine en la época de los 70 y 80, un momento muy difícil para el cine en ese país; por otro lado, también está en este apartado Luis Ospina, que nos inspira su época en California. Luego están los jóvenes en un discurso sobre las generaciones y la vejez, unos jóvenes argentinos, ya que tenemos coproducción con Argentina y México. Le dedicamos mucho tiempo a esto, somos un poco lentos en el proceso de desarrollo (risas).
- ¿Su forma de trabajar en el rodaje de esta película fue similar a su trabajo dividido en anteriores en cuanto al reparto de responsabilidades en la filmación?
L.A.G.: A Israel siempre le gusta estar en la cámara, es un director al que le gusta hacer su propia cámara y jugar con la luz. Y a mí, por ejemplo, me gusta mucho trabajar con los actores.
I.C.: Hubo un trabajo previo a la película que Laura llevó muy bien, la investigación y el archivo. En República Dominicana es muy difícil encontrar fotografías o películas, se pierden y se borran muy fácilmente por la humedad. Fue un trabajo duro y bastante arduo. Pero no solo por estos aspectos de Santo Domingo, sino que algo importante de Jean-Louis es que no solo fue un director que inspiró a una generación del país, sino que hizo también películas Los Ángeles, donde tiene un grupo de amigos de esa época con los que estudió cine y, por otro lado, también hizo otras en Francia, donde tuvo otro grupo de amigos franceses de, digamos, otro mundo. Conectar esas líneas fue un trabajo que Laura hizo. Yo estaba más en la parte técnica.
- ¿Cómo fue su participación en la Berlinale?
L.A.G.: Muy bien. Es muy divertido estar con Geraldine y Udo juntos, se quieren mucho y son muy graciosos, así que lo pasamos muy bien. Empezamos el año sin saber siquiera si íbamos a venir aquí -a la Berlinale-, así que realmente lo disfrutamos mucho.
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- ¿Pueden resumir lo que cuentan en "La fiera y la fiesta"?
Laura Amelia Guzmán: Es un homenaje al nacimiento del cine en República Dominicana, centrada en la figura de un director real conocido en el país y desconocido en el mundo, Jean-Louis Jorge. Es la historia de un encuentro de cuatro de sus amigos que, tras su muerte, se juntan en República Dominicana para hacer una película sobre él, inspirados en un guion escrito por él.
- La película mezcla realidad con una parte de fantasía y creatividad suyas. ¿Qué eligieron de la realidad? ¿Llegó a existir este intento de realizar una película basada en un texto del cineasta o forma parte de su invención?
Israel Cárdenas: Un poco las dos cosas. Tomamos de Jean-Louis trabajos inconclusos o guiones que no se llegaron a filmar. Laura hizo una investigación bastante extensa y, a partir de ahí, armamos un mundo en el que empezamos jugar con los personajes, el rodaje, con la idea de qué es ficción, qué es lo que sucede detrás de cámara, qué está pasando realmente en la película, etc. Eso tiene mucho que ver con las películas que Jean-Louis hacía, todas sucedían un poco detrás de bastidores, lo que pasaba detrás del escenario, y se nos hizo natural jugar con eso en nuestra película.
- Esta es probablemente la película más ambiciosa que han hecho ustedes. ¿Tenían ganas de hacer algo completamente diferente y mayor a lo anterior o cómo surgió realmente la idea de hacer esta película?
L.A.G: No sentimos que sea tan diferente. Partimos de la misma manera, haciendo una investigación sobre un personaje real, un hecho real, y de ahí nos escapamos de esa realidad para llegar a algo más fantástico. Pero lo mismo hicimos en el 2009 con Jean Gentil, partimos de la historia del profesor para llegar a un mito de lo que podría haber sido su vida. En este caso fue bastante cercano el proceso. Quizás dices que fue un paso más grande porque los valores de producción se sienten un poco más, pero tampoco quiere decir que sean tantos más. Simplemente se trata de unos estudios más vistosos que se abrieron en República Dominicana hace apenas cinco años y esa es la localidad principal. Y el hecho de que contemos con Geraldine Chaplin y Udo Kier, ambos muy reconocidos, te da esa sensación. Pero la manera de trabajar es muy cercana a la nuestra y nos sentimos muy cómodos con esta producción. Tiene un toque de diferencia y es ese pie en el mundo de lo fantástico y todo eso partió del hecho de que en la investigación, leyendo las entrevistas al cineasta, vimos cómo él dijo a principios de los años 80 que el cine se había vuelto muy realista y que estaba perdiendo su magia inicial. Quisimos recuperar un poco de eso en su homenaje.
- Una de las características de la película es precisamente esa aproximación no muy realista a la historia que cuentan. ¿Cómo hicieron para equilibrar esa parte de realidad con todo lo contrario?
I.C.: Eso sí fue algo nuevo para nosotros. Fue explorar algo que no habíamos hecho antes y, por ello, fue complicado. Sí que pienso que es una película distinta en el sentido de línea narrativa, en el juego sobre qué está sucediendo realmente, qué es mentira, qué es fantasía… y equilibrar todos estos elementos y personajes en la película fue un reto, pero nos llamaba mucho la atención dar ese paso a lo fantástico. Sabíamos que teníamos que darlo porque el trabajo así lo pedía y, afortunadamente, se dieron todas las piezas, incluso en las localizaciones, que son los estudios pero que nunca los vemos por dentro. Usar el estudio como localización en sí. Ese juego fue el reto de esta película para nosotros.
- Imagino que habiendo trabajado antes con Geraldine fue un poco la elección más directa y fácil del elenco.
L.A.G.: Sí, ya teníamos un camino recorrido. Sí que es verdad que había que crear un personaje muy diferente al creado con ella anteriormente en "Dólares de arena". Para eso tomamos mucho de personajes reales como amigas de Jean-Louis que sirvieron de guía para crear el personaje de Vera.
- ¿Podríamos decir que es una mezcla de varios personajes?
I.C.: Sí. De hecho, todos los personajes tienen como unos antecedentes, una historia. Lo más difícil era crear este mundo respetando una realidad, ya que desde el principio no quisimos ni un documental ni un biopic de Jean-Louis, pero sí agarramos referencias, amigos, historias… Todo eso hicimos que cogiera sentido y respetara su trabajo y el pasado.
- ¿Fue completar el casting quizás lo más complicado a la hora de financiar la película, o no tuvieron tanto problema como en alguna película anterior?
L.A.G.: El casting está dividido en dos: no profesionales y profesionales. Están esas figuras reconocidas y, por otro lado, los amigos de Jean-Louis Jorge: un dominicano que representa la época que él pasó ahí intentando hacer cine en la época de los 70 y 80, un momento muy difícil para el cine en ese país; por otro lado, también está en este apartado Luis Ospina, que nos inspira su época en California. Luego están los jóvenes en un discurso sobre las generaciones y la vejez, unos jóvenes argentinos, ya que tenemos coproducción con Argentina y México. Le dedicamos mucho tiempo a esto, somos un poco lentos en el proceso de desarrollo (risas).
- ¿Su forma de trabajar en el rodaje de esta película fue similar a su trabajo dividido en anteriores en cuanto al reparto de responsabilidades en la filmación?
L.A.G.: A Israel siempre le gusta estar en la cámara, es un director al que le gusta hacer su propia cámara y jugar con la luz. Y a mí, por ejemplo, me gusta mucho trabajar con los actores.
I.C.: Hubo un trabajo previo a la película que Laura llevó muy bien, la investigación y el archivo. En República Dominicana es muy difícil encontrar fotografías o películas, se pierden y se borran muy fácilmente por la humedad. Fue un trabajo duro y bastante arduo. Pero no solo por estos aspectos de Santo Domingo, sino que algo importante de Jean-Louis es que no solo fue un director que inspiró a una generación del país, sino que hizo también películas Los Ángeles, donde tiene un grupo de amigos de esa época con los que estudió cine y, por otro lado, también hizo otras en Francia, donde tuvo otro grupo de amigos franceses de, digamos, otro mundo. Conectar esas líneas fue un trabajo que Laura hizo. Yo estaba más en la parte técnica.
- ¿Cómo fue su participación en la Berlinale?
L.A.G.: Muy bien. Es muy divertido estar con Geraldine y Udo juntos, se quieren mucho y son muy graciosos, así que lo pasamos muy bien. Empezamos el año sin saber siquiera si íbamos a venir aquí -a la Berlinale-, así que realmente lo disfrutamos mucho.
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