Cocktail de géneros e historias sociales en la primera jornada a concurso en Berlín
- por © E.E. (Berlín)-NOTICINE.com
Las dos películas con las que se inició la competencia propiamente dicha de la Berlinale tras la apertura del jueves con la cinta fuera de concurso "Agente internacional", coincidieron en mezclar enérgicamente sus contenidos para licuar géneros e historias aparentemente diferentes. El "glamour" lo aportó Kate Winslet
En el caso de la danesa Annette K. Olesen con "Lille Soldat", se trata de combinar los traumas de una soldado que acaba de regresar a casa después de participar en la invasión de un país asiático (puede ser Irak o Afganistán, no se especifica) junto a la coalición liderada por EEUU, con la trata de mujeres del Tercer Mundo para ser explotadas como prostitutas en Europa.
La protagonista de "Pequeño soldado" entabla amistad con la amante de su padre, una africana que ejerce la prostitución y se enfrenta a la "misión" de salvarla de esa explotación y hacerla regresar a Africa, lo que desencadena una serie de conflictos.
Empieza por su parte "Ricky" como un drama social al más puro estilo de los hermanos Dardenne y acaba como una película de Disney... Al francés François Ozon le encanta sorprender al público y hacer películas radicalmente distintas, como el un tanto pedante drama amoroso con toques fantásticos "Bajo la arena", el musical "8 mujeres", el "thriller erótico "La piscina" o "Angel", el melodrama literario con reparto anglosajón que fue su última presencia en esta Berlinale dos años atrás y dejó frío al personal, primero aquí y luego en Francia donde no llegó a los 200.000 espectadores.
Ahora, sigue en su empeño de epatar tomando una novela sobre una mujer trabajadora francesa que comparte su vida con un compañero de fábrica a la sazón español (Sergi López) y que en medio de sus múltiples problemas queda embarazada y da a luz un niño... con alas, que como es lógico acaba volando.
Ozon, que ha dicho que para él el cine sigue teniendo mucho de juego infantil y su nuevo film así lo es, primero imita los dramas obreros y cotidianos de los belgas hermanos Dardenne y luego se desmadra, haciendo volar al bebé de Sergi.
"De la misma forma que me encanta ser "violentado" por una película, no adivinar lo que va a ocurrir, no me apetece ir allí donde el espectador me espera", ha explicado para justificarse el realizador francés, que asume el posible desconcierto del público.
La atención más mediática de la jornada estuvo concentrada en "El lector" (The reader), el film de Stephen Daldry que puede darle un Oscar a su protagonista, Kate Winslet, quien no dudó en venir a Berlín junto a los dos hombres que interpretan al personaje con quien tiene una historia de amor fuera de lo común en la Alemania de la postguerra, Ralph Fiennes y David Kross. Así hizo las delicias de los fotógrafos.
En el caso de la danesa Annette K. Olesen con "Lille Soldat", se trata de combinar los traumas de una soldado que acaba de regresar a casa después de participar en la invasión de un país asiático (puede ser Irak o Afganistán, no se especifica) junto a la coalición liderada por EEUU, con la trata de mujeres del Tercer Mundo para ser explotadas como prostitutas en Europa.
La protagonista de "Pequeño soldado" entabla amistad con la amante de su padre, una africana que ejerce la prostitución y se enfrenta a la "misión" de salvarla de esa explotación y hacerla regresar a Africa, lo que desencadena una serie de conflictos.
Empieza por su parte "Ricky" como un drama social al más puro estilo de los hermanos Dardenne y acaba como una película de Disney... Al francés François Ozon le encanta sorprender al público y hacer películas radicalmente distintas, como el un tanto pedante drama amoroso con toques fantásticos "Bajo la arena", el musical "8 mujeres", el "thriller erótico "La piscina" o "Angel", el melodrama literario con reparto anglosajón que fue su última presencia en esta Berlinale dos años atrás y dejó frío al personal, primero aquí y luego en Francia donde no llegó a los 200.000 espectadores.
Ahora, sigue en su empeño de epatar tomando una novela sobre una mujer trabajadora francesa que comparte su vida con un compañero de fábrica a la sazón español (Sergi López) y que en medio de sus múltiples problemas queda embarazada y da a luz un niño... con alas, que como es lógico acaba volando.
Ozon, que ha dicho que para él el cine sigue teniendo mucho de juego infantil y su nuevo film así lo es, primero imita los dramas obreros y cotidianos de los belgas hermanos Dardenne y luego se desmadra, haciendo volar al bebé de Sergi.
"De la misma forma que me encanta ser "violentado" por una película, no adivinar lo que va a ocurrir, no me apetece ir allí donde el espectador me espera", ha explicado para justificarse el realizador francés, que asume el posible desconcierto del público.
La atención más mediática de la jornada estuvo concentrada en "El lector" (The reader), el film de Stephen Daldry que puede darle un Oscar a su protagonista, Kate Winslet, quien no dudó en venir a Berlín junto a los dos hombres que interpretan al personaje con quien tiene una historia de amor fuera de lo común en la Alemania de la postguerra, Ralph Fiennes y David Kross. Así hizo las delicias de los fotógrafos.