"Yo, también" logra los primeros aplausos para el cine español en San Sebastián
- por © Patricia Sanmartín G. (S.S.)-NOTICINE.com
Primera de las tres películas españolas a concurso -todas de nuevos realizadores- "Yo también" ha sido igualmente la primera realización nacional en ser refrendada con calurosos aplausos en San Sebastián, donde el pasado fin de semana "El baile de la Victoria", de Fernando Trueba, fuera de concurso, fue acogida con mayor frialdad. La jornada del miércoles en Sección Oficial se completó con la australiana "Blessed".
Tanto en las proyecciones como en la rueda de prensa se aplaudió a "Yo, también", de los debutantes Álvaro Pastor y Antonio Naharro, cinta coproducida por Julio Medem. Un reconocimiento para la inteligencia evidente y aplastante de Pablo Pineda, para el empeño de todo un equipo por hacer realidad su proyecto a pesar del rechazo por parte de las principales cadenas de TV (tanto publicas como privadas) y de la escasez de medios.
Representa "Yo, también" una mirada fresca, cómplice, y para nada condescendiente sobre una realidad: el síndrome de Down, sobre nuestras diferencias pero sobre todo sobre nuestras similitudes. No existen seres humanos de primera o de segunda categoría. El film es un NO rotundo a la discriminación, una reivindicación potente que todos, sin excepción, tenemos derecho a amar y ser amados y sin barreras.
En una escena de esta película, Laura (Lola Dueñas) y Dany (Pablo Pineda, primer licenciado universitario europeo con síndrome de Down) comparan sus manos, son diferentes, pero las de ambos poseen dedos, y resuenan en la memoria las palabras de Shylock, ("El mercader de Venecia"): "Si nos pinchais, ¿No sangramos? Si nos haceis cosquillas, ¿No nos reimos?".
Julio Medem lo revindicó en la sala de prensa: elegir un actor con síndrome de Down era una opción entre muchas otras discriminaciones (discriminación por sexo, por raza, por ideología, por religión, por menos valía, por clase social, etc... la lista es tan larga...).
las risas y los aplausos en la sala de proyección como en la rueda de prensa, fueron unánimes. Al igual que Laura en la película, es difícil resistir al sentido del humor de Pablo. El profesor metido por primera vez a actor de cine no pudo resistirse a la propuesta de los co-directores Y co-guionistas (y una buena invitación a comer "eso conmigo siempre funciona", confesó Pablo). Cuando éstos llamaron a su puerta con "esta idea descabellada" -palabras de Pineda- no imaginaba que resultara algo "tan fabuloso, una experiencia mágica, la perfección, no se toca mas, y ser actor no es tan seguro como ser psicólogo. Lo que busco es seguridad de empleo para independizarme de mis padres", explicaba el actor.
Lo cierto es que además de sentido del humor, a Pablo le sobra sentido común, que como todos sabemos es el menos común de los sentidos. Lola Dueñas coincide con Pineda en que esta fue una experiencia maravillosa, y sin dudarlo un segundo dijo que Pablo fue su mejor compañero de trabajo hasta el día de hoy. También agradeció la colaboración de una mujer con vivencias muy parecidas a las de Laura para construir su personaje y darle mas autenticidad.
El reto de Pineda fue invitar el publico a "explorar la vida interior de Dany (su necesidad afectiva pero también sexual) y desde ese punto de vista, cambiar las miradas sobre nosotros, lo que te pierdes si pasas de conocer alguien como nosotros".
Dany pregunta en la película a su madre por qué tanto empeño en que fuera como los demás, si luego se le niega el derecho de amar y ser amado, cuando en eso mismo reside lo mas valioso de la humanidad, tema previamente llevado a la pantalla en la maravillosa, y sumamente poética película "El octavo día". Más recientemente, en Argentina, Marcos Carnevale también recurrió a una mujer con síndrome de Down para protagonizar "Anita".
En "Blessed", de Ana Kokkinos, que -no lo imaginarán- también estuvo antes en Toronto, se narran las vivencias durante 24 horas de un grupo de chavales que callejean dispuestos a escapar de la dura realidad familiar. Es el reflejo de una sórdida realidad en la cual los hijos pagan siempre por los padres, en este caso por las madres.
El crimen mas despreciable es sin duda el asesinato de la inocencia, he aquí este testimonio de cómo los conflictos entre madres e hijos pueden degenerar en dramas. Cuatro historias, cuatro madres y alternativamente la misma historia desde el punto de vista de los niños y luego de las madres, pues cada uno tiene su verdad, su realidad.
El propósito de la directora, era describir este traumático momento en que madres e hijos dejan de comunicar, y luego el reencuentre de los dos extremos que son odio y amor, para que la conexión se haga de nuevo entre ellos.
Aunque se supone que "Blessed", ambientada en la clase social baja de Australia, los problemas económicos entorpecen aún más la relación con los hijos, afecto y atención poco tienen que ver con el dinero. La cinta no convenció, y no aporta nada nuevo, sin que sus personajes sean capaces de provocar emoción.
Tanto en las proyecciones como en la rueda de prensa se aplaudió a "Yo, también", de los debutantes Álvaro Pastor y Antonio Naharro, cinta coproducida por Julio Medem. Un reconocimiento para la inteligencia evidente y aplastante de Pablo Pineda, para el empeño de todo un equipo por hacer realidad su proyecto a pesar del rechazo por parte de las principales cadenas de TV (tanto publicas como privadas) y de la escasez de medios.
Representa "Yo, también" una mirada fresca, cómplice, y para nada condescendiente sobre una realidad: el síndrome de Down, sobre nuestras diferencias pero sobre todo sobre nuestras similitudes. No existen seres humanos de primera o de segunda categoría. El film es un NO rotundo a la discriminación, una reivindicación potente que todos, sin excepción, tenemos derecho a amar y ser amados y sin barreras.
En una escena de esta película, Laura (Lola Dueñas) y Dany (Pablo Pineda, primer licenciado universitario europeo con síndrome de Down) comparan sus manos, son diferentes, pero las de ambos poseen dedos, y resuenan en la memoria las palabras de Shylock, ("El mercader de Venecia"): "Si nos pinchais, ¿No sangramos? Si nos haceis cosquillas, ¿No nos reimos?".
Julio Medem lo revindicó en la sala de prensa: elegir un actor con síndrome de Down era una opción entre muchas otras discriminaciones (discriminación por sexo, por raza, por ideología, por religión, por menos valía, por clase social, etc... la lista es tan larga...).
las risas y los aplausos en la sala de proyección como en la rueda de prensa, fueron unánimes. Al igual que Laura en la película, es difícil resistir al sentido del humor de Pablo. El profesor metido por primera vez a actor de cine no pudo resistirse a la propuesta de los co-directores Y co-guionistas (y una buena invitación a comer "eso conmigo siempre funciona", confesó Pablo). Cuando éstos llamaron a su puerta con "esta idea descabellada" -palabras de Pineda- no imaginaba que resultara algo "tan fabuloso, una experiencia mágica, la perfección, no se toca mas, y ser actor no es tan seguro como ser psicólogo. Lo que busco es seguridad de empleo para independizarme de mis padres", explicaba el actor.
Lo cierto es que además de sentido del humor, a Pablo le sobra sentido común, que como todos sabemos es el menos común de los sentidos. Lola Dueñas coincide con Pineda en que esta fue una experiencia maravillosa, y sin dudarlo un segundo dijo que Pablo fue su mejor compañero de trabajo hasta el día de hoy. También agradeció la colaboración de una mujer con vivencias muy parecidas a las de Laura para construir su personaje y darle mas autenticidad.
El reto de Pineda fue invitar el publico a "explorar la vida interior de Dany (su necesidad afectiva pero también sexual) y desde ese punto de vista, cambiar las miradas sobre nosotros, lo que te pierdes si pasas de conocer alguien como nosotros".
Dany pregunta en la película a su madre por qué tanto empeño en que fuera como los demás, si luego se le niega el derecho de amar y ser amado, cuando en eso mismo reside lo mas valioso de la humanidad, tema previamente llevado a la pantalla en la maravillosa, y sumamente poética película "El octavo día". Más recientemente, en Argentina, Marcos Carnevale también recurrió a una mujer con síndrome de Down para protagonizar "Anita".
En "Blessed", de Ana Kokkinos, que -no lo imaginarán- también estuvo antes en Toronto, se narran las vivencias durante 24 horas de un grupo de chavales que callejean dispuestos a escapar de la dura realidad familiar. Es el reflejo de una sórdida realidad en la cual los hijos pagan siempre por los padres, en este caso por las madres.
El crimen mas despreciable es sin duda el asesinato de la inocencia, he aquí este testimonio de cómo los conflictos entre madres e hijos pueden degenerar en dramas. Cuatro historias, cuatro madres y alternativamente la misma historia desde el punto de vista de los niños y luego de las madres, pues cada uno tiene su verdad, su realidad.
El propósito de la directora, era describir este traumático momento en que madres e hijos dejan de comunicar, y luego el reencuentre de los dos extremos que son odio y amor, para que la conexión se haga de nuevo entre ellos.
Aunque se supone que "Blessed", ambientada en la clase social baja de Australia, los problemas económicos entorpecen aún más la relación con los hijos, afecto y atención poco tienen que ver con el dinero. La cinta no convenció, y no aporta nada nuevo, sin que sus personajes sean capaces de provocar emoción.