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Una puesta en escena impecable, como corresponde a todo un diseñador de "alta costura"... La presentación de "A single man", opera prima del conocido modista norteamericano, con todos los actores y el nuevo cineasta vestidos de elegante negro, ha servido para reinvidar el punto de vista homesexual en El Lido, enfrascado en poner el punto final a esta Mostra donde pocos han sido los films capaces de seducir a crítica y público. La ambiciosa "Mr. Nobody", del belga Jaco Van Dormael, no ha tenido tanta suerte, a pesar de contar con ingredientes estimables, mientras que la filipina "Lola", del también "gay" Brillante Mendoza, ha dividido a la audiencia.

Basada en un relato del británico Christopher Isherwood ("Cabaret") que Ford ha trasladado a la California de los años 60, "A single man" nos acerca a la tristeza de un profesor (Colin Firth) que ha perdido a su joven novio en un accidente, y que duda entre el suicidio y continuar viviendo ayudado por una amiga casi tan sola como él (Julianne Moore). Trabajo estilizado, con una gran interpretación del actor británico -que no es homosexual- la opera prima del diseñador de moda ha contado con muchas simpatías, encabezadas logicamente por la amplia representación "gay" entre la prensa cinematográfica.

"A single man" se desarrolla en un breve espacio de tiempo, pero con constantes "flash-backs" que retratan las relaciones pasadas del protagonista. Ford ha dicho aquí que rechaza el calificativo de película "gay", porque para él se trata de algo más universal, sobre una persona que cree haber perdido al amor de su vida.

La vida y los sentimientos, y la influencia de las relaciones en el desarrollo de una existencia que pudiera haber sido distinta según la elección de pareja, está también detrás de la ambiciosa nueva obra del belga autor de "La vida es una eterna ilusión / Toto, el héroe". Con una muy cuidada estética y efectos especiales de primer nivel, "Mr. Nobody" -que ha costado incluso más que la cara producción de Tornatore- es un arriesgado ejercicio de estilo por parte de Van Dormael, quien ha elegido una fórmula de narración confusa, con continuos saltos en el tiempo, que no distingue entre lo real y lo soñado. El espectador acaba perdiéndose, y finalmente la cinta no aporta demasiado desde el punto de vista de la historia, la de un hombre próximo a la muerte que especula sobre cómo podía haber sido su vida si hubiera elegido a unas mujeres frente a otras. En el reparto destacan Jared Leto, Sarah Polley y la bellísima Diane Kruger.

La segunda cinta "sorpresa" de Marco Müller, director de la Mostra, "Lola", de Brillante Mendoza, es algo más digestible que su previa "Kinatay", presentada este mismo año en Cannes. Sin embargo, el filipino continua con su estilo de largas secuencias con planos eternos que estiran innecesariamente -en busca de un personal modo de entender la poesia visual- una historia simple de dos abuelas, una de las cuales ha perdido a su nieto y la otra que intenta salvar al culpable del asesinato. Brillante tiene sus "fans", y algunos apuestan a que estará "Lola" en el palmarés final.

Una colección, ésta, de Leones y Copas Volpi, que ahora mismo nada en la incertidumbre. Las apuestas son variadas aunque no hayan resultados más que unas pocas las cintas realmente dignas de la selección oficial, repleta eso sí de decepciones y de presencias poco justificadas. Se habla de "Lebanon", la impactante cinta autobiográfica del israelí Maoz; de "Life during wartime", del norteamericano Solondz, y de "Lourdes", la mística cinta de la austríaca Jessica Hausner. Nosotros añadiríamos también la comedia de Akin "Soul kitchen", y como antes comentábamos, tampoco es descartable "Lola".

Sin embargo, ha faltado este año un título como "The wrestler / El luchador", film que el año pasado con un apoyo prácticamente unánime se llevó el dorado león alado. Saldremos de dudas este sábado.