Entre Wajda y la Pantera Rosa se puso el broche a una olvidable Berlinale
- por © E.E. (Berlín)-NOTICINE.com
Una mediocre nueva "Pantera Rosa" que trae a un ramillete de figuras y la última cinta del veterano maestro polaco Andrzej Wajda echaron el cierre a la Berlinale que este sábado hará público su palmarés añorando sin duda tiempos mejores. No ha sido un buen festival en su conjunto, con algunas excepciones salvables -entre ellas las dos representantes iberoamericanas- sin que haya surgido esa cinta que llevaríamos en el recuerdo durante años.
No hay que pensar que el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, es masoquista ni estupido. Imaginamos que ha hecho lo que ha podido en cuanto a selección a partir de lo que le han ofertado, y sobre todo se ha esforzado en atraer figuras internacionales, de esas que garantizan fotos vistosas en cualquier diario del mundo. Importaba poco luego si la película donde aparecían era floja o prescindible.
La Berlinale 2006 será recordada como plena de historias protagonizadas por mujeres, y es de hecho el capítulo de interpretación femenina donde el jurado posiblemente esté dudando o peleándose en busca de una única ganadora. Ellas han sido lo mejorcito del festival, actrices como Blenda Blethyn, Renée Zellweger, Anamaria Marinca, Magaly Soiler, Michelle Pfeiffer o -como punto final- la polaca Krystyna Janda, todas ellas con notables trabajos interpretativos.
Aunque las apuestas van más hacia la francesa "London River" como máxima favorita al Oso de Oro, y su director Rachid Bouchareb no es ningún recién llegado, sí es cierto que la mayoría de los cineastas consagrados cuyas novedades se incluyeron en el festival decepcionaron, o al menos levantaron opiniones diversas. Como ocurrió con gente como Tavernier, Moodysson, Potter, Ozon o Kaige...
Por el contrario, profesionales con carreras más modestas o debutantes -es el caso claro del argentino-uruguayo Adrián Biniez con "Gigante" o de la peruana Claudia Llosa con "La teta asustada"- mostraron mejor pulso.
Una prueba de lo recién comentado es la cinta con la que se puso este viernes el punto final a la competencia: "Tatarak", del veterano maestro polaco Andrzej Wajda. El film, que marca dos reencuentros para el autor de "La tierra de la gran promesa": primero con una de sus actrices fetiche, Krystyna Janda, y luego con el escritor Jaroslaw Iwaszkiewicz, de quien ya adaptó previamente otras obras, tiene dos partes claramente definidas y dudosamente complementarias.
Por un lado, la historia original de Iwaszkiewicz, sobre una mujer madura condenada por una enfermedad terminal que se enamora de un hombre más joven quien paradójicamente muere antes que ella de forma accidental entre los juncos, era muy corta, y Wajda -para llegar escasamente a la hora y media de metraje- coloca a su actriz protagonista, en plano secuencia, a explicar al espectador su propia experiencia personal ante la prematura muerte de su ex marido. Todo muy triste...
Y para compensar, fuera de concurso, una comedia, "La Pantera Rosa 2", que cumplió perfectamente con el encomiable objetivo de Kosslick de llenar la capital alemana de famosos, sin importar si el film realmente merece la pena, que no es el caso. Por el Palast pasaron Steve Martin, que incluso se marcó unas notas de banjo en su rueda de prensa, el franco-español Jean Reno y la belleza india Aishwarya Rai Bachchan.
Este sábado llega el momento de la verdad. Y en el palmarés -pensamos que con justicia- deberían figurar sino las dos al menos una de las películas latinas concursantes, por merecimientos propios y decepciones ajenas.
No hay que pensar que el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, es masoquista ni estupido. Imaginamos que ha hecho lo que ha podido en cuanto a selección a partir de lo que le han ofertado, y sobre todo se ha esforzado en atraer figuras internacionales, de esas que garantizan fotos vistosas en cualquier diario del mundo. Importaba poco luego si la película donde aparecían era floja o prescindible.
La Berlinale 2006 será recordada como plena de historias protagonizadas por mujeres, y es de hecho el capítulo de interpretación femenina donde el jurado posiblemente esté dudando o peleándose en busca de una única ganadora. Ellas han sido lo mejorcito del festival, actrices como Blenda Blethyn, Renée Zellweger, Anamaria Marinca, Magaly Soiler, Michelle Pfeiffer o -como punto final- la polaca Krystyna Janda, todas ellas con notables trabajos interpretativos.
Aunque las apuestas van más hacia la francesa "London River" como máxima favorita al Oso de Oro, y su director Rachid Bouchareb no es ningún recién llegado, sí es cierto que la mayoría de los cineastas consagrados cuyas novedades se incluyeron en el festival decepcionaron, o al menos levantaron opiniones diversas. Como ocurrió con gente como Tavernier, Moodysson, Potter, Ozon o Kaige...
Por el contrario, profesionales con carreras más modestas o debutantes -es el caso claro del argentino-uruguayo Adrián Biniez con "Gigante" o de la peruana Claudia Llosa con "La teta asustada"- mostraron mejor pulso.
Una prueba de lo recién comentado es la cinta con la que se puso este viernes el punto final a la competencia: "Tatarak", del veterano maestro polaco Andrzej Wajda. El film, que marca dos reencuentros para el autor de "La tierra de la gran promesa": primero con una de sus actrices fetiche, Krystyna Janda, y luego con el escritor Jaroslaw Iwaszkiewicz, de quien ya adaptó previamente otras obras, tiene dos partes claramente definidas y dudosamente complementarias.
Por un lado, la historia original de Iwaszkiewicz, sobre una mujer madura condenada por una enfermedad terminal que se enamora de un hombre más joven quien paradójicamente muere antes que ella de forma accidental entre los juncos, era muy corta, y Wajda -para llegar escasamente a la hora y media de metraje- coloca a su actriz protagonista, en plano secuencia, a explicar al espectador su propia experiencia personal ante la prematura muerte de su ex marido. Todo muy triste...
Y para compensar, fuera de concurso, una comedia, "La Pantera Rosa 2", que cumplió perfectamente con el encomiable objetivo de Kosslick de llenar la capital alemana de famosos, sin importar si el film realmente merece la pena, que no es el caso. Por el Palast pasaron Steve Martin, que incluso se marcó unas notas de banjo en su rueda de prensa, el franco-español Jean Reno y la belleza india Aishwarya Rai Bachchan.
Este sábado llega el momento de la verdad. Y en el palmarés -pensamos que con justicia- deberían figurar sino las dos al menos una de las películas latinas concursantes, por merecimientos propios y decepciones ajenas.