Vuelve Natalia Smirnoff con "La afinadora de árboles"

por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
"La afinadora de árboles" y su directora
"La afinadora de árboles" y su directora
Esta semana llega a salas argentinas el nuevo largometraje de Natalia Smirnoff, autora de "Rompecabezas" y "El cerrajero". Este drama femenino tiene como personaje central a Clara (Paola Barrientos), una escritora e ilustradora de libros para niños, quien luego de recibir el premio más importante de literatura infantil, necesita mudarse al campo con su familia, en busca de paz, cerca del lugar donde nació. Ahí se reencuentra con su viejo novio Ariel y su hermano Carlos, ambos amigos de la infancia. Un replanteo de su vida y de sí misma le resultan inevitables. "La idea fundamental es qué pasa cuando uno cumplió sus sueños, qué sigue después", afirma Smirnoff.

El proyecto, detalla la cineasta argentina a Anecdotario Urbano, nació "hace mucho tiempo cuando me mudé a Maschwitz y empecé a vivir ese cambio de universo. Tuvo formas distintas, primero eran dos amigas, que pensábamos escribir improvisando con Érica (Rivas). Fue cambiando. Luego había una vaca. En fin, la idea fundamental es qué pasa cuando uno cumplió sus sueños, para dónde se va, para dónde sigue el crecimiento o lo que eso sea. Algo de la crisis de la mediana edad. Me pasó en unas vacaciones que me encontré con varios amigos de hacía unos 20 años o más y que no los había visto casi. Y mi relación con ellos no tenía que ver con Natalia directora o nada de lo que me rodea ahora, sino lo que yo era en esa época. Y de qué hablar, la forma en la que yo me comportaba, fue el disparador para la historia más actual. ¿Qué cosas perdemos en el camino? ¿Qué somos? ¿Nos transformamos totalmente, o hay partes que quedan pregnadas  eternamente? ¿Hay cosas esenciales?"

"A mí -añade Smirnoff- me gusta que las historias, digamos las películas, sean vehículos para cuestionarse. No sé si de encontrar respuestas, pero sí de poder reflexionar y cuestionar ciertas ideas, cuestiones existenciales que están latiendo como en segundo plano. Todo el tiempo está ese segundo plano que pasamos de largo pero está ahí. Es como con el teléfono y esas apps. Allá están corriendo y preguntando. Y el cine puede dialogar con ellas. Eso me encanta. Por otro lado, creo que estamos en la era de las imágenes. No es casualidad que los libros álbum sean la revolución en la industria editorial. Las imágenes lo toman todo. La palabra, para mí se ha modificado en su lugar de una manera especial. Esto puede dejar de ser nuevamente. Pero ahora todo es más visual, sin ir más lejos, los emoticones resultan un buen ejemplo. Reemplazamos la palabra con una imagen. El idioma chino siempre tuvo los ideogramas, compuesto de imágenes. Esa tradición para mí es importante. El cine es más imagen que palabra. Y los niños empiezan con imágenes más que palabras. Me gusta la palabra, pero a veces me resulta engañosa. Quería retratar algo de eso. Los libros álbum son algo muy hermoso, y no son para niños los mejores sino al contrario. Cuentan una historia a través de la conjunción del dibujo y la palabra. Esa doble interrelación me pareció muy sustanciosa. Y por otro lado estuvo el disparador de mudarme acá".

En cuanto al concepto de la afinación, la guionista y realizadora explica que "no me refiero tanto a la frecuencia o digamos a lo técnico de la afinación sino más al concepto en sí. He visto y sentido conmigo y con otros cómo es la sensación de estar desafinado y que luego de unas palabras o sucesos, esto se revierta. Algunos lo llaman centrarse o volver al eje. Pero me parece interesante pensar qué pasa cuando estamos 'desafinados', cómo actuamos. Y también preguntarse qué resulta estar afinado y qué no".
 
Para Natalia Smirnoff, "el término cine es demasiado amplio. Hay películas que llevan a respuestas y otras que llevan a más preguntas. No estoy segura que las que llevan a más preguntas te lleven a un qué desear, porque el centro de la cuestión está en vos. El asunto es la manipulación. Y en ese sentido, si pensamos el cine como producto, como un asunto comercial, ahí sí el peligro va aumentando. Porque es lo que se estudia antes de hacerlo. O sea, para mí el cine puede ser un camino a una mayor libertad o hacia una terrible cárcel. Depende desde dónde esté hecho".

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