Hablamos con Carlos Saura sobre el estreno de "El rey de todo el mundo"

por © Eva Ramos-NOTICINE.com
Carlos Saura (dcha.), con Storaro
Carlos Saura (dcha.), con Storaro
Cuando el productor español Eusebio Pacha le propuso a Carlos Saura rodar una película en colaboración con México, se puso inmediatamente a escribir el guion: "Como tenía la música mexicana y el recuerdo de México, donde había hecho una película antes, 'Antonieta', y tenía ese bagaje cultural y pictórico necesario, decidí escribir el guion".

El director cuenta a NOTICINE.com que, a pesar de que ha escrito musicales con y sin historia, como "Bodas de Sangre" o "Carmen" en el primer caso, y "Flamenco" o "Fados" en el segundo, de carácter documental estos, en ocasiones se le ha reprochado que "en 7 u 8 de mis películas no haya historia. Se entiende mejor si hay una historia, siempre han ido mejor las que la tienen. Es lógico, el público necesita también tener a alguien, unos personajes en los cuales cree, que van evolucionando, y el musical se enriquece con eso".

Sin embargo, aclara que ha habido mucha improvisación en el rodaje de la cinta. "Lo ideal para mí sería hacer una historia siguiendo rigurosamente el orden del guion, como en 'La Caza'; aprendí a continuar lo más seguido posible la historia, porque de esa manera vas viendo cómo se va construyendo. A veces no es posible, porque hay una secuencia que hay que hacer antes o después". Al igual que "Io, Don Giovanni" o "Tango", "El rey de todo el mundo" se ha rodado siguiendo la trayectoria de los protagonistas: "Yo siempre he reservado 'los finales' para el final".

Confiesa haber estado preocupado por ese final, porque no tenía muy claro cómo se podía resolver, quería que estuvieran los esqueletos, la tradición mexicana. Alfonso González Aguilar es el responsable de la música del film, y el tema principal "Calavera" de Carlos Rivera, es uno de los favoritos del director. "El reguetón final es una maravilla, donde están bailando los dos grupos, me parece que he llegado a un máximo de lo que se puede llegar en cuanto a potencia. Podría ver la última parte veinte veces, me sorprende siempre. Esa especie de violencia que hay acumulada y que explota", asegura el aragonés.

La película intenta recuperar la conexión que existía entre México y España, pero al preguntarle si cree que se puede empezar de nuevo, o todavía hay heridas abiertas que cerrar, Saura consideró que sí, que aún las hay. Pero tiene muy clara su relación con Hispanoamérica, como manifiesta a NOTICINE.com: "Yo quiero mucho a México y México me quiere a mí, nuestra relación ha sido siempre satisfactoria y estupenda. He trabajado con los mexicanos como si fuera España, pero también me ha pasado eso en Argentina. Berlanga decía que era complicadísimo trabajar en Argentina, pero yo he llegado a Buenos Aires y siempre he trabajado de maravilla. También depende de tu idiosincrasia".

Esta es, además, la séptima colaboración con Vittorio Storaro, para el que solo tiene palabras de cariño y admiración. "Es una persona humilde, muy trabajadora, inteligente, rápida y muy creativa también. No hay cosa que le digas que no se pueda hacer. En España, en algunos momentos he tenido dificultades porque 'eso no se puede hacer'. Vittorio dice: 'No, no, yo lo hago'. Lo hace y rápidamente, además". Su "camareografo", como explica Saura que se llama Storaro a sí mismo, porque dice que director no hay más que uno, es un mago de la iluminación: "Yo soy fotógrafo, mejor fotógrafo que Vittorio, y él es mucho mejor iluminando. Yo, iluminar, sobre todo en color, no sería capaz". Y siguen dispuestos a trabajar en el futuro.

En cuanto al argumento, parte de la idea de "El gran teatro del mundo", de Calderón de la Barca, que ha llevado dos veces a escena. "Esta idea me parece genial: un autor soberano, que está dando papeles, es capaz de crear los personajes que van a contar la historia. Una historia magnífica que han seguido Pirandello o Bertol Brecht".

Parte principal de esta película viene dada por el papel de los espejos y de la dualidad, el deseo frente a lo real. Le preguntamos si en su vida se queda con el sueño o con la realidad, y se declara partidario de la imaginación: "Hay un estado que yo busco continuamente que es el duermevela. A mí se me han ocurrido las mejores ideas, y a Vittorio también, hablándolo con él. Me quedo medio dormido y se me ocurren montones de ideas, dejando la cabeza libre se te ocurren más cosas que si estás pensando en una cosa concreta". Como ha comentado en ocasiones, "la imaginación es más rápida que la luz". Aplicándolo a su profesión, Saura cree que "hay que hacer un cine más creativo, en mi opinión. Lo que funciona es un cine más humano, de pasiones simples y sencillas. Que no estoy en contra, me parece bien, pero hay otro tipo de cine que se puede hacer mucho más imaginativo y creativo". Como bien señala, "depende de lo que te dejen hacer".

Saura ha tenido siempre suerte en este aspecto. No solo tiene en proyecto una serie que va a rodar sobre la figura de Federico García Lorca, sino que de nuevo Eusebio Pacha le producirá una nueva película que comienzan a rodar a mediados de 2022, "Picasso, Dora Maar y El Guernica". En ella, se mostrará hasta qué punto Dora Maar intervino en la obra de "El Guernica". "Muchísimo más de lo que se dice, no solamente en la fotografía que hizo continuamente, sino la relación amorosa que tenían", sostiene Saura.

Pero no olvida el tema de los musicales, es algo que recalca que le interesa muchísimo, y recuerda las palabras de Robert Wise ("West Side Story") tras ver "Carmen". Cuenta que le dijo: "Oye, Saura, tú has inventado un nuevo camino, síguelo". "Y yo le he hecho caso", sonríe al despedirse.

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