San Sebastián: Entre la hermosa dureza de Peter Mullan y la gran falsa película de Raúl Ruiz
- por © Carolina G.Guerrero (S.Sebastián)-NOTICINE.com
El soleado domingo donostiarra invitaba a acudir a la playa, pasear y tomar unos zuritos y unos pintxos (para los poco familiarizados, cerveza con aperitivos), pero el Festival sigue y nada mejor que algo mal calificado de película (¡pero interesante!) firmado por Raúl Ruiz, que duró más de cuatro horas sin contar el descanso, y un drama social del actor-director Peter Mullan, "Neds", ambas estrenadas antes en el Festival de Toronto. La jornada se completó con un documental fuera de concurso sobre la lucha del ex político socialista catalán Pasqual Maragall contra el Alzheimer.
Aplausos y calurosa acogida en el primer pase de la pelicula "Neds", dirigida y escrita por Peter Mullan (premio al mejor actor en Cannes por "Mi nombre es Joe", de Ken Loach, y León de Oro en Venecia por "Las hermanas de la Magdalena / En el nombre de Dios"). Ocho años después de aquel éxito, el escocés nos sumerge en el Glasgow de los años 70, donde su protagonista Steven Robertson encarna a un adolescente inteligente, bueno y con muchas inquietudes de alcanzar unos buenos objetivos escolares, algo difícil por no decir imposible, en el ambiente que le rodea: pandillas violentas de chicos, profesores que emplean la violencia como vía de enseñanza, problemas económicos en casa y un padre alcohólico al que detesta... En suma, un callejón sin salida para alguien que quiere quedarse fuera de este circulo destructivo, en el que finalmente acaba asimilado.
La película trata de reflejar la violencia sin histrionismos, aunque muchos creen que a la cinta le sobran veinte minutos en el momento en que el protagonista afectado por los vapores del pegamento, tiene una visión místico-alucinógena, una escena en la que aparece con Jesucristo manteniendo una especie de reto...
Peter Mullan interpreta magistralmente al padre borracho del muchacho, y nos comenta que su infancia todavía fue peor que la del propio personaje de su película. Le encantaría que los jovenes fueran a verla y entendieran el mensaje que transmite, que la reeducación de estas generaciones violentas no se resuelve en las aulas, el hogar es fundamental, pero principalmente es en la calle donde habría que plantear la actuación de una forma diferente.
La película acaba con un final algo desconcertante y tierno a pesar del contrasentido, y puede que esta película pueda optar a algún premio del palmarés del festival.
Se diría que la totalidad del magno proyecto del productor portugués afincado en Francia Paulo Branco fuera destinado a la televisión. El planteamiento de inicio de "Misterios de Lisboa" es una serie televisiva de 6 capítulos de una hora, y un "largooooometraje" de 4 horas 26 minutos, algo manifiestamente inviable en la gran mayoría de los mercados fílmicos, tanto desde el punto de vista del espectador como del exhibidor. Por tanto, todo apunta a que el destino natural también de la versión película sean aquellas cadenas que prefieran dos o hasta tres capitulos como mini-serie que sólo seis de una hora.
Como vemos, ni al productor ni al director le han preocupado los convencionalismos, paradojicamente cuando "Misterios de Lisboa" habla en gran parte de ellos, y de las intrigas que la hipocresía y la ocultación de los secretos generan en una serie de personajes, empezando por un adolescente aparentemente huérfano que anhela descubrir quienes son sus padres. Se trata de un gran fresco con todo el sabor de las novelas decimonónicas de Victor Hugo, en quien sin duda se inspiró el autor de la novela original, su contemporáneo Camilo Castelo Branco.
"Misterios de Lisboa" es una versión cuidada del típico culebrón, con personajes cuyas vidas de entrecruzan, mientras un secreto tras otro son desvelados. Ya días atrás, cuando la película se estrenó en Toronto, algunos críticos hablaron de que estamos ante una de las obras maestras del chileno afincado en Europa Raúl Ruiz. Es muy posible que lo sea, pero lo indiscutible es que a un producto cuya única viabilidad comercial es la televisión por la desmesura de su metraje, es muy discutible catalogarlo como cine, como una película tal y como todos entendemos el término. Tal vez esta falsa película de 4 horas y media no sea sino una especie de "readers digest" de las seis horas de serie televisiva. Para Branco es bueno que se hable de la cinta en los festivales a la hora de venderla, eso es lo único que explica la presencia de algo que muy mucho dudamos llegue a las salas comerciales.
A última hora de la tarde llegó la esperada Julia Roberts, que lleva días en Europa de gira promocional con "Come, reza, ama" y ha recalado en San Sebastián como la máxima estrella (y casi la única de Hollywood) en esta edición para recoger un Premio Donostia por toda su carrera. Como en otras ciudades europeas, con ella están de tour los actores Javier Bardem, y Richard Jenkins y el director Ryan Murphy.
Más fotos exclusivas de la jornada.
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