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Como un festival hecho para las nuevas generaciones se define el Festival de Cine y Video Latinoamericano de Buenos Aires que acaba de iniciar su octava edición. El certamen presentará hasta el 26 de septiembre un puñado de títulos de variadas temáticas y nacionalidades que escasamente se prodigan por la cartelera nacional, dentro de las diferentes secciones que propone su programación.

El Festlatino cuenta con dos competencias oficiales, de largometrajes y cortometrajes. La primera -y principal- presenta cintas nacionales, de países con escasa filmografía y hasta de España, pese a que se denomine como un festival latinoamericano. La misma se compone de “Gerardi” (Jimmy y Sammy Morales de Moralejas, Guatemala); “Babilonia, la noticia secreta” (Galo Diaszlo y Pablo Rho, Argentina); “Cholita libre” (Jana Richter y Rike Holtz, Bolivia-Alemania); “La mirada negra” (Karlos Alastruey, España); “La milagrosa” (Rafael Lara, Colombia-México); “La miel de las morojas” (Jorge Vivanco, Ecuador); “Cordura” (Miguel Angel Sánchez, España) y “Ciudad de sombras” (P.Coll, M. Cuello, J. Hiver y D. Soffici, Argentina).

El cine argentino, además, es el gran protagonista de la sección Nuevas generaciones, donde se podrán ver producciones como “Recortadas”, de Sebastián De Caro; “Una beatle”, de Gustavo Schammas o “TL2, la felicidad es una leyenda urbana”, de Tetsuo Lumiere.

Hay también noches especiales con películas de relevancia como “Villa”, de Ezio Massa o “Bye Bye Shangai”, de Jana Bokova, y una retrospectiva de la obra de la argentina Jeannine Meerapfel y el mexicano Francesco Taboada Tabone, los homenajeados de esta edición.

Martín Kohan, director general del festival, enfatiza que este es un certamen hecho para los más jóvenes: “Estas muestras nacionales e internacionales están dirigidas principalmente a las nuevas generaciones. A los estudiantes de medios. A los futuros realizadores. A los incipientes creadores. En ellos se basa el cambio para una cultura y un conocimiento global de lo propio a través de la imagen. Son ellos los destinatarios de ver y analizar lo que otros creadores de otras latitudes pero con un mismo idioma, proponen. Aprender cine, no solo es leer la teoría y/o la técnica. Aprender cine, es ver mucho cine”.

El Festival tiene lugar únicamente en la sala Atlas Recoleta de Ciudad de Buenos Aires.

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